Casi 800.000 votos, el 4'58% del escrutinio de las elecciones europeas celebradas el pasado domingo, tienen la culpa de la irrupción de Se Acabó la Fiesta en el panorama político español (y continental). El partido del activista antisistema Alvise Pérez, forjado en pocas semanas, sin cobertura mediática alguna y, prácticamente, con el altavoz único de un canal de Telegram, ha sido la sorpresa y la nota exótica de unas elecciones marcadas tradicionalmente por el voto protesta. No obstante, por extravagante, y porque también sucedió en unas elecciones comunitarias, su aparición sólo admite la comparación con la Agrupación Ruiz-Mateos, el partido del histriónico y popularísimo empresario jerezano José María Ruiz-Mateos, que obtuvo 600.000 votos, el 3'84% de las papeletas y dos eurodiputados en 1989.
Sin embargo, más allá del propio Alvise, explicado ahora al gran público a través de decenas de perfiles de urgencia en los medios de comunicación, poco o nada se sabe de los otros 60 integrantes de la lista a excepción de Vito Quiles, otro conocido activista que, con acreditación en las Cortes, acampa en las redes sociales. Tampoco de Diego Solier Fernández y Nora Junco García, los otros dos eurodiputados electos por Se Acabó la Fiesta este 9-J. Ni siquiera si tomarán sus actas como parlamentarios en Estrasburgo y Bruselas para la próxima legislatura europea o, como ha prometido el autodenominado analista que hará, sortearán su salario público entre sus seguidores.
Diego Solier es un ingeniero técnico industrial nacido en Valencia en 1980, sin rastro político anterior y del que se desconoce su relación con Alvise, que se presupone de singular amistad y cercanía. La de un hombre de confianza llamado a ser su escudero en Bruselas, según las vaguísimas informaciones publicadas en medios con cierta sintonía con el líder de Se Acabó la Fiesta. Sí sabemos, por su perfil en LinkedIn, que Solier estudió en las Escuelas Pías Malvarrosa y en el instituto público Isabel de Villena de su ciudad natal para, después, licenciarse en Ingeniería Técnica de Informática de Sistemas en la Universidad Politécnica de Valencia en 2003.
A esta rama de la ingería informática ha dedicado toda su carrera laboral, donde consta un periplo de cinco años en Dublín (2007-2012) como responsable de Sistemas y Redes, primero, y de como consultor externo de Sistemas, Seguridad y Networking de la naviera pública Irish Continental Group. Antes, había trabajado durante cuatro años en una multinacional logística en la capital del Turia. Tras la experiencia irlandesa, volvió a la Península Ibérica como jefe del Departamento de IT (Information Technologies, es decir, de toda el apartado tecnológico) y Soporte de The Walt Disney Company, el conglomerado de medios de comunicación estadounidense más grande del mundo. En este puesto se desempeñó durante seis años, hasta 2018.
Tras abandonar Disney y tener otro par de experiencias profesionales, desde hace seis años está ligado a Attindas Hygiene Partners, una empresa líder mundial en soluciones médicas para incontinencias urinarias, donde ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad siempre ligados a su especialización. Además, en 2009 se diplomó en el Dublin Business School y siete años después, en 2016, fue Máster en Dirección y Gestión de Empresas en la misma Universidad Politécnica de Valencia donde se licenció.
rastapopoulos
Pa mear y no echar gota: "Se Acabó la Fiesta, el partido del agitador (sic) ultra Alvise Pérez". ¿Ultra Alvise? ¿ultra qué? ¿ultraderechista? ¿ultrafascista? ¿ultracuerpo?... Ruego al presunto periodista que ha perpetrado el artículo nos lo aclare. En ascuas estamos.
Urenga
En un sitio ponen "ingeniero técnico industrial". En otro, que se licenció en "Ingeniería Técnica de Informática de Sistemas" y que se ha dedicado toda su vida "A esta rama de la ingería informática ". A ver en qué quedamos.