Las dos almas del Gobierno vuelve a chocar a cuenta del reparto de los 11.000 millones para empresas anunciados por el presidente Pedro Sánchez a finales de febrero. El partido liderado por Pablo Iglesias quiere que al menos 8.000 millones se destinen a transferencias directas a empresas y avisan que deben ser gestionadas por el Estado para que sean homogéneas en todo el territorio. Por su parte, la vicepresidenta Nadia Calviño y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, han diseñado un plan que incluye reestructuraciones de las deudas del ICO (Instituto Crédito Oficial), recapitalización de empresas con créditos participativos y deuda subordinada y transferencias directas a través de las autonomías.
Con estas diferencias como telón de fondo, el Gobierno de coalición está negociando el Real Decreto Ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial. Una de las prioridades de las ayudas son las empresas de hostelería, turismo y comercio, que han sido las más perjudicadas por la pandemia.
Unidas Podemos ya ha avisado de que es "prioritario" concentrar la mayor parte de las ayudas en transferencias directas a las empresas y poner condiciones para su reparto.
En este sentido ha planteado al Ministerio de Economía que dirige Nadia Calviño que las ayudas directas queden reguladas en una norma estatal para que sean iguales en todo el territorio y ha propuesto un fondo que "no debe transferirse a las Comunidades Autónomas".
Según las líneas generales de la propuesta de la formación morada, que ha conocido EFE, las ayudas no deben limitarse a determinados sectores, sino que deben estar abiertas a todas las empresas que las requieran, aunque abogan porque estén condicionadas al mantenimiento del empleo "para evitar abusos o malas prácticas". En este sentido, el mantenimiento del empleo podría estar entre el 70% y el 80% de la plantilla entre 2021 y 2022. A este objetivo también se le podría añadir el compromiso de la empresa que reciba estas ayudas de abandonar en tres años el Régimen de Tributación por módulos.
Reembolso de las ayudas al Estado
Podemos avisa de que en caso de que estas condiciones no se cumplan, las ayudas serían reembolsadas al Estado y además incide en que solo se debería acceder a las mismas con una caída de facturación de entre el 30% y el 40% en 2020 respecto a 2019.
De ser así, podrían cubrir hasta un determinado porcentaje de sus costes fijos -entre el 70% y el 80% y en ningún caso cubrir costes de los ERTE.
Los socios de Gobierno de Sánchez también ven conveniente posponer el proceso de reestructuración de deuda de las empresas y en todo caso no creen que se deba distinguir en la reestructuración de las empresas que han utilizado préstamos del ICO o las que usaron recursos propios para afrontar la pandemia.
La restructuración de las deudas del ICO y el mecanismo de recapitalización deben ser instrumentos secundarios, mientras que el fondo de ayudas directas debe ser el prioritario, han dejado claro a Calviño al argumentar que el problema de los negocios es de falta de ingresos y que una reestructuración no va a evitar caer en la insolvencia.
Calviño aseguró recientemente en el Congreso que está analizando junto al Banco de España y al sector financiero la solvencia de las empresas de turismo y hostelería con problemas de sobreendeudamiento para detectar dónde destinar el paquete de ayudas y adelantó que se trataría de unas ayudas dirigidas a empresas, pymes y autónomos de los territorios más afectados por la pandemia, sobre todo en los sectores del turismo y la hostelería.