Pedro Sánchez se comprometió a consultar a los 200.000 afiliados y al máximo órgano entre congresos de su partido los acuerdos que podrían posibilitarle la investidura. El calendario establecido por el PSOE fija para la semana que viene estas citas y a ellas Sánchez quiere acudir con resultados concretos, pues de lo contrario estaría anticipando su posible derrota en la sesión plenaria prevista para los días 2, 3 y 5 de marzo. Por esta razón, ha dado instrucciones a su equipo para que acelere la negociación y ponga en común, antes del martes, las coincidencias con Ciudadanos, el pacto que el líder socialista más valora, pues es el que entiende tiene menos contraindicaciones aunque, finalmente, no le permita por sí solo acceder a La Moncloa. Hoy hay prevista una nueva reunión de ambas formaciones.
"No conviene dilatar más la incertidumbre, hay que despejar hipótesis", se advierte en el PSOE
En el Partido Socialista se ha desatado una guerra de nervios y no solo está influida por el calendario interno de la organización. También está condicionada por el vacío político de dos meses abierto tras las elecciones del 20 de diciembre y por las expectativas que ha generado el propio Sánchez al someterse a una investidura sin los apoyos garantizados para superarla. “La situación económica es mala, muchas empresas se están descapitalizando en bolsa y vuelve a hablarse en algunos gobiernos europeos de la inminencia de un nuevo atentado yihadista. Somos un partido de Gobierno y tenemos que saber estar a la altura de las circunstancias, no nos conviene dilatar más la incertidumbre”, advierten fuentes de la ejecutiva de Sánchez.
El líder del PSOE está recibiendo también presiones de algunos barones territoriales para que se deje de rodeos y plante cara cuanto antes a Pablo Iglesias, descartando de forma contundente toda posibilidad de asumir el programa que le ha trasladado la formación morada. “Cuanto antes despejemos hipótesis que no conducen a nada, mejor, sobre todo si descansan en continuas provocaciones”, argumenta un parlamentario socialista miembro del comité federal, en alusión a los planteamientos que ha defendido Podemos en los últimos días para formar un Gabinete de coalición en el que, incluso, ha llegado a definir las secretarías de Estado con las que debería contar.
La oferta de IU descoloca al PSOE
Según fuentes del equipo negociador del PSOE, una de las principales dificultades que encuentra Pedro Sánchez para cerrar acuerdos con Ciudadanos, el PNV, IU y Compromís proviene de la resistencia de todos estos partidos a retratarse con los socialistas sin saber de antemano quiénes serán los protagonistas de la foto y ni siquiera si habrá foto final. En realidad, ninguno de ellos querría tener que ir a nuevas elecciones atados a un acuerdo con el PSOE después de ver cómo Sánchez fracasa en su investidura.
Los barones vuelven a pedir que se plante cara cuanto antes a Podemos
El problema para los socialistas se ha complicado después de la última oferta de IU, bien recibida por Podemos, para hacer una reunión a cuatro, junto a Compromís, con el fin de conseguir un acuerdo programático. Sin rechazar del todo esta posibilidad, la iniciativa ha dejado descolocado al PSOE porque está convencido de que si cede se le complicaría mucho el pacto con Ciudadanos, el sostén principal en el que confía para poder encarar desde posiciones centradas una nueva campaña electoral.
Desde Compromís, que juega esta partida con cuatro diputados, se advirtió este jueves de la dificultad de alcanzar un acuerdo de contenidos con la formación de Albert Rivera. El más claro ha sido el exvicepresidente Alfonso Guerra. “Pedro Sánchez tiene muy difícil gobernar porque la aritmética es implacable”. Pese a ello, reconoció su esfuerzo para evitar un impasse “que si se mantiene durante mucho tiempo puede ser muy perjudicial para el país”, señaló.