La prostitución es un "trabajo". Al menos es lo que se deduce al leer una resolución publicada en el BOE el pasado 4 de agosto, donde el ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha autorizado a la creación de un sindicato de "trabajadoras sexuales".
El Gobierno del Pedro Sánchez autoriza de esta manera la creación del sindicato denominado "Organización de Trabajadoras Sexuales", en siglas OTRAS, una organización con sede en Barcelona.
Firmada el pasado 31 de julio por la Directora General de Trabajo, Concepción Pascual, -que ocupa el cargo con la llegada del nuevo Ejecutivo del PSOE-, viene a reconocer que la prostitución es un trabajo, en contra del ideario casi unánime del movimiento feminista. Y, además, en contra de las políticas de igualdad que hasta ahora han defendido desde las filas socialistas.
De acuerdo al texto, la resolución puede ser impugnada ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, aunque hay dudas sobre si aún se está a tiempo de hacerlo, ya que, en principio, la ley fija un plazo de 20 días hábiles —sin contar domingos y festivos— para recurrir. Y justo ayer miércoles se cumplieron los 20 días hábiles.