El PP considera que frenar a Ciudadanos y arañar votantes del PSC son factores clave para evitar un serio contratiempo en las elecciones catalanas. Mariano Rajoy va a tomar parte muy activa en la campaña, con visitas a todas las provincias y doble ración en Barcelona. El presidente del PP está muy satisfecho con Xavier García Albiol, su candidato a la Generalitat, una apuesta personal por un político en ocasiones polémico.
Este jueves abre el PP catalán su escuela de verano en Gerona, con Dolores Cospedal al frente y un gran despliegue de dirigentes del partido y miembros del Gobierno. Andrea Levy, la vicesecretaria del PP, tendrá también un particular protagonismo. Está enfrascada ahora en la elaboración del programa para las generales, bajo los auspicios de Jorge Moragas. Levy es la candidata más señalada para convertirse en la nueva líder del PP catalán, pese a que concita algunos rechazos en sectores del viejo partido.
Todos los sondeos anuncian que el partido de Rivera puede convertirse en la segunda fuerza política catalana, salvo que el PP espabile y logre la resurrección
Rajoy cierra el curso el sábado, junto a Albiol, con quien, codo con codo, va a recorrerse buena parte del territorio catalán en estos próximos días. El tono beligerante y españolista de Albiol empieza a recoger réditos en las encuestas. El PP pretende recuperar parte del voto perdido y fugado hacia Ciudadanos, que crece como la espuma, y de un PSC que ha perdido la identidad y el norte. Todos los sondeos anuncian que el partido de Rivera puede convertirse en la segunda fuerza política catalana, salvo que el PP espabile y logre la resurrección anhelada.
Entre Merkel y los empresarios
Rivera anunció este martes, en la presentación de su nueva ejecutiva, que Ciudadanos impulsará la defensa de la unidad de España en todos los parlamentos regionales en los que ha conseguido representación. Una tonadilla que suena al PP más tradicional y auténtico. Esta política de Ciudadanos puede hacerle daño a los populares en Cataluña, donde hasta ahora se había movido en forma ambigua con los nacionalistas de Convergencia. Sánchez-Camacho incluso tuvo que respaldar los presupuestos de Artur Mas en dos oportunidades. Un pecado que todavía pasa factura.
El presidente mueve sus fichas. Con Angela Merkel y su paseo por los bosques germanos, unas horas de enorme interés y a las que Moncloa valora muy positivamente. La jefa del Gobierno alemán está sumamente preocupada no sólo con el secesionismo catalán sino con el auge del populismo en nuestro país. Así se lo hizo saber a su homólogo español. Los empresarios catalanes, al tiempo, también han amagado una mínima advertencia por la deriva separatista de Mas y sus acólitos. Nada heroico pero al menos, la nota de Fomento del Trabajo supone la ruptura de un silencio vergonzante.
La jugada del Constitucional
"Basta ya de bromas", dijo García Albiol en la presentación del recurso para modificar el funcionamiento del Tribunal Constitucional. El candidato del PP sostiene dos líneas de actuación en su campaña. Frontal enfrentamiento con los secesionistas y oferta de brazos abiertos hacia aquellos votantes catalanes que defienden la Constitución. Pretende pescar en las aguas despistadas de los socialistas, un PSC que puede sufrir un revolcón en especial en el área metropolitana, netamente castellanohablante, y recuperar, al tiempo, el voto que se fugó rumbo a Ciudadanos.
El candidato del PP sostiene dos líneas de actuación en su campaña: frontal enfrentamiento con los secesionistas y oferta hacia los votantes que defienden la CE
Para ello hay que esgrimir un españolismo sin complejos, algo que ha caracterizado tradicionalmente a Albiol cuando ejercía de alcalde de Badalona. Las medias tintas no le funcionan ya al PP catalán. Los sondeos le anunciaban un resultado por debajo de los cinco escaños. Ahora tiene 19. Con Albiol hay señales firmes de que recupera terreno.
No le importará a Rajoy ir de la mano con su candidato catalán por calles y plazas. Ni compartir un discurso severo, rocoso y valiente frente al secesionismo. Lo ha designado él. Nada que ver con lo ocurrido en Andalucía donde cedió a los argumentos de Moragas y Sáenz de Santamaría y se equivocó. Puso al frente a Moreno Bonilla, que aún no ha logrado sacar cabeza, después de recibir un castigo muy severo en las autonómicas.
El PP se juega en Cataluña convertirse en una anécdota, al estilo del PP del País Vasco, o recuperar el tono ascendente. Y Rajoy sabe que este envite es fundamental de cara a las generales. Un buen resultado en el Parlamento catalán resultaría un signo muy positivo para su objetivo fundamental: mantenerse en la Moncloa.