Desde la tarde del martes, cuando Roger Torrent se reunió con el Círculo de Directivos de Habla Alemana en el Círculo Ecuestre de Barcelona, los partidos y asociaciones independentistas tienen un nuevo empresario en el centro de la diana. Se trata del alemán Karl Jacobi, fundador y propietario de un conglomerado con sede en Alella (Maresme) en el que ComVort, una firma de publicidad y marketing fundada en 1989, actúa de punta de lanza.
Minutos después de la intervención del presidente de la Mesa del Parlament, casi al término del acto, Jacobi se levantó para acusar a los independentistas de mentir, de haber provocado guerras en las familias y de haber devuelto a Cataluña a la Edad Media. "¡Voto yo que todos ustedes van a la prisión!", concluyó sofocado. Pero pedir la cárcel para los dirigentes que llevan un lazo amarillo en la solapa en favor de la libertad para quienes consideran presos políticos tiene sus consecuencias. La maquinaria secesionista se ha puesto en marcha.
El rol de Jordi Pujol
Los llamados Comités en Defensa de la República (CDR) han iniciado una campaña para divulgar los datos personales del socio del Círculo de Directivos de Habla Alemana y para señalar su empresa. Así, a través de Telegram, donde los CDR gestionan varios chats, cientos de usuarios han podido compartir la dirección, teléfono y correo electrónico de la empresa del ejecutivo germano que, según ha podido saber este diario se encontraría fuera de Cataluña "por un viaje de negocios".
Nació en Colonia, tiene una banda de rock llamada Group 66 y tras el 'encontronazo' con Torrent en el Círculo Ecuestre se fue "de viaje de negocios"
Sin embargo, la visión de Jacobi -que nació en Colonia y tiene un grupo de rock bautizado Group 66 que versiona temas clásicos- es compartida por la mayoría de empresarios del Círculo, que entre 1980 y 2003 contó con Jordi Pujol como socio honorífico. "Hemos acabado con esa época. En este momento no tenemos ningún socio honorífico, aunque en defensa de la democracia, hasta que no hay una sentencia, todo el mundo es inocente. Él [Jordi Pujol] ayudó mucho a nuestro círculo y hasta ahora no la tiene", explica a 'Vozpópuli' Albert Peters, presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana.
Estado de Derecho
"Cualquier situación de inseguridad afecta a todo el mundo. Queremos estabilidad para nuestros empresarios y para recuperar la economía catalana", pide este alemán que lleva 25 años residiendo en España y nueve al frente del círculo. Y reconoce que existen compañías de su país que han suprimido o retrasado las inversiones hasta que haya un gobierno estable "que cumpla con las normas de la Constitución y el Estado de Derecho".
Necesitamos un gobierno estable que cumpla con la Constitución", pide el presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana, del que un día formó parte Jordi Pujol como miembro honorífico
Peters asegura que los empresarios se encuentran en estado de "alerta", aunque, según cuenta, "continúan confiando en Cataluña". Por otro lado, considera que los empresarios extranjeros en Cataluña tienen una posición de "ventaja" con respecto a los nacionales en el sentido de que pueden "levantar la voz" con mayor facilidad. "Nosotros lo hemos hecho para hablar de nuestras preocupaciones: la declaración de independencia de Cataluña de forma unilateral no es aceptable en Europa".
Además, comenta que en Alemania "no entienden muy bien lo que está pasando en España". "Estamos totalmente a favor del Estado de Derecho y si nos obligan a cumplir las normas a nosotros, también deben obligar a los políticos. En sitios inseguros nadie invierte dinero", advierte.
Otros conflictos
Pero no es la primera vez que el independentismo se topa con los empresarios alemanes afincados en Cataluña, o viceversa. Ya en febrero de 2014, cerca de 60 empresarios europeos -la mayoría alemanes- se agruparon en una plataforma liderada por el propio Peters para alertar de las "nefastas consecuencias" que acarrearía una hipotética independencia de Cataluña para la economía.
En una carta firmada y titulada Declaración de Barcelona, advertían de que las negociaciones de adhesión para reincorporarse de nuevo a la Unión Europea durarían años y requerirían unanimidad" y resaltaban "los peligros de un fervor nacionalista, que en el último siglo ha traído sufrimientos inconmensurables sobre Europa y que tampoco traerá nada bueno para Cataluña". Joan Tardà (ERC) les llamó "nazis" a través de Twitter: "Es penoso que directivos de empresas alemanas, enriquecidas gracias al nazismo y cómplices de millones de asesinatos critiquen el nacionalismo catalán". Un mensaje del que todavía alguno de los empresarios germanos no se ha recuperado.