Podemos se pone un pin. Los morados creen superada "la tesis de Yolanda Díaz", como la describen fuentes del partido, de que son irrelevantes en el nuevo contexto político. Y están convencidos de que el ruido protagonizado por su 'número dos', la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sido decisivo. Montero ha sido protagonista en las últimas semanas de sendas broncas en el Congreso: con Vox, que le dijo que su único mérito era "haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias", y con el PP, al que acusó de "promover la cultura de la violación".
En la sede de Francisco Villaespesa creen que Yolanda Díaz ha cometido el gran error de darles por muertos, algo que evidenció apoyando el veto del PP a Victoria Rosell, la candidata morada para entrar en el Poder Judicial. Aunque todavía apuestan por aliarse con la 'dama roja' por ser la mejor candidata posible. Eso sí, en el mientras tanto y por si las moscas, los morados han catapultado a Montero como candidatable tras sus polémicas: "Podemos ha recuperado su relevancia y la hipótesis de Yolanda y su equipo de que Podemos ya no contaba, tesis que coincidía con los intereses del bipartidismo, se ha desvanecido", zanja una fuente que conoce bien la maquinaria del partido.
La tensión entre Podemos y Yolanda Díaz está en máximos. Y es que parte de la campaña en favor de Montero se ha alimentado con la vicepresidenta segunda de viaje oficial en México. Mientras, Podemos no hace más que recordar que todo lo que rodea al proyecto de su lideresa en Moncloa es una entelequia y que ellos sí son algo real. Y, además, han demostrado que son capaces de crear una candidaura en apenas un fin de semana.
La guerra por su cuenta
Pero Sumar sigue generando incertidumbre en Podemos, ya que creían que a estas alturas de año, los planes de la 'dama roja' se habrían definido. Ante esta situación, los morados ya han empezado la guerra por su cuenta para las municipales y autonómicas. Y casi también para las generales, donde esperan llegar a un acuerdo de tú a tú con Yolanda Díaz, aunque tampoco les va la vida en ello.
Lo cierto es que Montero, cuestionada por su ley estrella -la conocida como 'solo sí es sí' de garantía sexual- ha estado sometida a una enorme presión. Desde la judicatura hasta su propio socio de Gobierno, pasando por la oposición. Una gran mayoría puso en entredicho la redacción de la norma tras la rebaja de penas a los condenados por abuso sexual. Un efecto indeseado que ha manchado su currículum político por mucho que el criterio de la Fiscalía echara un capote a Igualdad. Por eso, en Podemos echaron la culpa al Ministerio de Justicia. La situación política de Montero es controvertida y ella se ha valido de las polémicas para esconder su debilidad en el cajón. Solo los suyos la arropan con fuerza.
En el PSOE ven a Podemos haciendo ruido porque no quieren caer en la irrelevancia. El partido necesita ser visible a base de gresca. O bien porque la da o porque la recibe. Por eso, las fuentes consultadas en el grupo socialista lamentan que los morados estén empeñados en 'aliarse' con los de Santiago Abascal. "[Irene Montero] le hace el juego a Vox para hacer crecer a Podemos", sintetiza una de ellas. Ese es el juego. Los morados están empeñados en romper toda tendencia bipartidista.
Los avisos
Pero la guerra con Díaz es cruenta. Como ya contó este diario, los morados han vetado a la ministra de Trabajo hacer campaña por candidatos que no pertenezcan estrictamente a alguno de los partidos que forman la coalición de Unidas Podemos o a cualquier otro con quienes los morados cierren alguna lista conjunta. En plata: Podemos no quiere que los intereses de Sumar interfieran en sus planes. Nada de fotos con Mónica García o Joan Baldoví. Y nada de repetir la experiencia de Andalucía: "Lo importante es la unidad. Pero no pueden seguir repitiéndose los errores que arancaron con el acto de Andalucía", explica una fuente morada de peso.
En verdad, Yolanda Díaz está empeñada en levantar un cordón sanitario a la cúpula estatal de Podemos. Vamos, a hacer oídos sordos. La vicepresidenta segunda no tiene problemas en rodearse de todos los partidos a la izquierda del PSOE. También de Podemos. Pero solo de algunas ramas autonómicas. Y es que, según las fuentes consultadas por este diario, el problema es que la titular de Trabajo no invita a ni un solo miembro de la dirección estatal. Mientras que sí tiene a bien sumar a los equipos territoriales de Podemos.
La negociación la pasada primavera para crear la marca Por Andalucía dejó a la izquierda muy tocada. Y, aunque se mantienen cauces de comunicación entre los partidos de Unidas Podemos, se avecinan tiempos turbios, como reconocen las fuentes consultadas por este diario. La tensión anda disparada. Yolanda Díaz decidió que su proyecto no llegaría a tiempo para examinarse en las urnas el próximo 28 de mayo, algo que en Podemos sentó a cuerno quemado porque le pidieron encarecidamente que se diera prisa para armar cuanto antes un proyecto atractivo. Pero la 'dama roja' hizo caso omiso. Ella maneja sus tiempos y decide con quién se junta.