Vox trata de imprimir un giro estratégico tras el frustrado papel jugado durante estas tres semanas de juicio del procés en el Tribunal Supremo. El partido de Santiago Abascal pone toda la maquinaria a funcionar para las elecciones generales del 28 de abril potenciando dos de sus líneas fuertes; la batalla contra el discurso feminista en la semana de la huelga del 8-M y la defensa de la caza y el mundo rural.
Este miércoles llevará además hasta Bruselas su visión de conflicto separatista catalán. Javier Ortega-Smith, secretario general de la formación y uno de los dos abogados que ejerce la única acusación popular contra los independentistas, participará en la conferencia Cataluña, una región española en el Parlamento Europeo, invitado por el grupo euroescéptico ECR (Conservadores y Reformistas Europeos).
Al margen del discurso anticatalán, el partido de Abascal quiere potenciar su batalla contra la lucha feminista. Rocío Monasterio, futura candidata a la alcaldía de Madrid o a la presidencia de la Comunidad, protagoniza la campaña "No Hables En Mi Nombre" con la que el partido se desmarca de estos paros. "No nos vamos a sumar a la huelga feminista del 8 de marzo porque denigra a las mujeres al tratarlas como personas débiles e indefensas", argumentan.
Por otro lado, el líder de Vox ha aprovechado la movilización del pasado domingo de miles de personas en defensa del mundo rural para potenciar la defensa que Vox hace de la caza. En una reunión con el presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC) se ha comprometido a implicarse "activamente" para modificar la Ley de Parques Nacionales y permitir la actividad cinegética en estos espacios protegidos.
El líder de Vox abrió el pasado viernes su particular precampaña intentando atraer el voto joven con un acto en la antigua discoteca Pachá de Madrid (ahora Teatro Barceló) donde se puso el traje de 'DJ' y terminó su mitin pinchando el himno de España. Algo más de un millón de jóvenes acudirán el próximo 28 de abril por primera vez a las urnas.