España

El calvario de una policía para cuidar de su madre con cáncer: recibió la autorización cuando había muerto

Una agente de Policía Nacional de Baleares solicitó una comisión de servicio para cuidar a su madre con cáncer terminal pero su petición fue rechazada hasta que su familiar murió

  • Policía Nacional de Málaga -

Una agente de Policía Nacional de la Jefatura Superior de Baleares ha vivido este año un auténtico calvario para cuidar a su madre que padecía un cáncer terminal. Sara pidió una comisión de servicio para estar cerca de su casa en Galicia. Su solicitud fue denegada pero tras un recurso se le habilitó para ello. Un traslado que ya fue innecesario por su progenitora había fallecido hace varias semanas, según ha relatado la funcionaria en una entrevista con Vozpópuli.

Esta agente, de 31 años y que presta servicio en la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano (ODAC), ya tuvo que plantar una batalla judicial para entrar en el cuerpo. Recurrió dos veces sus pruebas de acceso por irregularidades y accedió a la escuela de Ávila en septiembre de 2021.

Completó todo el periplo académico el 14 de mayo de 2022 que fue cuando volvió a su casa en Vigo. "Pensé que me iban a hacer una fiesta pero me encontré con que mi madre tenía cáncer", explica esta policía en una conversación telefónica.

La enfermedad de su madre

Un cáncer muy agresivo en el cuello del útero que cambio de forma radical la vida de Sara. Su madre estaba separada desde hace 15 años vivía sola y al ser hija única todo el cuidado recaía en esta policía que compaginaba los médicos con sus prácticas en Pontevedra.

Dentro de todo este proceso tuvo que elegir Baleares como destino porque no pudo Madrid y se debía incorporar a la Jefatura Superior el 19 de junio de 2022. Una semana antes de esa fecha recibió la peor de las noticias: un TAC rutinario detectó que el cáncer de su madre se estaba reproduciendo y que no tenía cura. "No sabíamos cuánto tiempo iba a poder aguantar", añade.

A pesar de ello, la policía se incorporó en su destino ya que tenía que hacerlo para posteriormente pedir una comisión de servicio. Esta herramienta es un sistema de provisión de puestos de trabajo sujeto a la cobertura de una "urgente e inaplazable necesidad".

La petición denegada

Sin embargo, a las tres semanas de comenzar este trabajo en Baleares se enteró de que estaba embarazada de riesgo y tuvo que pedir la baja. Con esta nueva situación, no pidió la comisión de servicio. Tras dar a luz, el 10 de marzo de 2023, el 7 de mayo solicitó la citada comisión por "circunstancias excepcionales". Su mundo se vino abajo cuando fue denegada.

Esa noticia llegó el 17 de junio. Los responsables argumentaron que no se daban las circunstancias del artículo 49 de la Ley de Personal: solo se puede conceder cuando es por el cuidado de cónyuges o hijos. No se contempla una situación tan extrema con padres. Una normativa que está fechada en 2015.

Esta policía quería un puesto en Vigo, donde quedaban plazas libres, para poder trabajar y cuidar a su madre, quien ya no podía levantarse de la cama porque tenía celulitis ulcerosa en la pierna. Necesitaba ayuda para asearse, darla de comer y hacer la compra.

Sara decidió de nuevo plantar batalla, se puso en contacto con su sindicato Jupol, quien le proporcionó un abogado para interponer un recurso de reposición a la denegación de la comisión de servicio. De forma paralela, su madre entró en cuidados paliativos.

La policía: "No es justa la situación que he vivido"

Este recurso prosperó el 23 de agosto y la Administración tenía el plazo de un mes para contestar a este requerimiento. La respuesta llegó el 10 de noviembre cuando se aceptó la comisión de servicio, momento en el que ya estaba la policía en Baleares. Su madre había muerto el 17 de septiembre.

Un trance que pasó sola ya que tuvo que solucionar todos los papeles y también buscar piso en Mallorca para reincorporarse a su trabajo. La policía ha pasado todo este periplo doloroso con mucha "ansiedad y nerviosismo". Su madre falleció con apenas 56 años y vio como se iba deteriorando por el avance del cáncer.

"Ahora mismo estoy tranquila solo quiero cerrar este capítulo pero me he sentido estafada e indignada. Cuando me llegó la carta en la que aceptaban la comisión de servicio sentí una sensación similar a cuando te llega una cita del médico de un familiar que se ha muerto. Ahora no hace falta", asegura. "No es justa la situación que he vivido. He tenido que añadir más problemas cuando ya tenía uno grave añadido", concluye esta policía.

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