Desde que el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, hiciese pública este lunes una declaración institucional en la que reclama a los poderes públicos catalanes que respeten el principio de neutralidad ideológica que debe regir en cualquier sociedad libre, abierta, democrática y tolerante en referencia a la presencia de lazos amarillos en los "edificios y espacios públicos" y a raíz de los altercados entre partidarios y detractores de llenar de simbología política las calles, el alto comisionado de las Cortes Generales ha recibido decenas de quejas contra los problemas de convivencia en los espacios públicos de Cataluña.
Aunque aún no se les ha notificado si su denuncia se admite a trámite, pues la queja fue dirigida este miércoles al Defensor del Pueblo y conlleva unos días la lectura y asignación al área de trabajo a la que corresponde para su estudio, este diario ha constatado que la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña (AEB) ha recurrido al órgano que representa a los españoles en nombre de diversas familias para que interfieran en lo que entienden como una vulneración de los derechos fundamentales y libertades públicas: no están de acuerdo con que los profesores lleven lazos amarillos ni con que los centros escolares sean utilizados para celebrar actos políticos.
Las respuestas de Enseñanza no han tranquilizado a quienes ven en los lazos amarillos de los profesores una amenaza más a la "neutralidad" de los colegios
Durante el pasado curso, la AEB recibió denuncias sobre supuestas malas prácticas por parte de algunos colegios y de sus docentes procedentes de madres y padres desde distintas zonas de Cataluña. Querían mantenerse en el anonimato, por lo que la asamblea decidió recopilarlas y erigirse como representante de estas familias de cara a presentar quejas formales a los directores de cada uno de los centros señalados, así como a los Servicios Territoriales de Enseñanza.
Sin embargo, las respuestas recibidas de parte de los directores y del Departamento de Enseñanza -a las que ha tenido acceso este diario- no han servido para tranquilizar a quienes ven en los lazos amarillos en las solapas de los profesores una amenaza más a la "neutralidad" de los colegios a los que acuden sus hijos.
Profesores con lazo
"Diversos profesores del centro acuden al centro e imparten clases llevando lazos amarillos o exhibiendo símbolos favorables al proceso independentista y a la liberación de lo que denominan 'presos políticos'. Las familias de los alumnos nos han hecho llegar quejas por ese comportamiento y por entender que la exhibición de esos símbolos pudiera considerarse contraria a la imprescindible neutralidad de las instituciones, al alinear el centro educativo con determinados posicionamientos políticos", advierte la AEB al director de un centro de la provincia de Tarragona a través de un correo.
En otra de las quejas presentadas, en este caso a la directora de otro centro situado en Barcelona, se asegura que "el día 2 de octubre de 2017 se realizó un minuto de silencio en repulsa de los enfrentamientos producidos a raíz de la celebración del referéndum ilegal del domingo 1 de octubre; se usan lazos amarillos por parte algunos profesores, se impiden las lecturas en castellano y algunos profesores reprenden si escuchan conversaciones entre ellos en castellano".
Pese a la distancia entre los centros, ambos responsables responden con un mensaje similar: "Corresponde a la dirección del centro favorecer la convivencia y garantizar el cumplimiento de las normas que se refieren. Esta dirección, como autoridad competente para defender el interés superior del niño, velará para que se mantenga como hasta la fecha la buena convivencia en nuestro centro, con los mecanismos internos que el ordenamiento jurídico nos pone al alcance".
Actos en verano
Pero la AEB, antes de recurrir al Defensor del Pueblo, instó al Departamento de enseñanza de la Generalitat a tomar cartas en el asunto. Lo hizo con respecto al hecho de que algunos profesores portasen lazos amarillos, pero también en referencia a la celebración de actos políticos en centros escolares como, por ejemplo, el acto Suquet per la Independència a finales de julio de este año en las instalaciones de la Escuela del Mar de Villasar de Mar.
Según se recoge en la queja "este acto estaba patrocinado por el partido político Solidaritat Catalana per la independència y el objetivo era dar soporte y difusión de una actividad política bajo el nombre 'primarias por la república'; que fue publicitado como tal por el Ayuntamiento de Villasar de Mar en su página web". Además, según advierte el escrito, la cena y entrada al acto se realizaba previo pago de una aportación económica de 25 euros con objetivo recaudatorio para la causa independentista y que la instalación fue decorada y ambientada para este acto con símbolos políticos.
Respuestas de Enseñanza
Según ha podido comprobar este diario, desde Ensenyament responden que el Sistema educativo de Cataluña ejerce las funciones que le son propias "con estricta neutralidad política". "De acuerdo con lo prescrito en la Ley de Educación, se excluye cualquier tipo de proselitismo o adoctrinamiento. Corresponde a la dirección del centro garantizar el cumplimiento de las normas de convivencia y adoptar las medidas pertinentes según las normas de organización y funcionamiento del centro y, también, de acuerdo con otra normativa que se vaya a aplicar, en su caso", señalan.
En total, desde AEB presentaron quejas en torno a una docena de centros al término del pasado curso
"La libertad de expresión es un derecho fundamental que, obviamente y como principio general, hay que respetar. Si la dirección del centro educativo, como autoridad competente para defender el interés superior del niño, considera que alguna muestra de este derecho puede suponer un conflicto dentro de la comunidad escolar, previa ponderación de los intereses enfrentados, establecerá los mecanismos pertinentes de mediación y promoción de la convivencia", añaden. En otros casos similares, desde el departamento responden que se trata de "una actividad realizada fuera del horario lectivo" y que la titularidad de la escuela pertenece al ayuntamiento.
En total, presentaron quejas sobre una docena de centros al término del pasado curso. Si bien en la mayoría de los casos la respuesta gira en torno a la defensa de la "libertad de expresión" de los docentes como un "derecho", según explican desde la AEB a este diario, en dos colegios habrían decidido prescindir de simbología en las aulas y pasillos en favor de la denominada "neutralidad".
Colegios "neutrales"
Aunque aún no ha comenzado el colegio, fuentes de la comunidad educativa catalana aseguran que existe "intranquilidad" ante la posibilidad de que la "crispación" que se vive en la calle a cuenta de los "lazos amarillos" acabe afectando a los colegios. De hecho, algunos sindicatos han hecho llamamientos a la "sensatez" para no volver a la situación del curso pasado, cuando se celebró el referéndum del 1-O y se produjeron las primeras detenciones.
Fuentes del CSIF consideran que los centros "deben ser políticamente neutros máxime en este momento en el que existe una gran crispación social" y desde el sindicato AMES han lanzado una propuesta a los profesores de los centros educativos: que en el primer consejo escolar del curso propongan declarar el centro como "centro políticamente neutral" que "atienda a todo el alumnado y a todas sus familias, sea cual sea su ideología".
Titularidad de centros
Desde Ciudadanos, la diputada en el Parlament Sonia Sierra explica que la titularidad de los colegios de Primaria depende de los ayuntamientos, mientras que la titularidad de los de Secundaria es dependiente de la Generalitat. "El año pasado denunciamos muchos casos, no porque los buscásemos, sino porque muchos padres recurrían a nosotros porque no querían dar sus nombres", apunta.
Aunque advierte que aún no ha comenzado el curso escolar, reconoce que en la actualidad el número de quejas referentes a colegios ha disminuido en comparación con 2017. "Algunos se lo piensan dos veces", considera. Por otro lado, asegura que le consta que, a raíz de la petición de amparo de Cs al Defensor del Pueblo por parte de Ciudadanos y de que este se pronunciara a favor de garantizar la "neutralidad" en los espacios públicos, más son las personas que han decidido dirigir quejas al mismo órgano.
Los Mossos
La problemática también ha sido objeto de debate durante la celebración de la Junta de Seguridad este jueves en Cataluña. Si en un principio el presidente de la Generalitat, Quim Torra, trató de evitar que los 'lazos amarillos' formasen parte del orden del día de la reunión, finalmente terminó cediendo a la petición del ministro del Interior. Tras la cita Fernando Grande-Marlaska explicó que ha pactado con la Generalitat trabajar juntos para que el espacio público en Cataluña "sea neutral para todos los ciudadanos" y ha coincidido con el conseller de Interior, Miquel Buch, en que la responsabilidad recaerá en los Mossos, en colaboración con el Estado.
Cabe esperar si los funcionarios del Estado deberán atender a alguna norma sobre cómo acudir a sus puestos de trabajo. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ya ha dado el primer paso al frente al considerar que sus funcionarios, como representantes de un organismo oficial, no deben llevar lazos amarillos en apoyo a los políticos soberanistas presos.