La crisis abierta a raíz del adelanto de las primarias en Madrid no es el único quebradero de cabeza en clave interna para Podemos. Galicia se ha convertido en el último mes en un foco de polémica tras el incidente protagonizado por su diputada en el Parlamento gallego, Paula Quinteiro Araujo, con la Policía Local en Santiago, que ha tensado aún más las relaciones con la coalición de En Marea.
Con esa crisis aún abierta y al calor de la polémica con el 'caso Cifuentes', el diputado regional y secretario de Organización de Podemos Galicia, Juan Merlo, presentó este viernes su dimisión y renunció a su acta parlamentaria tras conocerse que figuraba como ingeniero en su currículum cuando sólo tiene formación y no el título universitario.
Merlo abandonó los estudios por cuestiones familiares y no tardó ni veinticuatro horas en tomar la decisión tras la noticia desvelada por ABC. El diputado y cargo orgánico de Podemos reconoció el "error" que se mantuvo en el tiempo con su "connivencia".
Por su parte, la diputada de Podemos en el Parlamento gallego Paula Quinteiro Araujo se vio involucrada en la noche del pasado 17 de marzo en una trifulca con la Policía Local de Santiago. Ella formaría parte de un grupo de jóvenes que presuntamente rompió los retrovisores de varios coches aparcados. Según la versión de los agentes, Quinteiro habría tratado de entorpecer la identificación de uno de los implicados haciendo gala de su condición de parlamentaria. Un extremo que ella niega, asegurando que sólo intentó mediar como "ciudadana" para evitar que la cosa fuese a más.
El juzgado de Instrucción número 2 de Santiago se encarga de la investigación de lo ocurrido. Luis Villares, el líder de En Marea, tiene intención de proponer una consulta a las bases de la confluencia para que decidan sobre el futuro de la diputada. El grupo parlamentario avaló de forma mayoritaria su permanencia.
La relación de Podemos con la formación que nació como un partido instrumental atraviesa momentos complicados. Lo próximo será las elecciones locales y europeas de 2019 -en Galicia no habrá autonómicas-. De momento, las bases del partido de Iglesias se pronunciaron mayoritariamente a favor de abrir negociaciones con las "fuerzas hermanas" y llevar las siglas de Podemos en las papeletas. En el caso gallego, se respetarán las marcas consolidadas en los denominados ayuntamientos del cambio (A Coruña, Ferrol y Santiago).