Abascal -en muletas por una torcedura de tobillo- se ha encontrado de manera fortuita con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en uno de los ascensores del Congreso. "Yo creo que la cordialidad no resta un ápice a las tremendas diferencias políticas que hay entre Podemos y Vox. Entre Pablo Iglesias y yo", ha dicho este último preguntado al respecto.
"Yo creo que es importante mantener la cordialidad con otros líderes políticos incluso a pesar de que hayan convocado alertas antifascistas (...) que llevaron al acoso de nuestros actos. Nosotros no convocaremos alertas anticomunistas", ha rematado. En este sentido, ha dicho que le gustaría que la Fiscalía abriese diligencias como ha hecho por el acoso sufrido por Ciudadanos en la localidad guipuzcoana de Rentería.
Ha puesto en valor a sus 24 diputados y ha quitado hierro a "debates pequeños" como el lugar que ocuparán en el Hemiciclo o su exclusión de la Mesa del Congreso, el órgano de gobierno de la Cámara Baja. Aunque preguntado por los periodistas, sí ha incidido en el papel del PP y Ciudadanos para dejarles fuera del órgano. "Hemos sido respaldados por casi uno de cada nueve españoles... así que habiendo nueve puestos, tiene bastante lógica que Vox estuviera representado ahí", ha señalado.
En este sentido, ha dicho que su ausencia lanza un mensaje a la opinión pública ("que todos se ponen de acuerdo contra Vox") y ha ido más allá. "Aquellos que están convencidos de que nos tienen que vetar e impedir la representación son aquellos que nos pedirán apoyos para los Presupuestos en Andalucía, para la investidura en ayuntamientos o en alguna Comunidad Autónoma si no se desploman como en las generales", ha dicho.
"Vox ha contribuido a normalizar la vida política española. Era una anormalidad democrática que tanta gente no se sintiese representada", ha dicho en sus primeras palabras ante los micrófonos en el Congreso. "Las elecciones del 28 de abril han demostrado que nuestro diagnóstico era certero", ha concluido.