Ciudadanos no se sentará en el llamado gallinero del Congreso de los Diputados y Santiago Abascal pasará a sentarse en la primera fila. La Mesa ha aprobado este lunes la distribución de escaños y despachos y los de la formación naranja, con tan solo diez diputados tras el batacazo del 10-N, tendrán sus asientos entre los diputados de Vox y los de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC).
Tal y como contó Vozpópuli, el partido naranja temía quedar arrinconado en ese espacio y perder sus despachos más emblemáticos tras su debacle en las elecciones generales de noviembre y después de quedarse sin un puesto en la Mesa pese a que tenía un pacto con el PP.
En la formación naranja se creyó que tanto el PSOE como Vox "se aliaron" con sus movimientos para marginar a Ciudadanos. "Nos quieren dejar en la indiferencia", constató un diputado de Ciudadanos a Vozpópuli. Sin embargo, finalmente, han logrado esquivar sentarse en la fila más alejada de la Cámara baja.
Además, tras la distribución final de escaños se constata otro cambio relevante. La formación de Santiago Abascal, con 52 actas de diputados, logra meter a tres diputados en la primera fila del Congreso. No obstante, se mantiene gran parte en el gallinero.
Vox, tercera fuerza parlamentaria
Los de Vox irrumpieron en Cámara baja en las anteriores elecciones, las del 28 de abril, y lograron 24 escaños. Con esta representación, fueron colocados en el llamado gallinero, algo que provocó las duras críticas de la formación y ahora, de nuevo, han asegurado que este reparto se trata de una "cacicada" contra la formación.
El portavoz del partido en esta Cámara ha asegurado ante los medios que esta se trata de una estrategia del resto de partidos para seguir situándoles ahí a pesar de ser la tercera fuerza parlamentaria.