Fulgencio Coll (Palma de Mallorca, 1948) no ha dejado de acaparar titulares desde que decidió aparcar los palos de golf y sumarse al equipo de Santiago Abascal. Estaba ya retirado de su laureada carrera militar cuando, por segunda vez, el presidente de Vox Baleares, Jorge Campos, le pidió que le echase un cable con la implantación del partido en las islas.
Movido por la imposición del catalán y del catalanismo en su tierra natal, el que fuera Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEMA) con José Luis Rodríguez Zapatero dio un paso al frente y fichó por la formación para convertirse en un azote del nacionalismo, pero también de Pedro Sánchez.
Compara al actual presidente con Fernando VII, "el rey felón", y, poco antes de que este lograse recabar los apoyos suficientes para sacar adelante su investidura, Coll llegó a sugerir que el dirigente socialista debía ser acusado por delito de traición por negociar con ERC y suponer "un problema para la seguridad nacional".
Lo hizo en un artículo que publicó El Mundo y ya desde su posición de portavoz en el Ayuntamiento de Mallorca. La ministra Margarita Robles trató de sacarle los colores a cuenta de la "neutralidad política" de las Fuerzas Armadas y criticó que "alguien cómo él", que ha sido servidor público y fue JEME con Zapatero, "se permita el lujo" de descalificarle.
No me podía estar quieto ante la delicada situación política a la que estábamos llegando. Decidí dar un paso al frente y dejar los palos de golf
Coll reconoce a Vozpópuli que, tal y como está el Código Penal, a Sánchez no se le puede procesar por traición, pero sí se podría investigar si practica "abuso de poder". "Ha pasado muchas líneas rojas", considera. Defensor de la unidad de España a ultranza, el ex militar -que coincidió en su etapa como JEME con Julio Rodríguez (Podemos) cuando era JEMAD- rechaza por completo la etiqueta de "ultraderecha".
"Las Fuerzas Armadas tienen una actitud ejemplar en neutralidad. Vendría bien que la tuvieran en otras partes de la Administración del Estado y en la justicia", defiende. Y responde a Robles: "No hablo por los militares. Tuve lealtad con quien me nombró cuando estaba en el cargo, pero, ahora, como ciudadano de a pie, tengo el derecho y el deber de opinar".
Dejó los palos de golf para meterse en la cancha de la política, ¿qué le preocupaba para dar ese giro?
No me podía estar quieto ante la delicada situación política a la que estábamos llegando. Particularmente, me preocupaba la deriva catalanista del Gobierno balear en las institituciones. Decidí dar un paso al frente y dejar los palos de golf y la jubilación para tratar de reconducir la situación. Entré en Vox porque es el único partido que ha defendido realmente al castellano en Baleares y el que mejor ha sabido defender a la Constitución.
Pero existen otros partidos que también defienden la Constitución y el uso del castellano en Baleares, ¿por qué se decantó por el de Santiago Abascal?
Le diré que los demás partidos no luchan contra el catalanismo. Quien puso la Ley de Normalización Lingüística en Baleares que nos ha llevado al desastre fue el PP y durante muchos años no se ha atrevido a cambiarla.
El único partido que ha hecho una buena defensa ha sido Vox, para mí es referente en la defensa del orden constitucional, la democracia y la libertad. Xavier Pericay también hizo una buena defensa del castellano desde Ciudadanos, pero ya no está en primera fila.
Usted habla varios idiomas, entre ellos, el catalán. ¿Por qué pone el grito en el cielo con la inmersión lingüística?
En la escuela pública solo se enseña catalán, desde la guardería. A través de la inmersión lingüística se ha hecho un adoctrinamiento en la mala dirección. En Mallorca teníamos el mallorquí, que ni siquiera es el catalán estándar que han impuesto. Como concejal del Ayuntamiento no recibo la información en castellano y, cuando la solicito, me la niegan.
Toda la información de los Transportes públicos de la EMT está en catalán. Incluso hay resoluciones de Urbanismo que se las mandan a extranjeros y que también están en catalán. Retuercen el reglamento, siguen la deriva catalanista que ha llevado a Cataluña a una situación lamentable.
Creo que, durante el último año y medio, Sánchez ha traspasado líneas rojas de respeto a la Constitución y de juego limpio. Utilizó su posición para hacer campaña electoral
Desde que fichó por Vox no ha parado de acaparar titulares. De jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra con Zapatero pasó a ser azote de Pedro Sánchez. ¿Cree que Sánchez es un problema para la seguridad nacional como dijo?
Eso lo dije en el momento en el que quería que los diputados del Congreso reflexionasen y no le dieran su apoyo. Creo que durante el último año y medio ha traspasado líneas rojas de respeto a la Constitución y de juego limpio. Utilizó su posición para hacer campaña electoral a través de sus reales decretazos.
La realidad es que se ha metido en un camino en la mala dirección y con mala compañía. Lo último que hubiese hecho es negociar con aquellos que quieren romper España. Eso les lleva ahora a pagar deudas como la de votar en contra de que una misión del Parlamento Europeo investigue los crímenes de ETA sin resolver.
Pero al final logró sacar su investidura adelante con más votos a favor que en contra...
Ha sido elegido. Ha utilizado los medios de acuerdo con la ley, pero habría que investigar cómo se ha forzado esta situación. Ahora estamos viendo sus primeras actuaciones y la oposición tiene que vigilar.
¿Reconoce entonces que no se le puede acusar por traición?
El Código Penal recoge el delito de traición solo se puede aplicar cuando se hay ciertos comportamientos con una potencia extranjera, no cuando uno pacta con gente que intenta desmantelar España. Hoy por hoy no se le puede juzgar salvo que haya información que no sepamos sobre que no haya respetado la ley.
La Constitución del 78 venía de la concordia y ahora estamos en políticas del guerracivilismo. Hay que vigilar los pasos que va dando para que no vaya bordeando la Constitución. Había un porcentaje elevado de socialistas en contra del acuerdo con Podemos, según las encuestas. Ni siquiera ha respetado su promesa electoral.
Creo que es un gravísimo error modificar el Código Penal sin el apoyo popular. Solamente presión por parte de aquellos que están condenados por sedición
¿Cómo ve la reforma del Código Penal que plantea el Gobierno?
Creo que es un gravísimo error porque se quiere modificar la legislación sin el apoyo popular. Solamente hay una presión de aquellos que están condenados por sedición.
Calvo niega que esa reforma sea imposición de ERC. ¿Se lo cree?
¿Usted cree que después del año y medio que hemos vivido tienen credibilidad? Yo doy credibilidad a la gente que no miente, no a la gente que miente cada 24 horas. Respeto lo que pueda decir la vicepresidenta Carmen Calvo, pero han perdido la credibilidad y lo han demostrado durante mucho tiempo.
¿Echa de menos a otro PSOE?
Echo de menos a un PSOE que defiende la Constitución y que no avanza hacia posturas de ruptura con la Transición del 78 que ha sido modélica. Ahora usan el marxismo y el guerracivilismo como instrumento político para dividir a la sociedad y para ganar votos.
El PSOE de hoy no tiene nada que ver con el que todos ansiamos volver a ver. Sánchez está haciendo un liderazgo dentro del partido con una minoría de apoyos y con tonos de autoritarismo denunciados por los propios militantes socialistas.
Usted ocupó altos cargos con Zapatero, ¿cree que fue mejor presidente que Sánchez?
No me gusta ninguno de los dos. España cambia a peor con Rodríguez Zapatero y continúa con Pedro Sánchez porque cambiaron la concordia del 78 e introdujeron ese marxismo y ese guerracivilismo que le he comentado como instrumentos políticos.
Zapatero dejo España arruinada económicamente, pero social y políticamente dio alas al separatismo. Y Sánchez igual. Ambos presidentes están yendo por un mal camino y con una mala compañía. Echo de menos a Felipe González y otros tantos hombres de Estado que trabajaron por mantener la armonía.
Yo tenía una lealtad a la persona que me nombró [Zapatero] mientras estuve en mi puesto. Eso no implica obediencia ciega. Una vez que soy ciudadano de a pie tengo todo mi derecho a denunciar lo que crea conveniente
¿Alguna vez le trasmitió sus inquietudes?
Traté de que la aplicación de la Ley de memoria Histórica fuese menos intransigente: media verdad y mal contada es una gran mentira. Pero en aquel momento estaba 100% entregado a mi función militar técnica de lealtad y de respeto y neutralidad. En los despachos opinaba solo de temas técnicos profesionales que me absorbían todo el tiempo.
Una vez que he pasado el retiro, recupero la libertad de un ciudadano. Tengo la obligación de expresar mi opinión y de denunciar cosas que son malas para España, para los españoles y para el futuro de nuestros hijos y nietos.
¿Esto va por el 'tirón de orejas' de la ministra Margarita Robles?
La ministra Robles tuvo su opinión. La respeto, pero que quede claro que yo nunca he utilizado mi posición. He opinado como ciudadano alejado de las Fuerzas Armadas. Lo que piense yo no tiene nada que ver con esa actitud ejemplar de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Su neutralidad y entrega son envidiables.
Yo tenía una lealtad a la persona que me nombró [Zapatero] mientras estuve en mi puesto. Eso no implica obediencia ciega. Una vez que soy ciudadano de a pie tengo todos mis derechos y mi obligación de denunciar lo que no crea conveniente para España. También he denunciado la Ley de Normalización Lingüística, que fue un error gravísimo, y no lo hizo la izquierda.
Dice que las Fuerzas Armadas son neutrales, pero ¿le aplauden sus comentarios en la esfera privada?
Los militares en activo o en la reserva son muy prudentes. A nivel personal alguno me hace sus comentarios, pero trato de poner cierta distancia para evitar malos entendidos. Siguen haciendo gala de esa neutralidad ejemplar que me gustaría que también estuviese en la Administración del Estado o en la Justicia. Es imprescindible para que las cosas se hicieran de la mejor forma posible.
¿Se refiere a la Fiscalía del Estado donde ha ido a parar la ex ministra Dolores Delgado?
Hay elementos importantísimos dentro de la administración pública donde nos vendría muy bien que hubiera cierta neutralidad, la independencia del poder judicial es muy necesaria.
¿Duermen 'tranquilos' en los cuarteles con Unidas Podemos en el Gobierno?
Como institución sí, la lealtad está ahí. Como ciudadanos no sé como duerme cada uno...
También hay militares que han fichado por Podemos. El ex JEMAD Julio Rodríguez, con quien usted coincidió en su etapa como JEMA, ahora será jefe de Gabinete de Pablo Iglesias. ¿Qué opina?
Lo respeto. Otra cosa es la coherencia o no entre un pasado, un presente y un futuro. Puede escoger el partido que quiera de la misma manera que yo estoy en Vox. Cada uno toma su decisión. Yo no estoy ni estaría en su partido porque tengo unos valores como el respeto a la Constitución y a la unidad de España que me lo impiden. Es coherencia. No quiero ir a un modelo como Venezuela o otros países que han caído en el populismo de izquierdas.
Hay quienes no se identifican con ese "populimo de izquierdas". ¿Usted se identifica con la etiqueta 'ultraderecha'?
Hay un valioso libro de Nicolás Sartorius, La manipulación del lenguaje, en el que todos aquellos que no comulgamos con unas ideas, pasamos a ser extrema derecha, malos, diabólicos y pervertidos... Antes se lo llamaban al señor Mariano Rajoy, a Albert Rivera e incluso a alguien como Albert Boadella.
Es un uso pervertido del lenguaje para descalificar y anular al que piensa diferente a través de la demonización. Vox dice sin complejos lo que mucha gente piensa. Otros no se han atrevido a decirlo porque han sucumbido a lo políticamente correcto y esto es dejar de decir las cosas y, en definitiva, faltar a la verdad. Vox es un partido con gran futuro es de extrema necesidad. Queremos un futuro para todos los españoles sean de la corriente que sean.
Le han criticado mucho por decir que Franco dejó a España con progreso y a las puertas de la democracia. ¿Qué opina de Franco y de su exhumación?
Me parece un error la exhumación. No respetan ni a los muertos. Estamos entrando en una absoluta polarización y crispación de la política. Nosotros tenemos que hacer una buena oposición y tratar de que Pedro Sánchez rectifique o haya un cambio de gobierno lo antes posible.