Aunque aún falta algún ministerio por resolver, Pedro Sánchez va encajando poco a poco las piezas de su gobierno monocolor, sustentado en los 85 diputados obtenidos en 2016 después de que los partidos no lograsen formar un gobierno de coalición resultante de las elecciones de 2015. El nuevo presidente del Gobierno llega al Palacio de la Moncloa tras una moción de censura y habiendo registrado los peores resultados electorales desde el origen de su partido.
Afianzar la recuperación económica con los ojos puestos en Europa, una agenda social con gran peso de la igualdad entre hombres y mujeres, y una solución dialogada al desafío separatista de Cataluña parecen ser los tres ejes que marcarán su Ejecutivo. O eso parece trascender de los nombramientos de quienes serán sus nuevas ministras y ministros. Estos son los temas pendientes a los que tendrán que enfrentarse:
Montero en Hacienda
María Jesús Montero, persona elegida por Pedro Sánchez para ocupar el Ministerio de Hacienda y, por tanto, quien reemplazará a Cristóbal Montoro, llega a su nuevo cargo después de haber dejado Andalucía al borde del equilibrio presupuestario, al cerrar 2017, según datos del Ministerio de Hacienda, con un déficit del 0,22% del PIB, casi cuatro décimas por debajo del objetivo del 0,6%.
Su tarea más inmediata será empezar a diseñar el techo de gasto de 2019, el primer paso de los próximos Presupuestos Generales del Estado y que consiste en fijar una sola cifra clave que marca el límite para gastar el año siguiente. Se aprueba siempre a finales del mes de junio para que el Ejecutivo pueda trabajar durante el verano en las cuentas que debe llevar a la Cámara antes de que acabe septiembre (y que no son suyas).
Además tendrá que asumir retos como el de cumplir con el objetivo de déficit público pactado con la Comisión Europea y que es del 2,2% del PIB este año. Varios organismos, como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) o la Comisión Europea, ya han señalado en los últimos meses su estimación de que España incumplirá con dicho objetivo. En concreto, la Airef cree "improbable" que el país alcance el objetivo, mientras que Bruselas sitúa en el 2,7%.
Calviño en Economía
La actual directora de Presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño, asumirá las riendas de una de las carteras que más preocupa al Ibex 35. Entre los retos de Calviño estará decidir el futuro de la privatización de Bankia, que se podría frenar tras la llegada del PSOE al Gobierno y la caída en los últimos meses de la acción. En caso de querer retrasar este proceso más allá de 2019, Calviño debería aprobar un real decreto. El Frob, Sareb, el Tesoro y los cuadros macroeconómicos de los Presupuestos son otras de las competencias que hereda la economista gallega.
En materia legislativa, y de acuerdo a este artículo, tendrá que decidir además qué hace con las normas que ya había iniciado el PP, como la ley hipotecaria, que se estaba tramitando actualmente en el Congreso, la ley de reordenación de seguros y proyecto de Ley de medidas para la transformación digital de sistemas financieros, el primer 'banco de pruebas' español, en el que las fintech, insurtech, bancos y aseguradoras podrán testear productos financieros. El conocido como 'sandbox'.
Ábalos en Fomento
El primer escollo que se encontrará Ábalos al frente de Fomento es el de trabajar con un presupuesto diseñado por otro, con múltiples inversiones prometidas en determinados territorios, además de resolver el siempre complejo asunto del rescate de las autopistas de peaje, ya bajo el control del Estado y que el anterior Gobierno preparaba para su inmediata licitación.
Su departamento afrontará un más que probable proceso contencioso-administrativo con los fondos acreedores de las concesionarias, toda vez que el cálculo de la responsabilidad patrimonial de la administración distará mucho de sus pretensiones según publicó este medio. Y deberá lidiar con los partidos que han apoyado al PSOE para que triunfe la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy, especialmente los de corte nacionalista, que tratarán de aprovechar la situación para atraer inversiones a sus territorios. El último ejemplo, los casi 500 millones en infraestructuras para Euskadi a cambio del apoyo del PNV a los PGE del PP.
Montón en Sanidad
Una de las primeras cuestiones que previsiblemente abordará la nueva ministra de Sanidad, Carmen Montón, será la reforma sanitaria aprobada hace seis años por el Gobierno del PP a la que el PSOE siempre ha mostrado su rechazo e intención de derogar de manera inmediata de cara a garantizar la universalidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).
La financiación del SNS será otro de los asuntos pendientes. Su antecesora, Dolors Montserrat, tenía previsto reunirse con los consejeros del ramo para acordar un informe sobre suficiencia financiera en sanidad que debería ser elevado al Consejo de Política Fiscal y Financiera. En este sentido, el objetivo expresado por el PSOE en varias ocasiones es que la inversión en Sanidad alcance el 7% del PIB y apostar por la compra centralizada de medicamentos y productos sanitarios, similar al sistema andaluz.
La falta de médicos, sobre todo en las zonas rurales y en especialidades como la pediatría, medicina familiar o psiquiatría, es otra de las cuestiones pendientes de solucionar, así como la mejora de las condiciones laborales de estos profesionales, que les ha llevado a movilizarse en varias ocasiones.
Batet en Administraciones Públicas
Con Batet en el Consejo de Ministros se modula el nombramiento de Josep Borrell, en cuanto a la postura del ejecutivo en torno a Cataluña. La defensa del estado plurinacional sitúa a Batet como la apuesta de Sánchez para tender puentes con el independentismo. El propio Sánchez defendió en la moción de censura la idea de que España es "un Estado conformado por muchos sentimientos nacionales". Con la confirmación de esta dirigente de máxima confianza de Sánchez en su primera etapa al frente del PSOE para el cargo, se cierra la vía a la posibilidad de que el propio Miquel Iceta fuera el elegido para un cargo que tiene la principal tarea de enviar a Cataluña el mensaje de que se quieren arreglar las cosas desde el diálogo.
Calvo en Igualdad
Carmen Calvo se convertirá en la segunda ministra de Igualdad de la democracia española con retos en violencia machista y feminismo después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya recuperado el Ministerio que el exlíder del Ejecutivo del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero creó en el año 2008 con competencias exclusivamente en esta materia.
La andaluza accede al cargo con retos pendientes como la puesta en marcha del Pacto de Estado contra la Violencia de Género rubricado por el Parlamento, después de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy haya dejado pendiente la aplicación de las primeras medidas contempladas en él.
Aparte de la lucha contra la violencia machista, movimientos recientes han puesto sobre la mesa el discurso feminista, especialmente tras la convocatoria de la huelga del 8-M. La necesidad de impulsar medidas para la equiparación salarial entre hombres y mujeres, así como para fomentar la corresponsabilidad y la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, son algunas de sus reivindicaciones principales.
Ribera en Energía
Entre los retos que deja inconclusos su predecesora Isabel García Tejerina, Ribera ha heredado el de la aprobación de una futura ley de Cambio Climático y Transición Energética, que puede convertirse en su principal logro en su nueva etapa como Ministra.
En declaraciones a Efe hace unos meses, definía las características que a su juicio debía tener esta normativa, fijando objetivos "claros y ambiciosos" de reducción de emisiones para la economía en su conjunto y "para cada uno de los sectores de emisión".
La elaboración de un presupuesto quinquenal de carbono, la integración de análisis de compatibilidad climática en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental y la inclusión de "criterios verdes" obligatorios en la contratación pública forman también parte de su visión.
Borrell en Exteriores
Josep Borrell, exministro de Obras Públicas durante el gobierno de Felipe González y posteriormente, presidente del Parlamento Europeo, también ha aceptado el reto de Sánchez y vuelve a la política después de muchas negativas.
Borrell ha sido uno de los grandes apoyos de Sánchez en los últimos años, especialmente desde la crisis que empujó al ahora presidente del Gobierno a dimitir como secretario general del PSOE tras la polémica Ejecutiva del 2016. Entre los desafíos a los que se enfrenta destaca el de defender fuera de las fronteras españolas el discurso constitucionalista frente al gran calado que parecen haber tenido las versiones independentistas de la crisis política en Cataluña.