A escasos siete días para el arranque de la sesión de investidura, el PP juega con una carta para explorar el apoyo de los nacionalistas vascos, ahora mismo dedicidos a votar ‘no’ a la candidatura de Mariano Rajoy, tanto en primera como segunda votación. Los populares quieren dar garantías al PNV de que su entendimiento con el partido de Albert Rivera no traerá ninguna consecuencia directa en el actual régimen de financiación foral, el conocido como Concierto económico vasco. Además, un posible 'sí' de los peneuvistas en un segundo intento de investidura por parte de Rajoy, con posterioridad a las elecciones vascas del 25-S, tampoco escapa a los estrategas del PP.
Según fuentes conocedoras de las conversaciones entre populares y naranjas, no se contempla ninguna modificación normativa que afecte al sistema foral, recogido en la disposición adicional primera de la Constitución. Y ello, pese a que Ciudadanos lleva una propuesta en este sentido en su programa electoral. En concreto, la medida 51 de sus 350 soluciones para cambiar a España a mejor aboga por “un sistema de financiación autonómico más equitativo, transparente y eficaz, fijando una cartera de servicios comunes a todos los españoles garantizados por el Estado” y por “recalcular de manera razonable la contribución vasca y navarra a la Hacienda estatal para evitar desigualdades en el acceso de los ciudadanos a los servicios”.
Arcas estatales
Dicha contribución, regulada en el Concierto, es la que se denomina “cupo vasco”, es decir, la que tiene que pagar Euskadi a las arcas estatales para sufragar las competencias que el Estado presta en beneficio de los residentes de esta comunidad autónoma al no haber sido transferidas.
En otra medida (la número 40) del ideario con que concurrió a las generales del 26J, el partido centrista se compromete a “llevar a cabo una armonización fiscal donde se tributará lo mismo, con independencia de la comunidad autónoma”. Además, el presidente de C’s, Albert Rivera, ha exigido en más de una ocasión que País Vasco y Navarra “se incorporen a la caja común”, porque “en ningún Estado federal del mundo hay excepciones o privilegios para la hacienda de unos miles de ciudadanos”.
Los populares niegan que el mantenimiento de estos regímenes forales “específicos” sea un “privilegio”, como sostiene C’s
Esta revisión de Cupo vasco también la puso sobre la mesa el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuando el año pasado en una entrevista en la cadena Ser se mostró partidario de "modificar y actualizar" la aportación que Euskadi hace al sistema de financiación autonómica. Si bien Sánchez precisó que el PSOE "no entra en la esencia del Concierto Económico", al sustentarse en los derechos históricos de la comunidad vasca reconocidos en la Constitución, al mismo tiempo defendió una puesta al día de lo que esta región aporta al Estado.
Ambos partidos, PSOE y C’s no recogieron explícitamente este nuevo cálculo del Cupo vasco en su fallido pacto de El Abrazo (el PNV votó en contra de la investidura de Sánchez en primera y segunda votación), pero sí que abrieron la puerta al mismo, de manera implícita, planteando en el texto una “reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), que corrija las insuficiencias del sistema y garantice los principios de autonomía, coordinación, solidaridad e igualdad, recogidos en la Constitución y definidos por el Tribunal Constitucional”. La disposición adicional primera de la LOFCA es la que garantiza que “el sistema foral del concierto económico se aplicará en la Comunidad Autónoma del País Vasco de acuerdo con lo establecido en el correspondiente Estatuto de Autonomía”.
Por su parte, los populares niegan que el mantenimiento de estos regímenes forales “específicos” sea un “privilegio” y destacan que “su pervivencia garantiza la articulación del actual modelo territorial”. De este modo, el PP pretende trasladar a los nacionalistas vascos que este sistema “no está en cuestión” ni lo estará si el acuerdo de investidura entre populares y centristas prospera y hay gobierno (sin Ciudadanos en el Ejecutivo). Para ello, son fundamentales los votos de los cincos diputados del PNV (todavía le faltaría uno más a la suma de PP, C's y CC).
"Unidad de mercado"
A poco más de dos semanas de la campaña de las elecciones vascas, las reivindicaciones de C’s para alcanzar en las Cortes un acuerdo de investidura con el PP se centrarán en incluir en el documento final “la imposibilidad de celebrar referéndum independentistas en ningún territorio, la unidad de mercado (buscar una mayor colaboración entre las administraciones) y la coordinación de las comunidades autónomas”, asuntos “difícilmente compatibles”, según la formación naranja, con la posición de los peneuvistas.
En esta línea, el partido de Rivera cree muy complicado que “haya contrapartidas” del PP al PNV que “no sean contradictorias” con el pacto que está negociando con C’s. Sin embargo, esto es sólo sobre el papel, ya que el hecho de asegurar la futura vigencia del Concierto vasco, tal y como está concebido ahora, blindándolo de posibles cambios, sí es todo un guiño del PP a la formación del lehenkadari, Íñigo Urkullu, y no colisiona con el acuerdo de investidura que se está perfilando.