El PP ha pedido este jueves a la Junta Electoral Central (JEC) que el voto rogado que deberán presentar los españoles residentes en el exterior para poder participar en las elecciones generales del próximo 28 de abril les sirva también para los comicios autonómicos y europeos previstas para el 26 de mayo.
Los 'populares' justifican su solicitud ante el escaso margen temporal que existen entre unos comicios y otros, apenas un mes, lo que obligaría a los electores a solicitar el voto para ambos procesos electorales "casi de forma simultánea".
Por ello, reclaman que los electores que rueguen su voto lo hagan de una sola vez para los comicios generales y para los autonómicos y europeos. El 26 de mayo también se celebrarán elecciones municipales pero los españoles inscritos en el censo de españoles residentes ausentes (CERA) no pueden participar en esta convocatoria.
DIFICULTADES DE COMUNICACIÓN INTERNACIONAL
En otro escrito, el PP también reclama a la JEC que los electores inscritos en el CERA y los electores temporalmente ausentes (ERTA) puedan pedir el voto para los próximos procesos electorales por correo electrónico, dadas las "numerosas dificultades de comunicación internacional", sobre todo en el continente americano.
Los 'populares' añaden que las dificultades son mayores cuando son los propios electores los que tienen que recibir el impreso de solicitud del voto por vía telemática, correo postal o fax.
En concreto, la vía telemática no la pueden utilizar hasta que reciben las claves que envían las Oficinas del Censo Electoral, que suelen llegar con "muchísimo retraso" debido al "mal funcionamiento" del servicio postal de los países donde residen los electores.
Aunque el PP sostiene que la tramitación más rápida es a través de fax, recalca que en estos momentos "tan excepcionales" que se viven en distintos países del continente americano, el acceso a las comunicaciones internacionales está "limitado o inhabilitado", por lo que los impresos, finalmente, "pueden no llegar".
LA REFORMA ELECTORAL, FRUSTRADA
El PP realiza estas propuestas después de que el adelanto electoral haya frustrado la reforma de la Ley Electoral que perseguía acabar con el voto rogado, un sistema implantado en 2011 que ha provocado sucesivas caídas de la participación del voto exterior. Los grupos del Congreso comenzaron a tratar este asunto en mayo de 2017 pero que no lo activaron hasta el pasado septiembre.
Las dudas del PP a la propuesta enviada en este sentido por el Gobierno llevaron a principios de mes a PSOE y Unidos Podemos a presentar, por su cuenta, una proposición de ley con la intención de que la alternativa al voto rogado pudiera estar lista antes de las elecciones de mayo. Esta iniciativa será debatida en el próximo Pleno del Congreso, el último de la legislatura, pero ya no dará tiempo a que sea tramitada.
