Una mujer. Pablo Casado apuesta por una mujer para la secretaría general de la formación. Dolores Cospedal ha dejado el cargo y posiblemente lo ocupe Dolors Montserrat, su protegida. Casado, tras su victoria en el Congreso Extraordinario, elabora con su equipo la lista de su Comité Ejecutivo, que se reunirá por vez primera este jueves en Barcelona. Montserrat viene del PP catalán, ha sido ministra de Sanidad y se enroló en las primarias de la mano de Cospedal. Conoce el partido y sabe de gestión. Tiene además buenas relaciones con la Zarzuela.
"Sería perfecta para el cargo", dicen en fuentes del PP nacional. "Es dura, más de lo que parece y actuaría como un dóberman para hacer lo que se tenga que hacer, tanto dentro como fuera del PP". Una especie de Francisco Álvarez Cascos, 'el general secretario' de Aznar, pero con más guante de seda. Habrá que emprender una 'operación limpieza' sin que se note. Sin hacer demasiado ruido. De aquí a las municipales de mayo, poco a poco. No ha sido demasiado activa Montserrat en la campaña, aunque sí estuvo en la famosa comida del Jai Alai, junto a siete exministros de Rajoy en torno a Casado. Santamaría respondió con la famosa foto de la pizza, llamada ahora 'la foto de los perdedores'.
Dos mujeres al frente
Los dos pasos más importantes que tiene que decidir Casado es la designación de su 'número dos' en el partido y la portavocía del Congreso. Necesita en Génova a una persona que conozca bien la formación, que tenga buena mano en la gestión de equipos y que, por supuesto, esté en la línea que trazada para la renovación del PP. Isabel García Tejerina, exministra de Agricultura, apadrinada por Miguel Arias Cañete, es otro de los nombres en las quinielas. Tejerina comentaba el sábado por los pasillos del hotel del Congreso que no se había hablado de tal cosa. En su entorno se desliza que podría ir a la dirección general de la FAO, un cargo de enorme relevancia, lo que le alejaría de España.
Para más adelante se reserva designar al jefe de la bancada en el Congreso. Rafael Hernando dejaría el puesto. Pablo Casado quiere protagonismo en el Hemiciclo, plantarle cara en los plenos al presidente del Gobierno. Necesitará, eso sí, a un buen portavoz, un buen segundo que actúa como complemento. Corre la voz de que quiere también una mujer, aunque Javier Maroto es un nombre que circula asimismo en las cábalas.
Ahora lo importante 'es coser', dicen en el cuartel general de Casado. La integración, dentro de un orden. En su encuentro de este miércoles, Santamaría le presentará una lista de nombres que podrían integrarse en la nueva estructura. Hay varios candidatos con los que no habría problemas de encaje como Fátima Báñez, José Luis Ayllón y Borja Sémper. Otros aspirantes tendrían mayores problemas como Alfonso Alonso e incluso Fernando Martínez Maíllo, que jugó en la campaña en pro de Santamaría. "Estamos por la integración, pero hay nombres que no cuelan". Javier Arenas, por ejemplo, es uno de ellos. Un símbolo del no. Igual que Celia Villalobos.
La voluntad de Casado es la de integrar. La de Santamaría, cuentan, la de dejar colocados a un buen número de los suyos. "Tuvimos el 42 por ciento de los votos, sería lo justo que se nos cediera ese nivel de representación en el nuevo comité", apuntan en su entorno. De momento, las conversaciones entre los dos equipos marchan bien. "Todo el mundo, salvo Arenas, sabe quién ha ganado y quién ha perdido", apunta irónicamente la fuente mencionada.