Con una línea roja muy clara, no apoyar a candidatos independentistas, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha transitado durante la campaña electoral desde una posición más proclive a barajar diferentes escenarios hacia un escenario en el que sólo ve dos opciones si no hay mayoría soberanista: un gobierno presidido por él o elecciones. Un camino justo a la inversa al que ha hecho el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que no se presenta a estos comicios pero que se juega mucho en ellos, y que ha pasado de adelantarse al PSC al anunciar un veto a Ciudadanos a pedir un compromiso a todos los partidos no independentistas: que hagan todos los esfuerzos posibles para gobernar si logran la mayoría parlamentaria.
Al margen de lo que pueda parecer un reparto de roles entre Iceta y Sánchez, entre quienes hay una sintonía total, en las últimas jornadas de la campaña ha sido evidente el matiz en las posiciones de cada uno, aunque el objetivo y el convencimiento es el mismo: los dos dirigentes defienden que el presidente de la Generalitat que necesita Cataluña es el socialista, porque creen que es el único capaz de tejer un gobierno transversal que reúna los apoyos suficientes, es decir, que sólo él puede sumar a los comuns.
Pese al "subidón anímico" que han tratado de mostrar los socialistas durante toda la campaña, llegan a las elecciones del 21D con las mismas cuentas que arrancaron y el convencimiento de que no habrá posibilidades de ahormar un gobierno que no cuente con la lista de Xavier Doménech. Iceta fue muy claro este martes al explicar que su objetivo es llegar al Govern con los votos de Ciudadanos, PP y Catalunya en Comú Podem.
El PSC sólo ve tres escenarios
Ya no hay rastro de aquella disposición a estudiar "otras posibilidades" que deslizaba a finales de noviembre, cuando aseguraba que los dos ejes que marcarían su hoja de ruta después de estos comicios serían no apoyar a un independentista ni permitir un bloqueo que lleve a nuevas elecciones. Ahora, en cambio, Iceta habla con claridad de tres escenarios posibles: un gobierno independentista, uno presidido por el PSC o una nueva cita con las urnas en primavera.
Y, en cambio, es el secretario general del PSOE el que, al acabar la campaña, no quiere cerrar la puerta a otras opciones. "Si hay una mayoría parlamentaria alternativa al independentismo es de obligado cumplimiento que nos pongamos todos de acuerdo para que haya un gobierno diferente en Cataluña", aseguró en la Cadena Ser.
Un compromiso que queda muy lejos del veto que lanzó a finales de noviembre, cuando se anticipó al PSC y garantizó que los socialistas no pactarían con Ciudadanos, al que comenzó a llamar como la "media naranja del PP". La creciente agresividad con la que Sánchez se dirigía al partido de Albert Rivera -al que también ha llamado el "Vox de la política española- contrastaba con un guante blanco del PSC, que Iceta se ha sacudido en los últimos días, en los que ha arremetido con más fuerza contra el partido naranja y, eso sí, su líder nacional.
Después de algunos guiños a la izquierda, aunque el del indulto a los independentistas se recibió más como un patinazo, parece que el líder de los socialistas catalanes quiere cerrar la campaña disputando el espacio, y el voto útil, a Ciudadanos. Digan lo que digan las encuestas, en el PSC insisten en que la campaña se cierra con un cuádruple empate y con opciones de superar al partido naranja.
En la dirección del PSOE no se atreven a defender que el PSC superará a Cs, aunque insisten en que van a "estar cerca" y dan por hecho que registrará una subida importante
En la dirección del PSOE, en cambio, no se atreven a defender que su partido hermano superará a Ciudadanos, aunque insisten en que van a "estar cerca" y dan por hecho que el PSC va a registrar una subida importante respecto a 2015. E insisten en que, aunque quede por debajo, Iceta tendrá muchas más opciones que Arrimadas en llegar a la Generalitat. Así lo ha reconocido también públicamente esta semana el líder de Ciudadanos: lo tiene "difícil" aunque gane.
Pero el camino del PSC tampoco parece despejado y a los objetivos de Iceta se opone el aviso que los comunes no han dejado de hacer en toda la campaña y que ha expuesto de manera muy gráfica la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en Twitter: no quiere ir a ningún lado con el PP ni con Ciudadanos. Sus luces verdes no coinciden con las del PSC, que ha descartado tajantemente cualquier posibilidad de acuerdo con ERC y con la CUP.
Catalunya necessita un govern progressista i d'esquerres, un govern de polítiques socials i de radicalitat democràtica. A @CatEnComu_Podem volem impulsar-ho i diem clarament amb qui #MajoriaProgressista pic.twitter.com/RzA1l7W3Rm
— Ada Colau ??? (@AdaColau) December 19, 2017