Jesús Manuel Martín, un pastor cacereño de 42 años, se compró un móvil con buena cámara gracias a lo que sacó por la venta de un caballo. Decidió abrirse un canal de YouTube para criticar trabas administrativas y, de paso, contar su día a día como cabrero. Hoy, acumula 229.000 suscriptores y casi 97 millones de visualizaciones.
A Jesús, el éxito viral le ha supuesto una nueva fuente de ingresos. Sus vídeos se alejan de aquello que entendemos por influencer de moda, videojuegos o viajes. Son austeros, básicos y sin edición, grabados con el móvil en mano o apoyado sobre un árbol o una roca. En ellos, Jesús enseña curiosidades que le ocurren con sus 350 cabras veratas y opina sobre la situación de la ganadería. "El sector primario está muy mal. La mayoría de las leyes que hacen no encajan en el mundo rural", dijo en 2019 al Hoy de Extremadura. Como él, otros influencers rurales, como el capturador murciano Pencho Carrión o la operadora forestal gallega Laura Vallejo, triunfan en las redes contando cómo se ganan la vida. Este sábado, en 'Ricos y Millennials', contamos sus historias.
El pastor cacereño lleva poco más de tres años subiendo vídeos a YouTube. Nació en Torre de Don Miguel, un pueblo minúsculo de Cáceres, pero se siente hurdano como sus padres. Su sueño desde pequeño era ser cabrero. Compró sus primeros animales a los 20 años. Este ganadero autóctono pastorea a sus cabras en un risco de la Sierra de Gata. Según contó a El Periódico de España, no gana nada por la leche, pero sí por la carne y la venta de ejemplares a otros ganaderos.
En su canal de YouTube encontramos dos tipos de vídeo: reivindicativos o didácticos. Casi todos ellos están publicados bajo títulos curiosos, como 'Rogelio no deja acercase los perros a mí', 'Enseñando a las chivarras al ordeño', 'Os voy a enseñar la boca del mulo Rogelio' o 'He ido a comprar un remolque y lo voy a estrenar con las merinas de mi amigo Joaquín'. Hace unos días, también colgó un vídeo participando en la gran manifestación del mundo rural que recorrió el centro de Madrid. En él se le ve recibiendo constantemente el cariño de otros manifestantes y haciéndose fotografías con sus seguidores.
La popularidad de Jesús despertó el interés de otras empresas. Asegura que siempre ha rechazado todo tipo de propuestas. Le vale, por ahora, con el dinero que gana con su labor de pastor tradicional y los ingresos que generan los vídeos. "¿Para qué quiero yo tanto dinero?", se preguntó ante el diario de Prensa Ibérica.
El pastor coincidió en la protesta rural de la capital con Pencho Carrión Parra, conocido como 'El Pencho'. Natural de Cartagena (Murcia), empezó a subir vídeos gracias a una chica que trabajaba en su empresa de captura y venta de especies cinegéticas. A Pencho le interesó la caza desde pequeño. "Mi vida no se entiende sin la caza", dijo en una entrevista para la revista Jara y Sedal. En 2012 fundó su empresa de captura, aunque llevaba "toda la vida" en el sector. Su trabajo consiste, sobre todo, en controlar las poblaciones de conejos y jabalíes en la Región de Murcia, aunque también ha prestado servicios en Almería.
Pencho se desplaza cada día a un lugar donde las plagas han causado daños agrícolas o ganaderos. La empresa, 'Explotaciones Cinegéticas - El Pencho', captura los animales y luego los vende vivos para repoblar otras zonas donde hacen falta. Cuando se capturan los jabalíes y los conejos, se les traslada a un centro de concentración donde los revisa el veterinario. Si todo está en orden, se les transporta a las fincas o a cotos de caza.
A día de hoy, la empresa tiene 104.000 suscriptores en YouTube, 19.700 seguidores en Instagram y 853.000 en Facebook. Los vídeos donde explica los entresijos de su particular labor acumulan miles de visualizaciones. Pencho sostiene que esta fama se debe a que a "muchas personas" les llama la atención un trabajo, el de la captura, que desconocen. "Lo que más me llena de orgullo es que la página [la web oficial de su compañía donde también comparte el contenido audiovisual] la siguen cazadores y no cazadores y a través de ella puedo mostrar a la sociedad los valores que tiene el mundo de la caza. Los cazadores no somos tan malos y eso es algo que creo que estoy consiguiendo hacer ver a la sociedad", expresó.
Entre los 'influencers rurales' más jóvenes destaca Laura Vallejo, una gallega de Meira (Lugo), que trabaja como operadora forestal. Empezó en el oficio para echar una mano a la empresa de la familia de su pareja. Empezó a crear contenido por dar a conocer a la sociedad una labor que la "la gente tiene al lado pero que desconoce" un trabajo desconocido. Y cree que su éxito se debe al "hartazgo" que empieza a producir la "perfección" de las redes sociales. "La gente está saturada de ver modelos que suben a sus redes fotos perfectas", afirmó, en unas declaraciones recogidas por El Economista.
Laura explica a sus 26.900 seguidores de Instagram técnicas que emplea en su trabajo, cómo funcionan determinadas herramientas o maquinaria pesada. Gracias a esta faceta divulgativa, la gallega, que no llega a la treintena, asegura que ha conseguido varios contratos con varias marcas de maquinaria. "Cuando llego a casa y ceno, me tengo que poner con las redes sociales, como otro trabajo más", declaró.
Hace unas semanas, algunas voces mediáticas del mundo rural, como Jesús Manuel Martín o Pencho Carrión, se unieron en una plataforma 'La Resistencia Rural', desde donde defenderán los valores y actividades del mundo del campo y fomentarán la unión de la España rural.
