Política

El Gobierno da largas al ingreso mínimo vital que exige el PSOE

Rajoy responde con evasivas a la petición socialista de negociar esta medida de su programa, que ayer llevó Álvarez Areces al Senado. El PSOE le recuerda que será una de las reivindicaciones que los sindicatos exijan en la calle este domingo.

  • Rajoy y Hernando en el Congreso

El Gobierno no está por la labor de atender las dos demandas “prioritarias” del PSOE en política social: establecer un ingreso mínimo vital para familias sin recursos y recuperar el subsidio para desempleados mayores de 52 años. El clima de entendimiento tejido últimamente entre Moncloa y los socialistas -que permitirá aprobar esta semana los nuevos objetivos de déficit, la subida del salario mínimo y el incremento de impuestos especiales- no tendrá continuidad con la negociación de esas dos medidas estrella del programa socialista, que Ferraz pretende llevar en breve al Parlamento. El PSOE deberá impulsar su tramitación sin la colaboración del Ejecutivo, a tenor de lo escuchado este martes en el Senado.

“Hoy le traigo aquí, en nombre del Partido Socialista, dos propuestas concretas: la primera es crear por ley un ingreso mínimo vital como nueva prestación no contributiva de la Seguridad Social destinado a hogares sin ingresos o en situación de vulnerabilidad; (…) la segunda es que extendamos la prestación por desempleo y recuperemos el subsidio para parados mayores de 52 años extendiendo su duración hasta que encuentren un trabajo o accedan a la pensión de jubilación”. Con estas palabras, el portavoz del PSOE en la Cámara alta, Vicente Álvarez Areces, interpeló a Mariano Rajoy en la sesión de control, pidiéndole que “se pronuncie sobre ello, con un sí o con un no” y sondear así el terreno sobre la cuestión.

Pero el presidente del Gobierno respondió con una larga cambiada y ni siquiera se refirió a las propuestas. Rajoy se limitó a pronunciar una intervención genérica y ambigua sobre el fondo de la pregunta -la desigualdad-, enfatizando que lo “imprescindible” es “coordinar las políticas asistenciales en España”. “El tema no son los objetivos”, dijo el presidente, puesto que a grandes rasgos son compartidos por todos, sino “las recetas y las políticas económicas que cada uno pretendamos aplicar” para lograrlos. Y las de su Gabinete no pasan, a juzgar por esta respuesta, por negociar un ingreso mínimo vital o un subsidio indefinido para los parados de más edad.

Aumento excesivo del gasto

Fuentes del Grupo Popular explicaron después que la respuesta de Rajoy no es casual, sino que obedece a una línea estratégica: “No podemos ni plantearnos en este momento adoptar medidas así, tendrían un enorme coste económico”. El Gobierno ya cedió a pretensiones socialistas al subir un 8% el salario mínimo, relajar una décima el objetivo de déficit de las autonomías o aumentar las bases de las cotizaciones a la Seguridad Social. Los gestos a la ‘oposición útil’ del PSOE parece que no irán mucho más allá, sin perjuicio de avanzar en los pactos de Estado que ya están sobre la mesa y que Rajoy quiere sacar adelante por amplio consenso -reforma educativa, lucha contra la violencia de género o reforma de las pensiones-.

“Puedo estar de acuerdo con muchas de las afirmaciones”, le dijo el jefe del Ejecutivo a Areces, “pero una cosa son los buenos deseos y otra cómo conseguimos que en la realidad se puedan plasmar”. Para su Gobierno, la mejor forma de combatir la desigualdad, la pobreza y la exclusión social es creando empleo y cambiando así la vida de las personas que salen del paro, mejorando de paso las de todas las demás. Porque la creación de empleo, argumentó, “aumenta la recaudación” y permite disponer de más recursos para financiar “servicios públicos”.

"No podemos ni plantearnos en este momento adoptar medidas así", justifican desde las filas del PP

Sobre las reivindicaciones concretas del PSOE, no hubo ni una palabra hasta los últimos segundos. Ahí aprovechó Rajoy para recoger el guante del diálogo, con escaso entusiasmo: “Usted ha hecho dos planteamientos hoy aquí en esta Cámara, yo estoy dispuesto a considerarlos, pero primero es más importante que tengamos conocimiento de causa de qué prestaciones hacen unos, cuáles hacen otros, quiénes cobran unos y quiénes cobran otros”. Los socialistas pueden aferrarse a la literalidad del presidente -“usted ha tendido su mano para hablar de estos asuntos y yo estoy dispuesto a hacerlo, pero el tema no son los objetivos...”-, si bien la sensación que quedó, y que luego se ratificó desde el Grupo Popular, es la de que no hay margen para que el Ejecutivo estudie la puesta en marcha de esas propuestas. 

Protestas sindicales

El portavoz socialista incluyó en su alocución una referencia a las protestas que los sindicatos tienen convocadas para el jueves y el domingo, a las que Ferraz apoya porque sus reivindicaciones son “justas, como las que acabo de formularle”. El ingreso mínimo y el subsidio para parados de más de 52 años son “una absoluta prioridad en nuestra acción política”, insistió Areces, por lo que su partido espera que se articule “un marco de negociación” sobre su aprobación.

No tendrá fácil mover al Gobierno a ese debate, y menos si el PSOE mantiene la determinación de no negociar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, donde podría incluir estas y otras contrapartidas. Para sacarlas adelante, tendrá que buscar otros apoyos en el Parlamento y aún así no tiene ni mucho menos garantizado que vean la luz, porque el Gobierno puede vetar las iniciativas que impliquen un aumento del gasto o una reducción de los ingresos. Así lo ha hecho ya con 16 propuestas de la oposición y de Parlamentos autonómicos, maniobras que han provocado un conflicto entre el poder ejecutivo y el legislativo que está a punto de llegar al Tribunal Constitucional.

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