Las fuerzas independentistas catalanas muestran en público sus discrepancias a las puertas de la celebración de la Diada el próximo miércoles 11 de septiembre. De un lado, el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, aboga por poner "la independencia otra vez en el centro" como respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo sobre el proceso separatista. De otro, los republicanos Oriol Junqueras, plantean una convocatoria electoral que desde el sector del exjefe del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont, parecen descartar.
El presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent (ERC), sostiene que sería "contradictorio" negarse a llamar a los catalanes a las urnas mientras se reclama un referéndum. "A los demócratas las urnas nunca nos dan miedo. Al contrario", sostiene en una entrevista con El Periódico. Los republicanos abogan por ir a las urnas o conformar un gobierno de concentración como respuesta a la sentencia del 1-O, para iniciar una nueva fase con la que "fortalecer" las instituciones catalanas. "Hemos de ser capaces de generar todos los incentivos que hagan que al Estado le salga más a cuenta políticamente negociar este referéndum que cronificar el conflicto", afirma.
El diputado de los republicanos en el Parlamet Sergi Sabrià, también hace hincapié en la debilidad del actual Govern en una entrevista en RAC1: "Se necesita una mayoría parlamentaria amplia. Es importante porque si eres fuerte al gobierno pero tienes muchas dificultades para sacar las iniciativas en el Parlament, dejas de ser fuerte. Las dos cosas son capitales".
En cambio, Torra se resiste. "Objetivo independencia: este debe ser el horizonte de este país a partir de las sentencias", decía en la noche del sábado en TV3.. El actual presidente reconoce las discrepancias en el seno del independentismo. "¿Esta situación es la que queremos para enfrentarnos a una sentencia como la que nos viene? ¿O no nos conviene a todos mucho más trabajar para dar una respuesta conjunta desde la mayoría independentista que hay en el Parlamento?", se pregunta.
Sobre la respuesta a la sentencia del Supremo, Torra aboga por que "millones de ciudadanos" vuelvan a las calles como en el 3 de octubre de 2017. Y cree que esa reacción entra dentro de las posibles acciones de desobediencia. Precisamente, el actual líder de la Gobierno catalán se estaría planteando dejar plantado al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y no acudir al juicio que tiene por negarse a retirar los lazos amarillos del balcón del Palau de la Generalitat durante las pasadas elecciones generales.
"La gesticulación no sirve si no abre un escenario de futuro, si no acerca al objetivo político", mantiene Torrent. Preguntado por si ERC se abstendría en una segunda investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha limitado a responder que "ya se verá". Aunque emplaza al independentismo a reflexionar sobre si le conviene más un gobierno en minoría en el que puedan influir, o "el riesgo de ir a elecciones y a un Gobierno de tripartito ultra" (en referencia a PP, Ciudadanos y Vox).