Podemos estudia iniciativas que pretenden reformar el sistema de los medios de comunicación en España. Dirigentes del partido de Pablo Iglesias aseguran que llevan trabajando en un Estatuto de la Información que se debería aplicar a los medios públicos y privados. En ese documento, la formación morada quiere recoger, entre otras medidas, derechos y deberes de los informadores, y limitar la concentración en cuanto a la propiedad de las emisoras.
Las medidas que está planteando Podemos pretenden abordar el tema de la “responsabilidad” de los medios de comunicación, según explican fuentes del partido. Una serie de iniciativas que se puede convertir en una Ley sobre el control de los medios, aunque este último punto, extremadamente delicado, será matizado en el programa electoral que se anunciará a lo largo de este viernes.
Para su plan Podemos ha mirado a Francia y a Ecuador. Los trabajos se van desarrollando en una mesa en la que colaboran políticos y periodistas. Del país transalpino, los técnicos de Podemos plantean importar el modelo de propiedad compartida con los redactores de un periódico como Le Monde. El histórico diario francés de centro-izquierda otorga a una Sociedad de Redactores la cuota mayoritaria del grupo editorial. Sus periodistas tienen entre sus poderes la capacidad de impedir el nombramiento de un director. Éste debe obtener al menos el 60% de los apoyos en una consulta a la plantilla para obtener el encargo.
Pública y privada
Otra estela que se ha colado en el debate interno de Podemos es la Ley de Comunicación de Ecuador. En 2013, el Gobierno de Rafael Correa promulgó una polémica normativa que fija un tope mínimo de producción nacional en los contenidos audiovisuales y prohíbe que los medios nacionales pertenezcan a empresas extranjeras. Sus críticos han tachado la ley de “asalto a la libertad de expresión”.
A lo largo de estos últimos días, Iglesias ha enfocado su discurso en una dura crítica a los medios. Ha reprochado la elevada concentración de las emisoras privadas y ha señalado a algunos medios por ser, en sus palabras, “una de las patas” de la “trama” político, policial e informativa que ha actuado supuestamente contra Podemos. El propio Iglesias y otros dirigentes de la formación criticaron que, por ejemplo, Mediaset, empresa italiana de la que es propietaria Silvio Berlusconi, sea dueña de Telecinco.
Con respecto a las televisiones públicas, el partido morado ha subrayado su voluntad de avanzar hacia concursos públicos para despolitizar los informativos. Ha arremetido contra RTVE (donde Iglesias cree que Podemos está infrarrepresentado) y las cadenas públicas madrileña (Telemadrid) y catalana (TV3): “Lo que hemos visto en Telemadrid o en TV3, es que me da igual que sea en una dirección o en otra, son televisiones de partido. Es malo para la democracia”, afirmó Iglesias en El programa de Ana Rosa en Telecinco.
"Deberes y derechos"
La idea del Estatuto de la Información también estaba presente en el último programa electoral de Podemos (2016). En ese documento el partido hablaba de “garantizar unas condiciones laborales dignas” a los profesionales del sector. Pero también incluía el concepto de “derecho a la información de la ciudadanía” y “deber y derechos de los medios y periodistas para garantizar su independencia frente a las presiones, su seguridad y libertad de expresión”.
El partido de Iglesias llegó incluso a proponer la creación de un Ministerio de Comunicación. Con respecto a esta cartera, Podemos fijó actuaciones como la de “establecer procedimientos de supervisión, revisión, evaluación y rendición de cuentas”.
La preparación de estas medidas se ha desarrollado con cierta tensión interna en el equipo de políticos y expertos. Concretamente, algunos miembros de la formación manifestaron su queja por el hecho de que Iglesias lanzara en su primer mitin de precampaña un duro ataque a los medios. Algunos opinan que ese anuncio fue prematuro y otros pidieron que se rebajara el nivel de tensión, por temor a que fuera contraproducente.
A lo largo de estos últimos días, Iglesias ha corregido el tiro, hablando sobre todo de concentración de acciones en pocas manos, la idea de limitar las participaciones de los bancos en el capital de los medios y el ataque contra aquellos diarios que el líder de Podemos considera culpables de una campaña difamatoria construida sobre informaciones falsas.