Política

Ciudadanos arremete contra los dirigentes que filtraron los audios de la polémica reunión

La formación naranja critica en una carta a los afiliados las "interesadas y parciales filtraciones" que hubo tras el bronco Consejo General, en el que se aprobó la gestora continuista y la fecha del 15 de marzo para el congreso

  • Primera reunión de la gestora de Cs tras su aprobación por parte del Consejo General.

La gestora que dirige Ciudadanos ha enviado una carta a todos los afiliados naranjas, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, en la que arremete contra los consejeros que filtraron varias de las intervenciones del pasado Consejo General y que acabó en una fuerte bronca entre dirigentes 'riveristas' y miembros del sector crítico.

El partido que ahora dirige Manuel García Bofill de forma temporal hasta marzo subraya que el Consejo General aprobó con un 91,4% de votos a favor la constitución de la gestora, ya que la votación salió adelante con cinco votos en contra y seis abstenciones de los 128 consejeros asistentes. También recuerda que la convocatoria de la Asamblea General para el 15 de marzo se aprobó por "unanimidad".

Ciudadanos censura a aquellos que "han querido poner en duda" la legalidad de lo sucedido a lo largo de la reunión del Consejo, en especial que no se votase en urna la lista presentada por Bofill a los consejeros y que el debate sobre los nombres se realizase después de la citada votación.

El presidente de la gestora de Cs, Manuel García Bofill.

"Sobre esta cuestión queremos hacer las siguientes precisiones. En primer lugar, la votación se realizó a mano alzada, tal y como establece el artículo 22.8 del Reglamento del Consejo General. Ninguno de los consejeros presentes solicitó votación en urna", hace hincapié la formación naranja.

Varios consejeros consultados por este medio advirtieron el pasado sábado que, al entrar en la sala, se les informó que la votación sería en urna y que, por ello, se les asignó un número en la acreditación de cada uno para presentarlo cuando se levantasen para depositar el voto.

La presencia de Arrimadas

Otra crítica deslizada es que estuvieran presentes los miembros de la Ejecutiva saliente, con Inés Arrimadas a la cabeza, cuando no estaba permitido ya que dicha presencia podía condicionar el voto o las intervenciones de algunos consejeros. "La Mesa decidió, en pro de la transparencia y la participación, facilitar el acceso a la reunión incluso a aquellos, como los cesados miembros de la Comisión Ejecutiva, que no tenían derecho, inicialmente, ni a asistir y aún menos a participar", admite la gestora.

Tras ello, la formación naranja entra en el asunto más espinoso, el de los audios desvelados. En total, fueron cuatro de las 19 intervenciones que hubo a puerta cerrada, lo que llevó a personas próximas a Arrimadas a quejarse por el sesgo de las filtraciones.

En tercer lugar, las deliberaciones de todos los órganos del partido son secretas (...). Sin embargo, como es sabido, se ha vulnerado mediante interesadas y parciales filtraciones

"Las deliberaciones de todos los órganos del partido son secretas, incluido, las del Consejo General (art. 22. 5 del Reglamento del Consejo General)", advierte la gestora antes de subrayar que es "la única forma de preservar la libertad de los intervinientes y la democrática constitución de la voluntad de los órganos".

Sin embargo y "como es sabido, dicho secreto "se ha vulnerado mediante interesadas y parciales filtraciones" que aparecieron en varios medios de comunicación unas horas después del polémico Consejo General. En la carta no se cita a nadie en concreto.

"Grave" vulneración del reglamento

Por ello, la Mesa dirigida por Bofill constata que se ha vulnerado "gravemente" el Reglamento de este órgano que establece, en su artículo 6.2, que los asistentes a las sesiones de Consejo General "no podrán revelar la información y deberán velar en todo caso por la confidencialidad de la información que conozcan por razón de su cargo".

Dicho artículo impone que "los consejeros no podrán revelar dicha información, ni difundir los acuerdos, datos o documentos a los que tenga acceso", si bien no dice nada sobre las posibles consecuencias de incumplir esta obligación.

La gestora naranja puntualiza en la misiva que la Mesa del Consejo General intentó "en todo momento" garantizar que el desarrollo de la reunión "se ajustase a lo previsto en la legalidad aplicable y bajo el espíritu democrático de facilitar el acceso y la participación" de todos los interesados. "Nunca la democracia puede ser utilizada como enemiga de la democracia", concluye en una advertencia a los consejeros que se saltaron el precepto.

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