Unas elecciones en Navarra son siempre más que imprevisibles. La multitud de partidos en liza dificulta sobremanera los pronósticos. Y la disputa en dos ejes ideológicos, el tradicional de izquierda frente a derecha y el de nacionalistas vascos frente a regionalistas o constitucionalistas, complica todavía más el asunto. No obstante, todas las encuestas publicadas en las últimas semanas coinciden en dos cosas: la coalición Navarra Suma (UPN, PP y Cs) ganará las elecciones forales del próximo domingo pero la llave del gobierno estará en manos del Partido Socialista.
Estas elecciones autonómicas del 26-M son especialmente relevantes en Navarra. Los electores tienen que decidir con sus votos si apuestan por el cambio o si prolongan el poder del cuatripartito liderado por Uxue Barkos (formado por Geroa Bai, Bildu, IU y Podemos), que llegó al poder en 2015 tras dos décadas de gobiernos ininterrumpidos de UPN con apoyos del PSOE. Ahora, los regionalistas navarros, coaligados con PP y Cs, aspiran a recuperar la hegemonía con una victoria amplia que obligue a los socialistas a respaldarles otra vez.
Si las encuestas no se equivocan unos y otros dependerán en última instancia del PSOE. Incluso, puede ser que el río revuelto entre la derecha y el nacionalismo regale las ganancias a los 'pescadores' socialistas. O, dicho de otro modo, la candidatura que encabeza María Chivite puede explotar las diferencias entre sus rivales y presentarse como alternativa para hacerse con la presidencia del Gobierno foral.
Encuestas de todo tipo
Con las encuestas en Navarra pasa como con los partidos o los periódicos: las hay de todos los colores. Si hay que fiarse de lo que ocurrió en las elecciones generales, cuando Navarra Suma venció y el PSOE fue segunda fuerza, el cambio está asegurado. Si se mira la encuesta electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), también el vuelco es inminente, porque Navarra Suma y PSN lograrían una holgada mayoría, con casi 30 de los 50 parlamentarios.
Un sondeo de Sigma Dos para 'El Mundo' también subraya que el cuatripartito perdería la mayoría de la que ha disfrutado los últimos cuatro años, con Navarra Suma muy por delante (19 parlamentarios) y el PSN y Geroa Bai disputándose la segunda plaza (9-10 para cada uno). Sin embargo, las encuestas de EITB y de 'Diario de Noticias' apuntan que el cuatripartito sí podría reeditar (aunque en la horquilla más alta) sus cifras de 2015 y, por ello, Barkos tiene opciones de seguir como presidenta del Ejecutivo foral.
Estos dos últimos sondeos coinciden en que Vox entrará en el Parlamento foral y también coinciden en situar al PSOE como cuarta fuerza, algo que parece improbable por el 'efecto Sánchez', por lo sucedido en las generales del 28-A y por la debilidad de Podemos, clave que sí señalan todos los vaticinios.
Una gobernabilidad de locos...
En este contexto, la ya famosa gobernabilidad en Navarra pasará a ser simplemente de locos. Lo único seguro es que si las formaciones del cuatripartito suman, repetirán su jugada de la pasada legislatura. Si, como parece, los nacionalistas y sus socios no alcanzan los 26 escaños de la mayoría absoluta, llegarán los pactos entre distintos.
Como ya se ha dicho, la derecha coaligada en Navarra Suma lo tiene claro: UPN, PP y Cs aspiran a gobernar la comunidad como ganadores de las elecciones pero, para conseguirlo, tienen que atraerse al PSOE porque están muy lejos de una mayoría absoluta. Esto puede parecer sencillo siempre y cuando Vox no entre en el Parlamento de Pamplona, ya que los socialistas en ningún caso estarán junto al partido ultra.
...y un PSOE que quiere poder
Además, con o sin Vox en la Cámara foral, el plan del PSOE es otro: siempre y cuando saque un buen resultado, María Chivite se presentará a la investidura y solo excluirá a Bildu como posible socio. Se ha dicho, escrito y repetido que los socialistas tienen la llave en Navarra porque elegirán si dan el gobierno a los abertzales o a la derecha. Pero es posible que los abertzales o la derecha acaben entregando el gobierno a los socialistas.
En esta ecuación entrará también lo que ocurra en el Ayuntamiento de Pamplona. Ahora mismo, diferentes sondeos indican que Navarra Suma ganará con holgura y obtendrá 11 o 12 concejales y el PSN logrará entre 3 y 4 ediles. La mayoría absoluta del Consistorio está en 14. Aunque Bildu subiría en votos, parece que Joseba Asirón dejaría de ser alcalde de la capital navarra.
¿Es posible un cambio de cromos entre Navarra Suma y PSOE para repartirse las dos grandes instituciones y desalojar así al nacionalismo? Por ahora, todo son cábalas, hipótesis y pronósticos en una tierra donde las elecciones son imprevisibles y donde siempre hay que tener en cuenta lo que pasa en el Congreso de los Diputados.