El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha aplazado las declaraciones del presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, y otros tres directivos de la entidad previstas para los próximos 1 y 2 de julio a la espera de que la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) le remita varios informes solicitados, han informado fuentes jurídicas.
El magistrado debe, además, incorporar a la causa nuevas querellas de accionistas perjudicados presentadas tras su decisión de imputar al presidente del grupo alimentario y al consejero Alfonso Paz-Andrade la comisión de delitos de falseamiento de información económico-financiera, falseamiento de las cuentas anuales y uso de información relevante. Ruz también atribuye este último delito a los accionistas José Alberto Barreras y José Antonio Pérez-Nievas y a seis empresas accionistas de la compañía.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 aseguraba en un auto fechado el pasado 23 de mayo que los administradores de Pescanova "valiéndose de la información reflejada en las cuentas anuales (...) que no se ajustaba a la realidad" proporcionaron públicamente una imagen irreal de la situación económica de la empresa, lo que condujo a los querellantes a adquirir paquetes de acciones.
De hecho, el auto concretaba que entre los meses de agosto de 2012 y enero de 2013 varios analistas financieros recomendaron la inversión en estos valores en base a estos datos falsos. Varias de las querellas admitidas acusan específicamente a la entidad Sabadell BS Bolsa FI de haber procedido a la venta masiva de títulos de la compañía coincidiendo con una subida mientras aconsejaban la compra a sus clientes "por lo que consideran que podrían haber utilizado información reservada".
Ruz agregaba que las cuentas anuales de los ejercicios 2008, 2010 y 2011, los folletos informativos y otros informes financieros "no reflejaban la imagen fiel" de la compañía como se deduce del hecho de que sólo unos meses después su presidente comunicara a la CNMV su decisión de no formular sus cuentas de 2012 y manifestara sus dudas sobre la propia continuidad de la empresa. El pasado mes de marzo quedó suspendida la cotización de la acción y en abril, Pescanova solicitó la declaración de concurso de acreedores.