La irrupción de iniciativas de confluencia política como Guanyem Barcelona --el proyecto de Ada Colau que sondea a ICV, CUP, Podemos y Procés Constituent-- o Municipalia --simpatizantes de IU, de la formación de Pablo Iglesias, Equo y activistas de movimientos sociales-- ha avivado el debate interno en los círculos del partido de moda. Desde la portavocía de Podemos, tras acoger con agrado que surjan proyectos de este tipo, se ha afirmado que deberán ser sometidos a escrutinio y discusión en las asambleas ciudadanas del partido. Sin embargo, mientras tales consultas se producen, ya hay voces que lo tiene claro: no pactar con IU-ICV hasta que tengan lugar las próximas elecciones municipales y autonómicas, previstas para la primavera de 2015.
Según ha podido saber Vozpópuli, los partidarios de seguir el camino emprendido, de avanzar sin ligaduras que supediten al tacticismo de otras siglas, están lanzando mensajes en esta dirección a los cuadros del partido, especialmente al grupo promotor que puso en marcha Podemos y al comité organizador encargado de los preparativos de la gran Asamblea Ciudadana de otoño. "Somos autosuficientes y lo hemos demostrado en las últimas elecciones europeas", esgrimen.
En este sector está extendida incluso la idea de que "IU da cobertura a la casta política y económica" y remiten para justificar tal percepción a los pactos que mantiene la coalición con el PSOE en Andalucía y el PP en Extremadura, a su participación en la renovación del CGPJ o al pasado reciente de su presencia en el Consejo de Administración de Bankia a través de José Antonio Moral Santín.
Los fans de Iglesias que apuestan por concurrir en solitario a los próximos comicios, evitando el desgaste en la búsqueda de alambicadas alianzas de izquierdas, subrayan que "si hemos conseguido estar en las instituciones --en alusión al Parlamento europeo-- sin ayuda de otras fuerzas, qué hacer pensar que no podamos volver a repetirlo". Este optimismo, un tanto eufórico, refuerza la tesis de que Podemos ha llegado para quedarse.
De hecho, este pensamiento coincide mucho con una habitual reflexión del líder de Podemos, que aparece recogida en el libro que acaba de ver la luz Conversación con Pablo Iglesias, de Jacobo Rivero (editorial Turpial). En esta entrevista, el politólogo expone con nitidez el itinerario de Podemos: "Nosotros tenemos una voluntad de gobierno desde el principio, no es sólo una voluntad destituyente de lo que existe y que nos ha llevado a la ruina, es una voluntad constituyente, queremos hacer políticas públicas".
"No tenemos vocación de ser la opción de la protesta o de la indignación, sino la opción de la responsabilidad de Estado", sostiene Iglesias
En este sentido, el profesor de Políticas en la Universidad Complutense añade: "Hemos hecho un programa con medidas que aplicar desde la primera semana de gobierno y quizá un día tengamos que hacer una rueda de prensa en la que presentemos los nombres de lo que sería un gabinete de Gobierno eficaz para dirigir un país y que se pondría a trabajar en un nuevo pacto que atienda como objetivo la calidad de vida de los ciudadanos". "No tenemos vocación de ser la opción de la protesta o de la indignación, sino la opción de la responsabilidad de Estado y de asumir el compromiso con nuestro país", apostilla.
En el libro, el eurodiputado también deja mensajes entrelíneas para Izquierda Unida. Por ejemplo, cuando analiza la reacción de la coalición a la abdicación de Juan Carlos I, esto es, el ímpetu con que convocó manifestaciones a favor de la República. "Había que ser muy torpe para entender que el problema de la abdicación tuviera que ver con una división entre republicanos y monárquicos, con volver a sacar las nostalgias de la II República, que por desgracia yo creo que algunos lo entendieron así, pero eso es no entender nada. Hay una mayoría de españoles que tienen perfecta capacidad para decidir cuál es su futuro, independientemente de cuál sea su procedencia ideológica", apunta.
Pulso con Elena Valenciano
La organización interna del Parlamento Europeo ha hecho coincidir en las mismas mesas de trabajo a Pablo Iglesias con la cabeza de lista del PSOE, Elena Valenciano. El politólogo se verás las caras con la dirigente socialista y podrá arañar votos al PSOE por este flanco tanto en la comisión de asuntos exteriores de la Eurocámara o en la subcomisión de derechos humanos.