La crisis en Pescanova continúa arrojando episodios. Este lunes, ha sido Iberfomento quien desmiente radicalmente a su presidente, Manuel Fernández Sousa.
El pasado jueves tuvo lugar una reunión extraordinaria del consejo reclamada por varios accionistas, después de que la compañía presentara preconcurso de acreedores al no presentar sus cuentas. La cúpula lo justificó ante la imposibilidad de refinanciar la deuda. La CNMV inició una investigación por abuso de mercado y falta de transparencia y Pescanova reconoció ciertos desfases patrimoniales. Finalmente, se celebró el pasado jueves dicha reunión, tras la cual, el presidente de la compañía, comunicó que continuaban adelante con sus planes de refinanciación, con el apoyo unánime del consejo. Un comunicado que llamaba a la calma.
Al día siguiente, los accionistas y consejeros Damm (familia Carceller) y Luxempart desmentían este apoyo unánime y solicitaban más consejos extraordinarios para seguir tratando de delimitar, junto al auditor, el alcance del desfase patrimonial. En el acto, de nuevo apareció Sousa, insistiendo en que había recibido apoyo y que no habría más consejos extraordinarios. Un espectáculo que algunos acreedores calificaron de "impresentable". Hoy, lunes 18, el fondo Iberfomento, también consejero, ha publicado otro Hecho Relevante, que desmiente taxativamente a Sousa y se alinea con los otros dos accionistas citados.
Se fue antes
Iberfomento, con algo más del 5% de Pescanova entre participaciones directas e indirectas, (está presente en otras compañías alimentarias como Natra), señala que se ausentó del consejo del jueves 14 a las 16,30, sin que hasta entonces hubiera aparecido el auditor, BDO, “tal como habíamos requerido”, ni fue presentada ni sometida a votación ninguna propuesta de restructuración de la política financiera de la empresa.
Por lo tanto, “cualquier resolución que se hubiera tomado, habría sido sin nuestro voto”. Este desmentido llega tras el cruce de comunicados realizados entre Pescanova-Sousa y Carceller-Luxempart. Sin embargo, Iberfomento, presidido por José Pérez-Nievas, no ha actuado en connivencia con estos últimos, según señalan fuentes cercanas al consejo. Es otro miembro claramente disconforme con la situación de la compañía.
Los acreedores, presionados
No sólo son varios consejeros los que denuncian ocultación de información y denuncian una crisis total en la empresa. Los acreedores también se muestran muy preocupados. El pasado viernes, el pool bancario de algo más de 40 entidades celebró una reunión de urgencia en la sede de Deutsche Bank (fueron alrededor de 80 ejecutivos) para intentar calibrar en cierto modo el importe total de la deuda y en ella se creó un comité delegado para intentar delimitar el perímetro real de la deuda.
Aunque todavía es pronto para realizar afirmaciones definitivas, ya que las cuentas de la compañía siguen sin presentarse, fuentes del pool comentan que el importe total de la deuda estará comprendido entre los 2.500 y los 3.000 millones de euros. Una situación dramática, para la que los miembros del comité sugirieron la contratación del banco de inversión Rothschild y la auditora KPMG (también sonó Deloitte), aunque en este fin de semana las llamadas han sido intensas por parte de otras empresas de la competencia para entrar en la operación.
Reunión secreta
Este martes 19 vuelven a reunirse los acreedores en Madrid, aunque no ha trascendido el lugar. Sobre Pescanova, de momento, continúa sin haber novedades. No hay convocado consejo extraordinario y en teoría la auditora presentará su informe definitivo esta semana para que puedan ser formuladas las cuentas de la compañía. Cuestión que se antoja dudosa o, cuando menos, polémica, a tenor de la grave crisis y el enfrentamiento absoluto en el consejo.
Conviene recordar que Pescanova sigue suspendida de cotización y sufre una investigación por parte de la CNMV por abuso de mercado y falta de transparencia. Esta semana habrá muchas más novedades, sin duda.
