La distancia con Venezuela que ha marcado Podemos en los últimos meses no pasa inadvertida para el régimen de Nicolás Maduro. En un último episodio, el secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias, se ha ofrecido como mediador ante el Gobierno de Nicolás Maduro para permitir la entrada en el país del expresidente Felipe González, que forma parte de la defensa de los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma. Este gesto ha irritado al chavismo, que ha deslizado a través de un portal afín, Misión Verdad, una dura crítica contra Pablo Iglesias y la "deriva" de su partido.
Preguntado el eurodiputado el pasado domingo en una entrevista en el diario El Mundo sobre si "estaría dispuesto a apelar al Gobierno de Maduro para que deje entrar a Felipe González", el líder de Podemos contestó: "Sí, sí. Y es bien sabido que yo no tengo ninguna simpatía por Felipe González, pero me parece una cosa saludable que entre en Venezuela, dé conferencias, se posicione políticamente, claro que sí". Este posicionamiento de Iglesias, aceptando el papel de mediador, ha tenido rápida respuesta desde la prensa chavista, que ha calificado el gesto de "ridículo". En declaraciones este jueves al programa Al Rojo Vivo de La Sexta, el eurodiputado se ha retractado de lo afirmado el domingo y ha señalado que no va a actuar como mediador.
El artículo que publica Misión Verdad, con el título La indefinición de Podemos, analiza cómo el descenso del partido se inicia cuando la dirección del partido "decide distanciarse de Venezuela y tirarse hacia el ilusorio centro político, como consecuencia de la ofensiva de la 'casta' (el PP-PSOE) para contener cualquier tipo de cambio". Según el portal chavista, Iglesias y los suyos, perseguidos por la frase "nos van a convertir en Venezuela", comenzaron a "sufrir el clásico culillo (miedo) que vive la 'izquierda' cuando observa el poder real frente a sus ojos".
"En vez de hacerse cargo de su pasado como colaboradores de segunda fila de Chávez, legitimaron que eso era una carga", critica la prensa chavista a los líderes de Podemos
Desde Misión Verdad afirman que Podemos tomó el camino equivocado cuando "en vez de hacerse cargo de su pasado como colaboradores de segunda fila de Chávez, legitimaron que eso era una carga, un peso en la espalda". Tanto Iglesias, como su número dos, Iñigo Errejón, y el dimitido Juan Carlos Monedero han sido asesores del régimen bolivariano, los dos primeros a través de la fundación Ceps, y el tercero a título individual. El exsecretario de Programa prestó servicio de consultoría a Venezuela a través de su empresa Caja de Resistencia Motiva2, con la que facturó 425.150 euros en dos meses de 2013.
El portal afín al régimen bolivariano señala que Podemos debió repeler las críticas sobre Venezuela por alguna de las dos vías posibles. Por un lado, plantea que Iglesias y su equipo podrían haber "minimizado los aspectos negativos del sentido único creado sobre el chavismo y resaltar los elementos políticos dañinos que representa Venezuela para el actual régimen español". La otra opción, subrayan, era "directamente responder ambiguamente y no referirse más al tema".
(Sequera, de 'Misión Verdad', junto al ministro Iturriza. / O. Herrera / MPPC)
Para Misión Verdad, los líderes de Podemos cayeron en el error de "legitimar la densidad y profundidad de la campaña contra Podemos por ser 'chavista' y utilizaron el tema para desmarcarse y tirarse hacia el centro político con el fin de ablandar el discurso". En este sentido, la web chavista les reprocha que intentaran "captar más de lo que podían captar, bajo una típica estrategia de marketing político de encuestas (no de disputa de poder real) que tipifica a Ledezma y Leopoldo López como 'presos políticos' por conveniencia".
En la entrevista de El Mundo, Iglesias eludió el terminó "presos políticos", pero condenó "el que alguien por sus ideas políticas pueda estar en prisión". La última alineación de Podemos con Venezuela que causó gran revuelo en la opinión pública se remonta a mediados de marzo cuando Iglesias y sus compañeros votaron en Estrasburgo en contra de la liberación de estos opositores. Desde este episodio, que es obviado en el artículo de Misión Verdad, Podemos no ha recuperado el espacio perdido en las encuestas. Tampoco hay mención en el texto a la discreta reunión que el partido de Iglesias mantuvo con Mitzy Capriles, esposa del alcalde de Caracas Antonio Ledezma.
Esta web chavista tiene como editor y jefe de redacción a Diego Sequera, conferenciante el pasado abril junto al ministro venezolano de Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, en el Foro Permanente de Pensamiento y Acción. Ambos compartieron mesa en el coloquio La política del odio, cartografía de la derecha, dentro de estas jornadas celebradas en la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Ciudadanos, como partido de la "buena onda"
El análisis de Misión Verdad acusa al "régimen bipartidista y oligárquico" de llevar a Podemos "al coliseo romano donde mejor sabe jugar, el centro político" y de "inventar un partido espejo de la 'buena onda', Ciudadanos, que con un liderazgo juvenil, apolítico y oenegístico, culminó por darle el toque final a la exitosa estrategia de contención de Podemos". La formación de Iglesias, según el citado portal, "corre el serio riesgo de convertirse en un partido útil para contener el descontento dentro del sistema político español, y así darle la pluralidad inmóvil de centro que le faltaba para relegitimarse".
El medio de Sequera también cuestiona que Podemos no siga los pasos de Syriza en Grecia, que "no entró en la politiquería, ni en el mal menor, ni en disfrazarse" y que "incluso se declaró chavista y ganó las elecciones con la bandera unificadora de salvar vidas, no bancos". "Ahora en el poder -continúa el texto- es cuando verdaderamente entra a disputar contra el poder real de Europa, pero desde una posición no de sumisión ni de abonar el 'statu quo' sino de romper la inercia y abrir una grieta desde la responsabilidad de conducir un Estado".
El altavoz chavista concluye avisando a Podemos que "la indefinición, la pose, el miedo a ser excluido del sentido común, no son estrategias políticas viables cuando se pretende romper un régimen atrincherado y armado para dar la pelea hasta su muerte".
