De la comparecencia de ayer de Begoña Gómez en la primera sesión de la comisión de investigación sobre la Universidad Complutense de Madrid salieron vencedores y vencidos. En el bando derrotado, las bajas fueron cuantiosas.
La primera y más importante, la esposa del presidente del Gobierno, quien escenificó con su atronador silencio todo lo que su causa judicial esconde. Rodeada de una expectación brutal, la exdirectora de la cátedra extraordinaria para la Transformación Social Competitiva soltó un alegato inicial cargando contra la comisión y el asunto sobre el que versaba, instantes antes de acogerse a su derecho a no declarar.
"Buenos días a todos. Antes que nada, permítanme exponer que, desde hace 25 años trabajo en consultoría y docencia. He coordinado y dirigido equipos, asesorando a medio centenar de profesionales. Hace 12 años inicié una colaboración con la Universidad Complutense de Madrid como codirectora de un máster en títulos propios para formar en proyectos sociales y sostenibilidad", comenzó relatando Begoña Gómez.
"Es en 2020 cuando esta colaboración se amplía a una cátedra extraordinaria, lo que es una práctica habitual en las universidades públicas. Además, lo hice de forma no remunerada. Soy consciente de que esta comisión de investigación responde, como la colección de denuncias y bulos, a un objetivo político. Por esta razón, y tras ser aconsejado por mi abogado, me acojo a mi derecho a no declarar. La verdad pondrá las cosas en su sitio".
Además de Begoña Gómez, el siguiente damnificado ha sido el PSM, guardaespaldas de la primera dama en el cortejo fúnebre que el PP había preparado con esta comisión de investigación. Uno que situó a Juan Lobato, portavoz en la Asamblea y secretario general en la región, a la derecha de Gómez en el 'paseíllo'.
Criticado por Ferraz, llevaba unas semanas de aparente tranquilidad, con los rumores sobre una candidatura crítica de cara al congreso regional de diciembre bastante diluidos. Sin embargo, no le ha quedado otra que dar la cara ante los medios acompañando a la empresaria. El otro 'papel' ha sido para Marta Bernado y Jesús Celada, la cara visible del equipo socialista en la comisión, quienes han defendido a ultranza la inocencia de una Begoña que no les ha dirigido la palabra.
El Gobierno de Ayuso la corrupción de Moncloa
Si antes citábamos a los vencidos, qué decir de los vencedores. El Partido Popular madrileño ha conseguido la fotografía de la legislatura. Tener a Begoña Gómez sentada en la Asamblea de Madrid, escenificando su 'guerra' con Moncloa y aireando los casos de corrupción que asolan al presidente del Gobierno.
Con la salud de la Universidad Complutense de Madrid de fondo, el Ejecutivo de Ayuso ha logrado exponer un caso que actualmente se encuentra judicializado por el magistrado Juan Carlos Peinado en la Audiencia de Madrid. Un silencio demoledor, que opaca más si cabe un caso que es la cúspide del "fango" del último año.
Además de la cátedra, Sánchez tiene abiertos los frentes con su hermano, el 'caso Koldo', 'tito Berni', compra de mascarillas y la investigación del Tribunal Supremo al Fiscal General del Estado por presunto delito de revelación de secretos.
Ayer, toda España vio el gesto hierático de Begoña Gómez, negándose a contestar a nada sobre su llegada a la dirección de una cátedra. Algo que sí hizo Joaquín Goyache, rector de la UCM, también investigado por el juez Peinado. Jaque mate político en la Asamblea.
Una llegada 'encapsulada'
El equipo de Presidencia del Gobierno se desplegó para proteger a la mujer del líder socialista, que entró en la Cámara acompañada por todos los diputados del PSM, incluido su líder, Juan Lobato, quien caminó a su lado con cara de pocos amigos. La mujer del presidente del Gobierno subió por el ascensor desde el garaje.
En la calle, una decena de furgones policiales han blindado la Avenida de Pablo Neruda, en Vallecas. Y dentro, en el vestíbulo principal de la Asamblea, más de un centenar de periodistas de alrededor de 50 medios de comunicación aguardaron la entrada de Begoña Gómez, aparentemente tranquila y vestida de negro, mientras su marido regresaba en avión a España procedente de la cumbre del clima de Bakú (Azerbayán).
MataNarcisos
14/11/2024 12:23
"El que calla, otorga" ... "La que calla, otorga", y creadme, en esto si que no hay discriminación por sexos. Flaco favor la están haciendo, los consejos de su letrado, aunque el mismo sea consciente de ello, pues al final solo queda el "contentar" al responsable, y este no es otro que Sánchez y solo Sánchez.