El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Policía ha enviado una circular a los agentes en contacto con los inmigrantes que llegan de África ante la "alarma" que ha creado el posible riesgo de contagio de enfermedades y, entre otros consejos, les recomienda vacunarse contra la hepatitis B.
En la circular, a la que ha tenido acceso Efe, se recoge un estudio realizado en 2017 por Cruz Roja en Canarias sobre un total de 702 personas que llegaron en embarcaciones a la costa y que muestra que el 82 % de los inmigrantes estaba libre de enfermedades.
Más del 15 % tenía hepatitis B, un 1,28 % era portador de VIH y un 0,71 % padecía hepatitis C; se había detectado algún caso de tuberculosos, pero la prevalencia era mínima.
Con esa radiografía, la Policía ha elaborado una lista de recomendaciones para los agentes que tratan directamente con los inmigrantes que llegan por mar a las costas españolas o que acceden a través de la frontera entre Marruecos y Ceuta.
La hepatitis B, recuerda el servicio, afecta principalmente al hígado y su vía de contagio más común es por sangre, aunque también puede darse por la saliva o el semen; existe vacuna, pero no para la hepatitis C ni para el VIH, apunta.
Sobre la tuberculosis, señala que se transmite a través de aire, cuando la persona enferma tose, estornuda o escupe y expulsa bacilos a través de gotas de saliva.
El riesgo de sarna
En la circular se cita también la sarna, porque, aunque no se han detectado casos, la unidad considera necesario explicar en qué consiste para que "disminuya en lo posible la psicosis que se ha producido" entre los agentes.
Según explica, es un parásito que "infecta la capa más superficial de la piel" y puede provocar erupciones, irritación y mucha picazón. Se necesita un contacto prolongado, aunque excepcionalmente puede encontrarse en ropas o mantas, por lo que aconseja a los agentes "evitar rozarse" con prendas hayan estado con los inmigrantes.
Además de que los agentes revisen sus vacunas y se inmunicen ante la hepatitis B, en la circular se aconseja que se desinfecten y protejan las heridas que puedan tener antes de comenzar el servicio y las cubran con tiritas o apósitos y que empleen guantes de un solo uso para el contacto con inmigrantes aparentemente enfermos.
En "contactos a corta distancia" con personas que pueden tener alguna enfermedad que se transmita por aire, recomienda también el uso de mascarillas desechables.
Para los cacheos, el equipo de prevención aconseja que los agentes no vacíen los bolsillos de los inmigrantes " introduciendo la mano en ellos", sino que ellos "vuelquen el contenido sobre alguna superficie para su posterior inspección".
Por último, también recomiendan el lavado de manos antes de "abandonar el trabajo, de comer o de fumar un cigarro".