Rivera utilizará el efecto multiplicador del voto a Ciudadanos para contrarrestar el argumento de concentrar el voto útil en torno al PP. El partido naranja sostiene que cada punto que suba en las elecciones generales puede suponer hasta ocho escaños más, que, dicen, restan al PSOE y Podemos. Mientras que una diferencia de un punto arriba o abajo apenas son uno o dos diputados para los populares.
"Esto ya no va de quién gana las elecciones, sino de quién puede formar Gobierno". Es el mensaje que traslada Ciudadanos. Y que se ha traducido en la oferta de Albert Rivera a Pablo Casado. El candidato naranja tiene intención de insistir en el gobierno de coalición como alternativa a Pedro Sánchez en el arranque de la campaña.
Frente al voto útil en el que insiste Casado, Rivera responderá con el voto multiplicador. Y que se explica por los efectos de la ley electoral para uno y otro partido. Ciudadanos fue el partido al que más caro le salió el escaño en las elecciones generales del 26-J del 2016: 97.617 papeletas de media por cada uno de sus 32 diputados.
Al PSOE, por ejemplo, el escaño le costó 63.800 votos; y al PP, 57.700. La reforma de la ley electoral es una de las prioridades de Rivera en caso de condicionar un gobierno de coalición.
Tres puntos, 20 escaños
El argumento de Ciudadanos es que una subida de apenas un punto supone ocho escaños más. Incluso puede sumar más de 20 sólo con tres puntos más al superar determinadas barreras y no ser ya, según las encuestas, la última fuerza nacional. Por detrás de Ciudadanos podrían quedar Unidas Podemos y Vox.
Este efecto multiplicador, dicen fuentes naranjas, no lo tiene el PP. El peso de los populares está más distribuido, y una subida de un punto tiene un impacto de uno o dos escaños. Es decir, necesitan crecer más para ganar más.
En las elecciones del 20-D del 2015, Ciudadanos obtuvo el 13,9% de los votos y 40 diputados. En la repetición del 26-J, logró el 13,1% y 32 escaños. Es decir, cedió menos de un punto pero se dejó ocho diputados por el camino.
En esta variable influye por supuesto la participación. Pero Ciudadanos tiene documentado que esos diputados se extraviaron por un puñado de votos. En Salamanca, por ejemplo, se dejaron el escaño por poco menos de 400 papeletas. En Madrid, perdieron el séptimo diputado por apenas 3.000 votos, un 0,01%.
Los estudios de la formación naranja dicen además que al acceder a esos escaños no restarían al PP, sino al PSOE o Podemos. El séptimo escaño que se perdió en Madrid, por ejemplo, fue a manos del PSOE. Y recuerdan que las elecciones del 28-A son una batalla por sumar una mayoría alternativa al PSOE y no estrictamente por la victoria.
Presencia de Arrimadas
Rivera irá utilizando algunos de estos mensajes en la campaña de Ciudadanos, que está acabando de perfilarse. El candidato naranja abrirá la carrera electoral en Madrid y la cerrará en Valencia. El primero tramo de su campaña se concentrará en Andalucía, la Comunidad Valenciana -que también celebra sus autonómicas el 28-A-, Madrid, Cataluña y Castilla La Mancha.
Rivera e Inés Arrimadas presentarán el lema y los carteles de campaña en un mitin el domingo en Las Rozas (Madrid). Arrimadas y fichajes como Marcos de Quinto y Edmundo Bal jugarán un papel destacado a nivel nacional.
El objetivo de Ciudadanos es reforzar la idea de que hay equipo, proyecto y un líder claro: Rivera. El candidato naranja se reserva el itinerario de la última semana de campaña, que dependerá de si hay o no debates electorales televisados.