El Partido Popular ha sufrido un castigo sin paliativos en las elecciones autonómicas y municipales. Un desplome de 11 puntos y más de dos millones y medio millones de votos con relación a las celebradas en 2011, cuando Rajoy alcanzó el mayor nivel de poder territorial conseguido por jamás por ninguna otra fuerza política en España, evidencian la dimensión del costalazo. Cundía el domingo por la noche el desánimo entre candidatos, dirigentes y militantes del partido. Incluso algunos se planteaban si no será necesario pensar en un cambio rotundo antes de las generales. Rajoy ya anunció en su día que será el candidato y parece que no cambiará su opinión. Carlos Floriano, que anoche salió a dar la cara tras la debacle, insistió en la cantinela de que España avanza en la dirección en la recuperación económica. Unas palabras obligadas que, sin duda, sonaban a sarcasmo. Barberá, Monago, Fabra, Bauzá, Zoido y la propia Cospedal son nombres del PP que han sufrido el severo golpe de las urnas. Muchos de ellos ni siquiera seguirán en la primera línea de la política. El estruendo ha sido tan feroz que ni siquiera Juan Vicente Herrera conserva la mayoría absoluta en Castilla y León. Un movimiento sísmico sin precedentes.
El pulso hasta el final
El tenso recuento de la larga noche electoral se centró, en forma muy especial en la batalla de Madrid en la que, contra todo pronóstico, Manuela Carmena, la candidata de Ahora Madrid que engloba a Podemos, le plantó cara a Esperanza Aguirre hasta el último minuto, y se quedó a tan sólo un escaño de diferencia y a unos 50.000 papeletas. Un resultado, 21-20, que podría ser insuficiente para que la candidata del PP ocupe el sillón municipal ya que un acuerdo de Podemos con el PSOE de Antonio Miguel Carmona, gran perdedor de la noche, le daría la alcaldía. Aguirre, en su comparecencia, recordó su victoria pero insinuó que ejercería la función de líder de la oposición si llega el caso y los pactos así le obligan.
El PP, pese a vencer, no lograría con C's el respaldo suficiente para alcanzar mayorías que, sin embargo, sí estarían al alcance del PSOE si cuenta con el respaldo de Podemos, la gran sorpresa de la jornada
Ya se habla, en efecto, de pacto y trueque entre los socialistas y el partido de Pablo Iglesias para intercambiar poltronas. Carmena se quedaría con la capital y Gabilondo intentaría hacerse con la Comunidad. Pero aquí tiene aún mucho que decir Cristina Cifuentes, que conseguía a última hora el escaño necesario para intentar gobernar de la mano de Ciudadanos, que logró un estimable resultado de 17 escaños. Cifuentes se convierte en una referencia de primer nivel dentro del PP y tendrá mucho que decir de aquí a las elecciones generales. En sus primeras palabras de aniche, respetó lo que haga y diga Mariano Rajoy pero es evidente que anoche se transformó en una de las pocas bazas ganadoras de su partido y le permitió salvar la cara en la Comunidad de Madrid. Una baronesa reforzada aunque ni siquiera está en el Comité Ejecutivo de la formación. En cualquier caso, la pérdida de las mayorías absolutas suponen un varapalo de primera magnitud por lo que simbólicamente representa Madrid para el PP. Su bastión casi inexpugnable durante lustros, guía y seña de la formación para toda España. Y anticipo, quizás de lo que pueda ocurrir en las generales de final de año. El PP, pese a vencer, no lograría con Ciudadanos el respaldo suficiente para alcanzar mayorías que, sin embargo, sí estarían al alcance del PSOE si cuenta con el respaldo de Podemos, la gran sorpresa de la jornada. La izquierda crece y suma en forma vigorosa en tanto que Ciudadanos no parece poder asumir el papel de báculo de los 'populares', al menos por el momento.
Todo está por decidir en la era de pactos y negociaciones que ahora se abre. En Castilla la Mancha se produce otro tropiezo de resonancias notables puesto que Dolores Cospedal, secretaria general del partido, pese a imponerse claramente no alcanza la mayoría absoluta, puede resultar desalojada de la presidencia si se organiza también el acuerdo entre PSOE y Podemos, del que en su momento, se supone, hablaron Bono y Zapatero con Iglesias en una 'tenida' secreta a espaldas del dirigente de la formación, Pedro Sánchez.
El futuro de Cospedal
¿Será Cospedal para Rajoy el Ancelotti de Florentino Pérez? Es decir, el fusible del que habrá de desprenderse para camuflar la derrota. Ahora se abren todas las incógnitas sobre el futuro de la secretaria general, en el caso de que pierda finalmente el gobierno de la región. Muchos barones piensan que su labor al frente del PP se ha centrado en defender a Rajoy de los embates del 'caso Bárcenas' y no ha trabajado por el partido como se esperaba. Pero el presidente la ha apoyado de forma explícita en numerosas ocasiones. Su continuidad como 'número dos' empezará a ponerse en cuestión hoy mismo, según las primeras impresiones que llegaban anoche de una desangelada Génova, donde Rajoy siguió con gesto imperturbable la evolución del escrutinio.
Ahora se abren todas las incógnitas sobre el futuro de la secretaria general del PP, en el caso de que pierda finalmente el gobierno de la Comunidad
También tiembla la continuidad del PP en otro de sus puntos emblemáticos, en la Comunidad Valenciana, pese a que Alberto Fabra, que cosechó contra pronóstico un triunfo meritorio, puede perder la presidencia si se unen las tres fuerzas de izquierda, con Compromís al frente, que ha sido otra de las revelaciones de estos comicios. Además parece claro que tendrá que olvidarse de la alcaldía, pese a que Rita Barberá ha sido la más votada, pero sin los respaldos necesarios para lograr formar gobierno ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos. Veinte años llevaba el PP en el poder de la región valenciana, un récord que ahora se esfuma. Barberá reaccionó conmalos modos a su derrota al criticar la decisión mayoritaria del electorado. Está por ver si ejerce como líder de la oposición.
La caída de Andalucía
El panorama de la derrota no se circunscribe a Madrid y Valencia. El retroceso del PP es general e inapelable, ya que hay que sumar los casos de Extremadura, Baleares y las ocho alcaldías andaluzas donde no alcanza los votos necesarios para poder gobernar como hacía hasta ahora. Ni siquiera los sondeos más negativos auguraban un tropezón de tales dimensiones. Zoido, todo un referente del PP andaluz, ha conseguido una escueta victoria, pero no podrá seguir en la alcaldía de Sevilla, según todos los indicios. Un desastre absoluto que se suma al conocido en las autonómicas de la región vividas recientemente.
Ahora se abren tiempos de pactos y de negociaciones. También llega el momento de 'mojarse'. Pablo Iglesias tendrá que decidir si respalda al PSOE en todos los puntos donde podría gobernar con su apoyo, y se olvidaría, de esta forma, de su prédica anti-corrupción y anti-casta. Días intensos.
El centro de todas las miradas
Todas las miradas se posarán en Madrid, emblema y tótem de la derrota, del cataclismo que se avecina. La campaña electoral madrileña ha sido posiblemente de las más intensas de toda España, en especial en el frente municipal en el que se pudo vivir un pulso muy duro entre Esperanza Aguirre y Manuela Carmena, la cabeza de lista del conglomerado de Ahora Madrid, donde se integra Podemos. La pugna fue feroz, con momentos particularmente tensos, como se pudo advertir en el debate televisivo que ambas vivieron en el canal autonómico. El tercero en discordia, Antonio Carmona, del PSOE, asistía como convidado de piedra a este mano a mano casi sin precedentes.
Madrid significa un símbolo para el PP, de ahí lo apasionado de esta campaña, en la que Esperanza Aguirre fue reclutada para el Ayuntamiento en el penúltimo minuto, con la esperanza de movilizar al voto de los simpatizantes con el partido menos acordes con la línea que ha adoptado Mariano Rajoy en su acción de gobierno.