Fuentes jurídicas han informado de que, durante su declaración de este martes como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, Sousa ha señalado también que la auditora BDO conocía el estado de la compañía -con un agujero patrimonial de 927 millones de euros y una deuda de 3.674 millones- porque trataba directamente con los bancos, sin que nunca pusiera pegas a las cuentas.

Los servicios jurídicos del regulador barajaron esa posibilidad, según señalan fuentes bien informadas, ya que Sousa ni siquiera entregó las cuentas del segundo semestre. Algunos bancos le pidieron una actuación expeditiva, que pasaba por el cese del equipo gestor. Finalmente, la CNMV tutelará el proceso de forensic y aplicará las multas pertinentes. Sousa podría seguir como presidente si lo decide el juez concursal, pero los bancos no lo aceptarán. 

Nuevo Hecho Relevante: Sousa, en un arrebato de 'buenismo', vendió sus acciones usando información privilegiada, para dotar de liquidez a la empresa, un 1% por encima del tipo que fija la ley. Es decir, al 5%, un tipo superior al que facilitarían crédito numerosas entidades bancarias. La historia toma unos derroteros surrealistas y pide un golpe de sensatez inmediato.