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Varios fondos, entre ellos CVC, estudian comprar parte de la deuda de Pescanova

Además, los acreedores instan a nuevas reuniones urgentes con Deloitte antes de socorrer financieramente a la compañía: todavía siguen sin tener claro hacia dónde irán ciertos pagos. Si no hay información, no hay dinero. 

El elevado número de acreedores de la empresa alimentaria gallega hace inviable la refinanciación, pero son muchas las voces que apuntan a una aparición de fondos que compren paquetes de deuda con importantes descuentos, algo que ha ocurrido en otras empresas como La Seda. Aunque son varios, fuentes de mercado indican que CVC ha sido uno de los que ha realizado algunos contactos.

La solución financiera de Pescanova pasa por una venta de activos, una quita y un plan de futuro sostenible con el negocio industrial y el perímetro de deuda. Es en estos momentos cuando aparecen los fondos oportunistas o ‘buitre’ comprando esas carteras de crédito con un importante descuento para después, capitalizarla y convertirse en accionistas de referencia de la compañía.

Ha ocurrido en La Seda con Anchorage y desde las entidades acreedoras confirman el interés de estos fondos, aunque sea “casi por obligación, ya que muchos de ellos están obligados a justificar su presencia en España ante la falta de operaciones”.

Aunque todavía falta tiempo para que haya visos de futuro para Pescanova, lo cierto es que las carteras crediticias pueden ser vendidas en cualquier momento.

Los bancos acreedores han señalado ya que será inevitable una capitalización de parte de la deuda en acciones y, previsiblemente, la asunción de una importante quita. Asimismo, la venta de activos y en este sentido, será básico conocer el estado en el que están las licencias de pesca de Namibia o Mauritania, uno de los principales activos de la compañía.

¿Para qué?

Sobre el futuro de la entidad, este martes se celebró el primer encuentro entre el administrador concursal Deloitte y el comité de acreedores. Deloitte insistió en la urgencia de desembolsar algo más de 50 millones de euros para las necesidades más urgentes de liquidez de la firma, pero los bancos todavía no acaban de ver clara la situación.

Según fuentes financieras, el administrador justificó la mitad de la cantidad para atender las filiales latinoamericanas en suspensión de pagos (Chile y Argentina) o a punto de estarlo, pero no terminan de tener claro el destino de la otra parte del efectivo.

Para ello, han insistido en nuevas reuniones con Deloitte (se habla de que este miércoles mismo podrían tener lugar) para establecer un mapa de pagos definido. Desde Vozpópuli ya hemos señalado que los bancos no quieren dejar caer la compañía ni tampoco el administrador concursal. Para ello, exigían en primer lugar la salida del expresidente, Manuel Fernández Sousa y luego un plan de negocio sostenible, que, entre otras cosas, recoja de manera milimétrica dónde va el futuro dinero inyectado. 

Además, ayer se supo que algunos accionistas han demandado a título personal al ex presidente. Hasta la fecha, sólo lo había hecho el sindicato Manos Limpias, aunque la CNMV ha pasado información a la Fiscalía por si fuera preciso abrir diligencias. 

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