En apenas dos horas de juicio contra los líderes del procés ya han surgido las primeras diferencias de estrategia entre los acusados. Mientras que el abogado del expresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, de ERC, ha hecho un alegato plagado de alusiones políticas y ha dicho que el derecho penal no es la solución, el letrado de los exconselleres Joaquim Forn y Meritxell Borràs, del PdeCAT, ha defendido que se trata de una cuestión penal, como un juicio por estafa.
“Es una cuestión exclusivamente penal. Lo digo por delante porque para mí sí es importante dejar una cosa clara: este es un juicio penal, nada más y nada menos, como el de una estafa, como el de una alcoholemia. Estos señores aquí presentes, por ser quienes han sido y ostentar a los cargos que ostentaban, no tienen derecho a más, pero tampoco a nada menos”, ha dicho el abogado de Forn, Javier Melero.
Como "desconocidos"
Ha insistido en que “el derecho ordinario que se aplique al más desconocido de los ciudadanos deberá ser el que se les aplique a ellos. Y por supuesto que el cuidado exquisito del tribunal se manifestará en tanto para ellos como para cualquier otro desconocido”.
“Las circunstancias, la dinámica de la acusación, todo lo que ha sido mencionado aquí nos han traído y no hay más como solucionarlo. Los técnicos aquí presentes con los instrumentos que disponemos. Y disponemos del Código Penal”, ha zanjado.
Antes que él, el abogado de Junqueras y del exconseller Raül Romeva, también de ERC, defendió que el derecho penal no es la solución y apeló a un acuerdo político, al tiempo que tachó este juicio de “excepcional”.