El presidente de la Generalitat y líder de ERC, Pere Aragonès, ha asegurado que para restablecer la confianza con el Gobierno de Pedro Sánchez por el espionaje a líderes independentistas "una reunión por sí sola no resuelve nada", y pide transparencia, asunción de responsabilidades y garantías de no repetición.
En una entrevista en el diario 'Ara' recogida este domingo por Europa Press, ha advertido de que si estas peticiones no se cumplen será "muy difícil" que el Gobierno pueda seguir contando con los apoyos de ERC en el Congreso durante esta legislatura.
Ha defendido que su encuentro con Sánchez en el Cercle d'Economia en Barcelona el viernes es insuficiente "ante un problema de esta envergadura", y asegura que le ha trasladado la necesidad de reunirse y que se han emplazado a hacerlo en un plazo que confía en que sea corto.
Ha explicado que espera que este encuentro sirva para "restaurar la confianza en la relación y la credibilidad, que hoy está extremadamente dañada no solo por el espionaje, sino sobre todo por la gestión que ha hecho el Gobierno español, que cada día que pasaba iba degradando todavía más la situación".
Aragonès también ha criticado la reacción de la ministra de Defensa, Margarita Robles, porque considera que "un gobierno democrático no puede tener una ministra que diga" que se espía a líderes políticos por el hecho de ser independentistas.
Preguntado por si cree que Sánchez conocía el espionaje, ha asegurado que para responder necesita "una transparencia absoluta que no hay" y que considera que de momento se está escondiendo mucha información, y urge al Gobierno a hacerla pública.
Pide un punto de inflexión
Sobre el espionaje a miembros del Gobierno, ha dicho que "si lo que pretendían era despistar al personal, es evidente que han fracasado" y considera que la gestión del Ejecutivo de Sánchez desde el primer día ha sido un desastre y requiere un punto de inflexión.
Para Aragonès, si no se produce este punto de inflexión, será responsabilidad del Gobierno haber hecho imposible un camino de diálogo iniciado hace un año y que por parte del Govern "tenía toda la voluntad de resolver el conflicto político con el Estado".
Mesa de diálogo y respuesta de Junts
Por otro lado, ha condicionado una nueva reunión de la mesa de diálogo a que se restaure "una confianza mínima entre las partes y restaurar la credibilidad también de este proceso", y asegura que su compromiso con el diálogo se mantiene inalterable porque considera que es el mejor camino para alcanzar la independencia.
Preguntado por si el escepticismo de Junts se ha visto reforzado con este caso, ha respondido que el escepticismo ya existía antes del espionaje y que su convicción absoluta, dice, es que al Estado se lo tiene que forzar a negociar, a lo que añade: "En momentos como el actual nos cargamos de razones para forzar al Estado a negociar".
"Respeto la posición de Junts, pero me reafirmo en que el camino de la negociación política es el adecuado, el que nos da más fuerza y el que nos permite ser absolutamente exigentes con un Gobierno español que en estos momentos no está a la altura", ha añadido.
Posibilidad de acuerdos a la CUP y Comuns
Preguntado por si apostaría por la vía unilateral de no quedar satisfecho con la respuesta del Gobierno, ha destacado la importancia de las "mayorías mucho más amplias y el apoyo internacional, que es mucho más fácil que pueda llegar si vas con la bandera del diálogo y la negociación".
En cuanto a los apoyos en el Parlament, ha asegurado que la voluntad del Govern es que vengan de parte de los socios que permitieron la investidura, por lo que asegura que no dejará "de seguir proponiendo a la CUP la posibilidad de llegar a acuerdos y también a otras fuerzas políticas, como los comuns".