Esta semana será clave para conocer el reparto de las concejalías en el Ayuntamiento de Granada, el más importante de los que gobierna Ciudadanos -junto a Palencia y Melilla- tras las elecciones del 26-M y todo apunta a que los ediles serán únicamente de Cs y PP.
El alcalde naranja, Luis Salvador, logró el bastón de mando con los votos del PP y Vox siendo la tercera fuerza política, pero desde el 15 de junio se mantiene firme en su negativa a llegar a algún tipo de pacto con la formación de Santiago Abascal a pesar de que necesita el respaldo de los concejales de Vox para sacar adelante cualquier iniciativa en el Ayuntamiento.
El resultado de las elecciones municipales dejó una composición muy variopinta en el Ayuntamiento de Granada. De los 27 concejales, 10 fueron a parar al PSOE, 7 al PP, 4 a Ciudadanos, 3 a Vox y 3 a Podemos-IU-Adelante.
El PP de Sebastián Pérez llegaba a las elecciones con el estigma de José Torres y aún estaba presente el escándalo que se llevó por delante a la anterior Corporación
Además, existen dos variables que explican la 'operación Borgen' que hubo en Granada para que el tercer partido -Ciudadanos- lograse la mayoría absoluta de 14 votos y así poder gobernar. En primer lugar, el candidato del PSOE y hasta hace unos días alcalde de Granada, Francisco Cuenca, accedió a su puesto en mayo de 2016 tras la dimisión del que era el regidor hasta ese momento, el popular José Torres, quien tuvo que dejar el cargo, junto a su edil de Urbanismo, por un caso de corrupción.
Es decir, el PP de Sebastián Pérez llegaba a las elecciones con el estigma de Torres y entre muchos granadinos aún estaba presente el escándalo que se llevó por delante a la Corporación popular en la pasada legislatura. Así que si había una ciudad que el PP podía ceder a Ciudadanos sin grandes traumas, ésta era Granada.
La segunda variable fueron las negociaciones en clave andaluza y nacional que tuvieron el PP y Ciudadanos en varios frentes. Por ejemplo, la alcaldía y la diputación de Málaga cayeron del lado popular con el beneplácito de los naranjas, de modo que la ciudad de Granada fue una especie de moneda de cambio por los servicios prestados en la vecina provincia malagueña.
Sin pacto por escrito
Ahora bien, Salvador es alcalde de Granada gracias a los votos de Vox en última instancia. No hubo pacto por escrito para ello. Tampoco PP y Ciudadanos sellaron con sangre el suyo. Todo fue verbal, lo que planteó la duda inicial de si el regidor 'naranja' sólo estaría dos años al frente del Consistorio, momento en el que cedería el testigo al popular Pérez. Pero no hay nada de eso.
El secretario de Organización de Ciudadanos y diputado por Granada, Fran Hervías, desveló hace unos días al diario Ideal que el pacto de la ciudad andaluza lo fraguaron el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y él mismo con el compromiso de que Salvador esté al frente del Ayuntamiento los cuatro años.
Sin embargo, cualquier intento de Cs y PP por gobernar la antigua capital nazarí deberá contar con el respaldo de Vox ya que sus 11 ediles son insuficientes frente a los 13 de PSOE y Podemos. De ahí que Vox amenazase a Salvador con una moción de censura a los dos días de que este último recibiese el bastón de mando.
Así lo aseguró Macarena Olona, diputada por Granada de Vox en su cuenta personal de Twitter: "Luis Salvador esta semana tendrás que conformar el Ayuntamiento de Granada. Vox debe entrar en el gobierno en proporción a su representación. El incumplimiento de este acuerdo supondrá que promovamos una moción de censura de inmediato. Y que Paco Cuenca recupere la Alcaldía".
Su paso por 'El gato al agua'
El órdago no perturbó lo más mínimo al regidor naranja, quien sabe que una entente entre PSOE y Vox es inviable, por lo que cualquier moción socialista o del partido de Abascal tendría muchos visos de salir derrotada. "Ante las publicaciones que estoy viendo, puntualizar lo que he dicho en todo momento (...), que no va a entrar Vox en Gobierno", dijo tajante el nuevo alcalde de Granada a propósito de la amenaza lanzada por Olona.
Salvador está muy curtido en el rifirrafe político. Durante años participó en el programa 'El gato al agua' de Intereconomía defendiendo las tesis del PSOE, el partido en el que militó hasta que dio el salto a Ciudadanos. El año pasado coqueteó con la idea de presentarse a las primarias de su partido en Andalucía, pero desde Madrid se le pidió que no pusiese en cuestión el liderazgo de Juan Marín y aquel intento no pasó a mayores.