El Gobierno de Pedro Sánchez cae con cuentagotas. Másteres falsos, presuntos fraudes fiscales o conversaciones comprometedoras. Desde su llegada a La Moncloa el 1 de junio tras la moción de censura a Mariano Rajoy, cinco de sus 17 ministros han estado en el punto de mira, y dos ya se han visto obligados a dimitir.
"Este es el Gobierno de la solidaridad, de la transparencia, de la ejemplaridad, de la igualdad", decía Sánchez a su equipo en el primer Consejo. Ayer, durante su visita a Nueva York, se convencía a sí mismo y al auditorio de la fortaleza de su Ejecutivo, resistiéndose a plantear dimisiones y menos unas elecciones anticipadas. Pero lo cierto es que al presidente le crecen los enanos.
Máxim Huerta, el breve
El primero fue Máxim Huerta. El exministro de Cultura y Deporte tan sólo duró trece días en el Gobierno socialista tras conocerse el fraude de más de 200.000 euros a Hacienda durante los años 2006, 2007 y 2008. Lo hizo cuando trabaja como presentador de 'El programa de Ana Rosa', a través de la sociedad limitada Almaximo Profesionales de la Imagen SL. en la que el titular de Cultura figuró como único accionista y administrador.
Ese fue el primer golpe que sufrió Sánchez. El siguiente tardó tres meses en llegar. Esta vez tenía que ver con la ministra de Sanidad, Carmen Montón y un máster cursado en 2010 en el Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos, el mismo en el que realizaron sus estudios de posgrado Pablo Casado y Cristina Cifuentes.
Pese al respaldo recibido por el presidente del Gobierno y su resistencia a la presión de los medios, a Montón no le quedó más remedio que dimitir tras revelarse que copió a otros autores en al menos 19 de las 52 páginas de su Trabajo Fin de Máster. "Lo hago para no influir en el Gobierno de Sánchez", decía la exministra en su despedida.
Margarita Robles, un grave error de gestión
Entre tanto, otra polémica azuzaba al Gobierno de Sánchez: el Ministerio de Defensa, con Margarita Robles a la cabeza, comunicaba su intención de paralizar la venta de 400 bombas de precisión láser del Ejército español a Arabia Saudí con el argumento de que podría utilizarlas contra la población civil de Yemen. Contemplaba así la devolución de los 9,2 millones de euros abonados por este material.
Pronto el Gobierno se vio obligado a dar marcha atrás, pues la cancelación de esta venta podía haber puesto en peligro el contrato con Arabia Saudí para la compra de cinco corbetas a la empresa Navantia, una posibilidad ante la que se han sucedido las protestas de los trabajadores de los astilleros de esta empresa en San Fernando (Cádiz).
Dolores Delgado, obligada a rectificar
La ministra de Justicia, Dolores Delgado, también está en la cuerda floja. Después de asegurar en numerosas ocasiones que no tenía ningún tipo de relación con el excomisario de la Policía, José Manuel Villarejo, en prisión provisional por cohecho y blanqueo de capitales, han salido a la luz unos audios de una conversación mantenida entre ellos durante una comida en 2009. La ministra ha tenido que rectificar en más de una ocasión y tuvo que dar marcha atrás y reconocer que se vieron "tres veces".
En los audios se burla de la condición sexual de su ahora compañero de Gobierno, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Este miércoles se ha publicado otra serie de esas grabaciones, en las que se escucha cómo Villarejo confiesa a Delgado que creó en el pasado una “agencia modelos” para que se acostaran con personas poderosas -como políticos y empresarios- para extraerles información. Varios grupos políticos han pedido ya su dimisión.
Paralelamente, la oposición aprieta a otro de los integrantes del Gobierno de Sánchez: el ministro de Ciencia, Pedro Duque, después de que este miércoles se haya publicado la noticia de que éste habría adquirido un chalé en Jávea (Alicante) de forma simultánea a la creación de una sociedad instrumental para eludir parte del pago de hasta cuatro impuestos.
"Es inmoral tener a un número tres de tu organización que ha creado una sociedad interpuesta para tributar la mitad de lo que le correspondería. Esa persona al día siguiente estaría fuera de mi Ejecutiva", dijo Sánchez en 2015, en relación al entonces 'número tres' de Podemos, Juan Carlos Monedero. Esas palabras podrían salirle ahora muy caras a su ministro, que comparecerá esta tarde para rendir cuentas sobre el asunto.