Ligero retroceso del independentismo a menos de diez días del referéndum independentista convocado para el 1-O. Así lo reflejan los sondeos internos que maneja Ciudadanos, partido que lidera la oposición en Cataluña. Según fuentes de la dirección naranja, la situación actual sería de empate técnico entre separatistas y unionistas, de modo que el Gobierno de Carles Puigdemont (Junts Pel Sí) y sus socios de la CUP dejarían de tener la mayoría absoluta. La diferencia estaría en apenas uno-dos escaños. "Hay que intentarlo", insisten desde el partido de Albert Rivera en su reclamo de elecciones anticipadas.
En concreto, las encuestas que obran en poder de la formación centrista colocan a Junts Pel Sí (PDCat y ERC) y la CUP con 66-67 diputados, entre uno y dos por debajo de la mayoría absoluta. Ahora mismo, los separatistas cuentan con 72 representantes incluyendo aquí Germà Gordó, diputado no adscrito y exconseller de Justicia. Por su parte, Ciudadanos (25), PSC (16), PP (11) y Catalunya Sí que es Pot (11) suman en este momento 63, a cinco de los 68 escaños que declinan la balanza.
El bloque secesionista también pierde la mayoría absoluta en un sondeo de Celeste-Tel publicado esta semana por eldiario.es. Se queda a un escaño. Por su parte, Ciudadanos volvería a ser la segunda fuerza política.
El panorama podría verse alterado por la irrupción del partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Catalunya en Comú), que no concurrió dentro de Catalunya Sí que es Pot en los comicios autonómicos de 2015. La cuestión está en quiénes serían sus aliados. La encuesta de eldiario.es indica que Catalunya en Comú, ERC, y PSC sumarían mayoría absoluta (entre 70 y 74 escaños). Pero también puede haber un entendimiento entre los 'comunes', Esquerra y la CUP.
En Ciudadanos restan importancia a estas combinaciones, ya que entienden que estos triples acuerdos sólo serían pos-electorales
No obstante, en Ciudadanos restan importancia a estas combinaciones, ya que entienden que estos triples acuerdos sólo serían pos-electorales, es decir, previo paso por las urnas. Además, subrayan que Podemos, socio de los 'comunes', quedaría en un lugar muy delicado en la política nacional, al ponerse del lado de los independentistas. En la reunión que mantuvieron el número dos del Govern, Oriol Junqueras (ERC), el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el portavoz de En Comú en el Congreso, Xavier Domènech, el pasado 26 de agosto en casa del dueño de Mediapro, Jaume Roures, estuvo este asunto sobre la mesa. Y al día siguiente, el PDCat expresó su recelo a ese hipotético tripartito.
Desde el partido de Rivera recalcan la necesidad de forzar una moción de censura en el Parlamento catalán, el único instrumento que le queda allí a la oposición para apartar a Puigdemont del poder. Y es que el grupo de Inés Arrimadas ha planteado esa moción para la convocatoria automática de elecciones en caso de prosperar. Pese a ello, PP y PSC se niegan a apoyarla porque dicen que no tendría mayoría. No obstante, el rechazo de los populares ha llegado con matices, pues el líder del PP catalán, Xavier Albiol, ha hablado con Arrimadas de analizar los detalles de una eventual moción de censura cuando pase la fecha del 1 de octubre. Con dos diputados del PP, Ciudadanos podría presentar ya la moción (requiere 27 firmas) y reunir al Parlament, ahora cerrado por los independentistas, que lo manejan a su libre albedrío.
En la dirección de Ciudadanos ven miedo de populares y socialistas a perder escaños en unos comicios inminentes, ya que, de lo contrario, remarcan las fuentes citadas, estarían dando su apoyo a la moción de censura.
"Urnas de verdad"
También puede ser el propio Puigdemont, o en su defecto (si abandona), el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, quien convoque elecciones, pero ello dependerá del desenlace del 1-O. Por ello, Arrimadas, líder de la oposición en Cataluña, emplazó el pasado lunes a los partidos constitucionalistas a respaldar la moción de censura: "Necesitamos elecciones con urnas de verdad, con garantías, con un censo de verdad y una junta electoral imparcial". Es decir, elecciones democráticas. "El partido hay que jugarlo", demanda Ciudadanos.
