La Policía Nacional tiene muy encaminada la investigación por la presunta compra de votos en Melilla. Los agentes de la Brigada Provincial de Información tienen puesto el foco en cerca de 60 personas que pagaban unas cantidades de entre 50 y 150 euros por papeleta, según informan fuentes del caso a Vozpópuli. Con el avance de las diligencias han comprobado que, en algunos casos, los implicados llegaban a dejar de una tacada casi medio centenar de sobres en las oficinas de correos de la ciudad. El caso se inició por la denuncia de una agresión que sufrió una cartera.
En el epicentro de la trama está la figura de Mustafa Aberchán, el presidente del partido Coalición por Melilla. Se da la circunstancia de que este hombre no se puede presentar a los comicios porque fue condenado en 2021 a cinco años de inhabilitación por un delito electoral. En esa sentencia se corroboró que Aberchán compraba los votos a cambio de planes de empleo. Estas fuentes subrayan que el presidente del partido sigue al frente de la formación en la sombra.
Una persona con 50 votos
Toda la investigación del presunto fraude electoral comenzó hace varias semanas cuando los carteros de Melilla comenzaron a sufrir atracos y agresiones. Una de estas funcionarias fue la primera que denunció la situación. Un día después, otro joven fue amenazado con un cuchillo por unos asaltantes que buscaban los sobres que portaba en su saca. Se los dio porque vio peligrar su vida. A lo largo de este tiempo se han producido tres agresiones graves a estos empleados. Las sospechas de esta trama data de antes del comienzo de la campaña.
Desde ese momento, los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil están escoltando a los trabajadores de correo y haciendo guardia a las puertas de las oficinas. Los investigadores han encontrado casos en los que una persona llevó 50 votos electorales.
Los miembros de esta organización buscan principalmente a gente que no quiera ir a votar en las elecciones del próximo 28 de mayo. Les convencen para que soliciten el voto por correo por una cantidad económica que oscila entre los 50 y los 150 euros. El precio de cada papeleta depende del trato al que lleguen y varía según la persona. En los últimos días ya se había reducido el montante que ofrecían por la documentación.
Los agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional han emitido un primer informe con los datos preliminares del caso. Las pesquisas apuntan que los implicados en la trama actúan como una auténtica organización criminal con varios escalafones. Los investigadores están reuniendo pruebas porque sospechan que todo está orquestado por Aberchán, aunque las fuentes consultadas destacan que será complicado relacionarle con el resto del organigrama. La búsqueda de votos se ha producido tanto en grupos de mensajería como en el denominado 'puerta a puerta'. El objetivo principal en estos momentos de la Policía es seguir el flujo del dinero.
Grupos de compra de votos
La ofertas de este negocio ha corrido como la pólvora por Melilla. Antes del comienzo de la campaña electoral ya se inició el rumor en la ciudad de la compra de sufragios. Eso sí. Los que captan los votos se cuidan en todo momento de no decir la papeleta de qué partido se encuentra dentro de los sobres que depositan en las oficinas.
Una vez que se cierra el trato, los delincuentes dan el dinero acordado cuando los ciudadanos reciben la documentación para votar y se las proporcionan. Un grifo que se ha cerrado gracias a que las fuerzas de seguridad están escoltando a los carteros. Los agentes han llegado a encontrarse casos de que una misma persona recibe en su domicilio el voto de dos familiares.
Desde que la Delegación del Gobierno en Melilla estableció el refuerzo de seguridad no se han producido nuevos incidentes. Este operativo también tiene como puntos de referencia el puerto, el aeropuerto y la frontera terrestre para evitar una salida masiva de votos por correo.
La Policía trata de relacionar al cabecilla con la compra de votos
Los investigadores tienen muy avanzadas las pesquisas pero desconocen si se podrán practicar detenciones antes de la jornada electoral del próximo 28 de mayo por los tiempos judiciales. El principal esfuerzo de los agentes es relacionar la masiva compra de votos con el líder de la trama que está en el epicentro de las diligencias.
Tampoco se descarta que los tentáculos de la organización hayan podido llegar a otros municipios de la Península ya que los policías han incautado votos en los maleteros de algunos coches. Entre los sesenta investigados se encuentran políticos. Al presidente del CPM, al que aún no han imputado ningún delito. El juzgado ha decretado el secreto de las actuaciones. No se descarta que tenga que citar a declarar a cientos de personas que hicieron negocio con su derecho al voto.
Según los datos oficiales del Ministerio del Interior, a cierre del jueves que fue el último día para solicitar el voto por correo, un total de 11.707 personas habían pedido el voto por correo en Melilla. Cerca del 20% del censo. Por el momento (datos del viernes a las 12.00) solo han ejecutado y presentado ese voto 921 personas, un 7,8% de las solicitudes.
Sprngr
Democracia jajajaja, después se quejan de Franco, un buen negocio es esta "democracia", que se la metan por dónde les quepa.
DANIROCIO
que noticia mas penosa y triste ,parece que estamos en un pais bananero y chabacano donde todo se hace por dinero,subvenciones y paguitas,es que no hay nadie con un poco de intelecto para gobernar este pais que todo se soluciona con gente dispuesta a la corrupcion y vivir del cuento que pena y que asco con los politicos de este pais que solo piensan en ellos importandoles un bledo los demas
Pablito 1
No se puede hablar de sospechas al existen evidencias de la injerencia en la política actual de España de la dictadura marroquí. El enfermizo, pervertido y amanerado Mohamed, ejerce sobre Pedro Sánchez y su tropa un total control, que no sabemos claramente el porqué, aunque sospechamos los motivos que les tiene cogido y bien cogido al Sanchismo para que acate aceptado cuando vomite el sultán contra España a la que odia y no disimula hacerlo. Es una nueva invasión del territorio español generada por los silencios de Pedro Sánchez que hace a lo Don Rodrigo de traidor entregando el país a este malsano dictador marroquí. Hoy se debería vigilar mezquitas con rigor, casi con los mismos niveles que utilizó la Inquisición y además, más del 50% de marroquíes, que no están en España precisamente para trabar o delinquir vigilarlos también y ni un solo euro poder enviar a Marruecos, desde ya. El vía libre que existe en Ceuta y Melilla sobre la población marroquí asentada allí, se deben de tomar medidas, y aunque salga por ahí algún juez que diga que es legal, prohibirles que puedan ejercer cargo público en la administración del estado español.