Política

Entrevista a Juan Carlos Girauta: "Si Vox no estuviera abierto a ideas liberales, no estaría en sus listas"

Afirma que sus principios son los mismos que cuando estaba en Ciudadanos y que Albert Rivera y Santiago Abascal cuentan con similitudes. En la entrevista asegura que en Vox sí hay cabida para los liberales, habla sobre su relación con Federico Jiménez Losantos, da su opinión sobre Alvise Pérez y los problemas más acuciantes de Europa

Corría el año 2018 y Pedro Sánchez estaba en el punto de mira de los medios de comunicación por haber plagiado parte de su tesis doctoral. Juan Carlos Girauta era entonces portavoz de Ciudadanos, una formación política fuerte. En aquel tiempo, Sánchez no había descubierto la palabra "fango", pero sí "ultraderecha", y acusaba a partidos como CS y PP de "hacerle el juego a la ultraderecha" por pedirle explicaciones en el Congreso sobre su plagio. Girauta acusaba al presidente socialista de poner como ejemplo en su moción contra Rajoy al ministro de Defensa alemán, Karl Theodor zu Guttenberg, que dimitió por plagiar su tesis.

Han pasado 6 años desde entonces, lo que en política se traduce por casi una eternidad. Girauta ahora milita en Vox y es el tercero en la lista de la formación de Santiago Abascal para las elecciones europeas. Ciudadanos es un partido casi extinto, cuya única posibilidad de supervivencia pasa por las urnas del 9-J. Sánchez sigue en Moncloa y vuelve a recurrir al comodín de la "ultraderecha" -sumado al del "fango"-, en este caso para no dar explicaciones sobre el presunto tráfico de influencias de su mujer, Begoña Gómez.

Girauta atiende a Vozpópuli en la sede de Vox para dar cuenta de su nueva aventura política. Afirma que sus principios son los mismos que cuando estaba en Ciudadanos, que Vox es el partido que mejor los defiende y que Albert Rivera y Santiago Abascal cuentan con similitudes. También asegura que en Vox sí hay cabida para los liberales. De otra forma, dice, no estaría en sus listas.

Pregunta. ¿Por qué está en Vox Juan Carlos Girauta?

Por las mismas razones por las que he estado en política en otras ocasiones; para defender la unidad de España; para defender los derechos y libertades de los españoles; la igualdad de los españoles ante la ley; para defender un país donde el Gobierno esté sometido a los tribunales de justicia y las leyes… Lo que siempre me ha movido. Había dejado de hacer política pero no había dejado de preocuparme por la política. Mi preocupación no ha hecho más que crecer en la medida en que el sanchismo iba minando todo lo que acabo de decir. La oportunidad que me ha brindado Santiago Abascal poder estar en el lugar donde se decide el 80% de la legislación española es una responsabilidad ineludible.

P. ¿Cómo ha sido regresar al ruedo político?

Muy agradable. La gente de Vox es muy entusiasta y me ha acogido con mucho cariño. Por otra parte, después de haber pasado unos años como portavoz parlamentario -en su etapa en CS- cosa que no lo deseo a nadie, pues esto es hasta tranquilo.

P. ¿Hay dos almas en Vox? Una liberal y otra más de corte social-católico... ¿Era más liberal Vox antes?

Si este partido no estuviera abierto a las ideas liberales yo no cabría en una lista de Vox. Soy liberal. Lo sabe quien me ha propuesto estar aquí y todo el mundo. Buscar diferencias para la especulación es divertido pero poco útil en política. Que yo sea más o menos liberal no me parece prioritario. Lo que está bajo amenaza son las reglas de juego: la democracia liberal que engloba la división de poderes, derechos reconocidos en la Constitución… Lo que decía Churchill: que si te llaman a las cinco de la mañana sea el lechero y no la policía.

Entrevista a Juan Carlos Girauta
Entrevista a Juan Carlos Girauta / Julián Salvadores.Julián Salvadores.

También hay que combatir el wokismo, que mina los pilares de la democracia liberal. Una pseudoideología que elimina el principio de igualdad. Las grandes plataformas tecnológicas lo son por vocación. Justo las más ricas de la historia. Los Bill Gates del mundo tienen un control de las conciencias de miles de millones de personas y son woke. Se oye mucho lo que es hegemónico en la cultura, pero eso no significa que sea mayoritario. Nadie habla en su casa a lo woke, ni tampoco con sus amigos. Luego se ríen si llevas la bandera española. Perdona, esta bandera significa algo. Santiago Carrillo, el día que legalizaron el PCE, puso la bandera española en la mesa. Hasta Carrillo valía cien veces más que ellos. El problema del wokismo es que no es ni de izquierdas. Es una ideología ombliguista, de mirarse a sí mismo. Todos sentimos cosas, pero no ponemos nuestros sentimientos como argumentos políticos. Un ejemplo es la carta de Sánchez, que es un elemento sentimentalista para ocultar una intención autocrática, que es que no le juzguen.

Los Bill Gates del mundo tienen un control de las conciencias de miles de millones de personas y son woke

P. ¿Por qué Europa como destino? Un lugar que conoce porque fue el primer eurodiputado junto a Javier Nart de CS.

Hay una parte que tiene que ver con esta coyuntura peligrosísima en la que nos encontramos. La última legislatura en el Parlamento Europeo ha sido terrible. Se han aplicado fórmulas que no tienen explicación racional y obedecen a la voluntad de gente que no ha elegido nadie. Se ha perjudicado al sector primario (agricultura, ganadería, pesca y minería) con la excusa del bienestar del planeta, de la pacha mama y de la Greta Thunberg. El cambio climático es un asunto de marketing político.

P. ¿Mantiene la relación con Albert Rivera? ¿Le ha comentado algo tras su fichaje en Vox?

Somos amigos. Nos vemos muchísimo menos que antes, como es lógico. Me deseó buena suerte.

Entrevista a Juan Carlos Girauta
Entrevista a Juan Carlos Girauta / Julián Salvadores.

P. Usted sabe lo que es trabajar para dos personas de marcada personalidad, Albert Rivera y ahora Santiago Abascal, dos líderes con carisma. ¿Observa alguna similitud entre ellos?

Sí, hay similitudes. Una muy evidente es la capacidad de concitar muchas ilusiones, las aspiraciones de personas que no se sienten representadas por los partidos tradicionales. Por suerte para Vox, no se dan aquí ciertas ambigüedades que en Ciudadanos se convirtieron en un problema al desaparecer como líder Albert Rivera. Hay liderazgos bajo los que pueden convivir opciones políticas que sin ese líder se enfrentan. A Vox eso no le pasa, es un partido con unas prioridades que todo el mundo comparte y puede haber matices. Hay gente que es más liberal, otra más conservadora… Normal, porque no es una secta, es un partido político. Pero no hay una veneración al marketing político. Aquí me complace que un valor se va a defender aunque sea impopular, tenga el coste que tenga.

Hay similitudes entre Albert Rivera y Santiago Abascal

P. ¿Qué medidas propone Vox para las europeas que le parecen más necesarias?

Lo primero es que los agricultores, ganadores y pescadores notan en su bolsillo y en el futuro de sus hijos una amenaza de desaparición. Los ingenieros sociales que han parido la Agenda 2030 y el Pacto Verde han puesto condiciones imposibles a los europeos y muy fáciles a terceros países. ¿Cómo se explica que los cítricos tengan que pasar por un tratamiento en frío en Europa y no en Sudáfrica? Las condiciones que se exigen aquí de tipo fitosanitario no se exigen fuera. O las reglas son las mismas o quien regula quiere perjudicar a una parte. Un urbanita puede ir al colmado y no mirar de dónde viene la fruta, pero el sector primario es una forma de vida, una cultura, la viabilidad de una España rural en el futuro. Si no puedes dedicarte a nada, ¿qué vas a hacer? ¿Turismo rural?

La soberanía alimentaria es importante. También la energética. Pero el sanchismo va más lejos en su utopía, que es una distopía –como toda utopía cuando se materializa-: prohíbe explorar si tenemos nuevos recursos energéticos. El catastrofismo climático es una religión de sustitución. España solo emite el 0,7% del CO2 del mundo. Si China, Rusia y la India no paran la moto no sirve de nada lo que hagamos, ni aunque nos carguemos toda la industria española.

El catastrofismo climático es una religión de sustitución

P. Con la burocracia de los alimentos puede ocurrir como con el discurso migratorio. Un cambio de discurso en los próximos años como en Alemania, donde gobiernan socialistas. El canciller Scholz ya habla de deportar inmigrantes ilegales y de poner barreras.

En el asunto de la inmigración ilegal masiva reina la hipocresía. Es un problema que es evidente que hay que abordar y que es serio. Hasta ahora Europa lo que ha hecho es disimular, diluir el problema con una política de cuotas (repartirse los inmigrantes) y hacer ver que el problema no existe de cara a la opinión pública. Si dices que hay un problema te llaman racista. A uno del PP eso le bloquearía. Pero para eso está Vox. A nosotros no nos bloquean. Los socialdemócratas alemanes son más responsables que Sánchez y por eso han dejado de disimular. ¿Pero qué mundo es este en el que llaman ultraderecha a un partido que defiende el imperio de la ley, el cumplimiento de la Constitución, la independencia judicial? Esto de toda la vida es ser demócrata liberal. Podrán engañar a muchos, pero a la media España a la que no engañan tiene derecho a que alguien les represente, alguien sin complejos, sin miedo a la verdad y a que le pongan etiquetas.

¿Pero qué mundo es este en el que llaman ultraderecha a un partido que defiende el imperio de la ley?

P. Una de las propuestas de Vox es derogar el artículo 7 del Tratado de Lisboa, ¿no acabaría eso con la única barrera para Sánchez y la amnistía?

No va a afectar a parar la amnistía. También te digo que una nación soberana debe tiene que ser capaz de defenderse a sí misma. Pero en ningún momento sostenemos que el Tribunal de Justicia Europeo se manifieste para decir que no es amnistiable un delito de malversación o terrorismo. Lo que decimos es que esta amnistía es inconstitucional y se debería haber frenado con un conflicto institucional en el Senado. El PP no tuvo la fuerza moral para cumplir con su obligación. El conflicto institucional habría supuesto que el Tribunal Constitucional pasase un año y medio estudiando este asunto. La amnistía dice que se equivocó el poder judicial, la Corona y el Gobierno, y que tenían razón los que dieron el golpe de Estado, los que me amargaron la vida hasta el punto de tener que irme de ahí. Y el PP sale con horchata en las venas después de la aprobación de la amnistía en el Congreso diciendo que ha habido gritos, que eso es lo importante. Estos no han visto el parlamentarismo británico. Va a tener que ir Borja Sémper a dar clases a Westminster.

Va a tener que ir Borja Sémper a dar clases de parlamentarismo a Westminster.

P. Encuentro algunas contradicciones del mensaje de Vox con aliados internacionales. En concreto dos. Por ejemplo, Le Pen y su desprecio a los agricultores españoles y su producto. ¿Cómo casa una alianza así? También está Viktor Orbán, quien tiene un discurso en contra de Ucrania y claramente a favor de Putin. Sin embargo, Vox apoya a Ucrania en la guerra. ¿Por qué siguen apoyando a Orbán?

No las llamaría contradicciones. Cada país tiene su situación. Orbán está pegado a Rusia y con la memoria de la URSS... Una posible reacción es esa. O la de Polonia, que es dispar y también son aliados de Vox en ECR -el grupo parlamentario europeo-. Hay que entender de dónde viene cada uno. Le Pen está en otro grupo político en Europa y está de acuerdo en echar a Von der Leyen, que es lo primordial. Entiendo que diga eso del campesino español porque es lo que pasa con los países vecinos, que se llevan un poco mal. Pero somos patriotas, no nacionalistas. Francia es un país maravilloso y a veces hace cabronadas a los españoles (risas).

P. Uno de los rivales de Vox en estas elecciones es Alvise Pérez, que puede sacar hasta 2 escaños. ¿Qué opinión le merece él y su formación?

No es un rival político de Vox. Un señor no es un proyecto político. Un proyecto político es Vox. Las europeas, al tener un umbral bajo para conseguir eurodiputado, ha dado entrada a formaciones. Nosotros no estamos en el mundo de combatir un escaño.

Entrevista a Juan Carlos Girauta
Entrevista a Juan Carlos Girauta / Julián Salvadores.

P. La mujer del presidente del Gobierno está imputada. Si fuera posible, ¿apoyaría una moción de censura con el PP y Junts para echar a Sánchez? Algo que ha deslizado el líder del PP.

Vox no debe ir con Junts ni a la vuelta de la esquina. Feijóo es de una torpeza casi imposible de igualar.

P. ¿Cree que Sánchez es nuestro Fernando VII moderno, como algunos indican? ¿O le recuerda más a otra figura histórica?

Fernando VII hizo el Museo del Prado. Sánchez no ha construido nada, solo ha destruido. Es una bola de demolición.

P. ¿Ha hecho las paces con Federico Jiménez Losantos?

No hay paces que hacer. Yo no me he peleado con Losantos. Es un hombre que tiene una cabeza prodigiosa. Muchísima memoria, conocimientos históricos, literarios, escribe de maravilla, es un gran polemista y no hay nada más que decir.

No me he peleado con Federico Jiménez Losantos

¿Qué opina de lo que le ha pasado a Ciudadanos?

La política, igual que la naturaleza, tiene horror al vacío, horror vacui. Ciudadanos quería regenerar la democracia española y enfrentarse al nacionalismo. Ciudadanos desaparece, cambian los liderazgos… y hay horror vacui. Ahora otro cumple ese papel, que es Vox; la regeneración de España; la lucha por la unidad de España; contra el nacionalismo; la lucha por la inteligencia, sin hacer política de parvulario.

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