El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, ha transmitido a la familia de Mikel Zabalza su "indignación y vergüenza" por el ascenso del teniente general y jefe del Mando de Apoyo de Madrid de la Guardia Civil, Arturo Espejo, del que la izquierda abertzale dice que está supuestamente implicado en la muerte del joven navarro que falleció en 1985 presuntamente en el Cuartel de Intxaurrondo tras ser torturado. Además, ha afirmado que pedirá al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que se revisen los procedimientos administrativos para que no se repitan casos como el de Arturo Espejo. En una entrevista concedida a Radio Euskadi y recogida por Europa Press, Eneko Andueza ha asegurado que siente "mucha indignación y vergüenza" por el ascenso de Arturo Espejo y espera poder transmitírselo a la familia directamente.
Eneko Andueza ha recordado que ya se puso, en una entrevista, a disposición de los familiares del joven navarro, al igual que hace con "cualquier víctima de terrorismo", como en el caso de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, asesinados por los GAL; o de los tres gallegos "que todavía no saben ni tan siquiera dónde están sus propios familiares", en referencia a Humberto Fouz, Fernando Quiroga y Jorge Juan García, confundidos por ETA con policías, secuestrados, torturados y asesinados; o en los casos de Pertur y Naparra, cuyas familias no han encontrado tampoco sus cuerpos. El dirigente de ETA político militar, Eduardo Moreno Bergaretxe Pertur, desapareció en 1976, y el jefe de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, Joxe Migel Etxeberria Naparra, en 1980.
"Me pongo a la entera disposición de tantas víctimas del terrorismo que no conocen la verdad de lo que ocurrió, para que en todo lo que humildemente pueda aportar, poderlo hacer, para contribuir a saber cuál es esta verdad y reparar el dolor, aunque en buena medida será absolutamente irreparable", ha concluido Andueza.
26 de noviembre de 1985
El 26 de noviembre de 1985, en el marco de una operación antiterrorista contra ETA, Mikel Zabalza fue detenido por la Guardia Civil y conducido al Cuartel de Intxaurrondo donde, según investigaciones periodísticas y declaraciones posteriores, murió debido a las torturas a las que fue sometido durante un brutal interrogatorio. El 15 de diciembre de 1985, su cuerpo apareció en las aguas del río Bidasoa. La versión oficial es que Mikel Zabalza trató de escapar durante una supuesta visita a un zulo cerca del río, y que en ese momento, se tiró al agua y se ahogó. Arturo Espejo defendió esa versión en la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid.
La muerte de Zabalza, que era conductor de autobús, generó una gran conmoción en todo el País Vasco. Su desaparición durante 19 días, antes de que se encontrara su cuerpo, fue denunciada por su pareja y sus familiares.