La Policía Nacional investiga el recorrido que realizaron Ángel y Fernando los dos primos que desaparecieron y cuyos cadáveres se encontraron en un vertedero de Toledo. Las indagaciones de los agentes han permitido aclarar que la última imagen de los menores fue en la estación de autobuses donde perdieron el transporte de vuelta a Madrid, según han informado fuentes de la investigación a Vozpópuli.
El último fotograma de los primos corresponde a las imágenes de seguridad de la estación de Toledo. Los chicos perdieron el autobús de vuelta a Madrid. Momentos antes fueron captados por las cámaras de un hotel, el día que llegaron. En ese alojamiento no se pudieron quedar porque los dos eran menores y no tenían un tutor legal que les ayudara.
Fueron a un hotel a comprar agua
Al ver las dificultades para poder contratar una habitación compraron una botella de agua y se marcharon del lugar a la espera de acontecimientos. Las familias de Ángel y Fernando tienen que claro que los dos primos viajaron de Madrid a Toledo para encontrarse con la expareja del menor de 17 años.
Una vez que se localizó el cadáver del mayor de los chicos en el vertedero, la familia de esta chica se marchóde sus casas y ahora denuncian haber sufrido agresiones y amenazas de muerte. "No nos escapamos de la justicia, nos vamos por miedo porque nos quieren matar", asegura la madre de esta joven.
La Policía inspecciona dos veces la casa de Toledo
Precisamente, la casa de Lucía, la novia de Fernando en Toledo, ha sido inspeccionada en dos ocasiones por la Policía Nacional que se encarga de la investigación. La última vez fue el pasado jueves. Esta vivienda, que estaba okupada, fue pintada recientemente pero los agentes que se encargan de las diligencias desligan este suceso con la desaparición o muerte violenta de los dos menores, según fuentes policiales.
El cadáver de Fernando, el mayor de 17 años, se localizó cinco días después de su marcha en el vertedero de Toledo. La identificación tardó seis días en concretarse que fue cuando se comunicó la triste noticia a los familiares. Cuando se confirmó, los familiares de su exnovia se marcharon de sus casas.
La búsqueda del cuerpo de Ángel en el centro de residuos dio sus frutos este miércoles cuando los agentes de la Policía Nacional hallaron un pie, que corresponde con el de un menor, y otros restos humanos, además de un pantalón, según fuentes policiales. Todo ello, tras semanas de una intensa búsqueda por parte de los investigadores en la amplia zona donde se han concentrado casi 10.000 kilos de basura.
La Policía no ve indicios de criminalidad
La Policía Nacional no ve indicios de criminalidad en la muerte de los primos Ángel y Fernando. Una hipótesis que es contraria a la opinión de sus allegados. La familia del menor de 11 años tardará varios días en confirmar, por la prueba de ADN, que los restos hallados este miércoles en el vertedero de Toledo corresponden al pequeño.
Los restos han sido descubiertos en varios lugares por el proceso de descomposición que han sufrido. Y es que en el vertedero se han vivido días de mucho calor y otros con lluvias lo que ha acelerado este trámite. Los expertos forenses serán los encargados de determinar las circunstancias de la muerte.
El abogado de la familia Marcos García Montes ha asegurado que pedirán que el secreto de sumario de la causa ya que existen testigos protegidos y quieren preservar su intimidad. Defienden que no fue una "muerte accidental" y que hay hechos delictivos detrás.
De forma oficial, la Policía Nacional mantiene que todas las hipótesis abiertas pero los investigadores no ven indicios de criminalidad en la muerte de los dos primos. Los agentes creen que los primos se metieron dentro de un contenedor para resguardarse del frío. En su interior murieron asfixiados sin la injerencia de terceras personas. Esa conjetura está marcada por la autopsia de Fernando. Una línea de investigación que choca de forma frontal con la idea de la familia.