En esta semana lo normal para el secretario general de las Juventudes del PSE, Víctor Trimiño, sería estar concediendo entrevistas porque acaba de ser elegido para ese cargo por la militancia. En cambio, le toca guardar silencio. No concederá entrevistas ni alimentará el debate que se generó después de que el pasado domingo, en el acto de clausura del congreso de su organización, él se estrenase con un discurso que pedía no blanquear a Bildu.
Silencio obligatorio porque reprendió a sus jefes. Así de sencillo. Las palabras de Trimiño contra las reuniones con Bildu chocaban con la postura que defiende el PSE en Euskadi y, sobre todo, con la estrategia del Gobierno de PSOE y Podemos que preside Pedro Sánchez. Porque el Gobierno se está reuniendo con el grupo parlamentario de Bildu en el Congreso para lograr su apoyo a los Presupuestos.
¿Qué dijo exactamente Trimiño? Como ya recogió este diario, fue muy claro. "Ninguna necesidad aritmética justifica tratar como un partido más a quienes desde un punto de vista ético no lo son". "Debemos estar en frente de cualquier intento por normalizar o por blanquear a una fuerza política que sigue siendo incapaz de condenar más de 850 asesinatos y que sigue ensalzando a los terroristas que los cometieron".
Pero al silencio repentino se suma una reprimenda pública, en este caso por la vía de la filtración a los medios de unas fuertes críticas de la dirección del PSE contra el joven dirigente
Esas palabras escuecen a quienes lideran el PSE y el PSOE. Sólo eso explica que de repente Trimiño no vaya a conceder entrevistas cuando sería lógico. Pero al silencio repentino se suma una reprimenda pública, en este caso por la vía de la filtración a los medios de unas fuertes críticas de la dirección del PSE contra el joven dirigente.
Tras el revuelo por las críticas de Trimiño, este martes El Correo publicaba que la dirección del PSE achacaba sus palabras a su "inexperiencia". Y hasta lo considera una "novatada" que no quieren que se repita. Según estas fuentes del periódico vasco, la dirección del PSE admite que coexisten "diferentes sensibilidades" para enfocar la relación con Bildu aunque existe "un fondo común de sufrimiento compartido".
Para Mendia y los suyos, según el citado diario, "hay quien tiene más rencor y quien menos, y quien pasa página antes", y que lo importante a la hora de buscar pactos es "lo que se acuerda y no con quién". Varias fuentes por Vozpópuli aseguran que Trimiño se encuentra abrumado por la repercusión de su discurso. Y confirman que, al menos por ahora, toca silencio. Pocas voces son críticas con la dirección del PSE. Ahora parece que se entiende por qué.
