El Gobierno regional de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso, está trabajando en alternativas más rápidas para detectar y analizar casos de coronavirus. Según fuentes del Ejecutivo local del PP, los equipos técnicos están buscando la posibilidad de incluir entre los enfermos de coronavirus todas aquellas personas que tengan síntomas (como tos seca y fiebre alta) sin necesitar una prueba en laboratorio. Quieren liberar así al personal sanitario evitando miles de traslados a las viviendas de los afectados y la demora en las curas. Los ciudadanos que tengan síntomas de COVID-19 serán tratados automáticamente como afectados.
De aquí a los próximos días, cuando llegue el pico del contagio, la Comunidad considera que los laboratorios de la región puedan estar colapsados. Por ello pretende acelerar la cura de la enfermedad, tal y como adelanta en exclusiva Vozpópuli, sin perder demasiado tiempo.
En la lucha contra el coronavirus la rapidez es esencial. La Comunidad tiene consciencia de ello. Por eso, desde la semana pasada, y ante la reticencia del gobierno de Pedro Sánchez, quiso acelerar las medidas de contención.
Empezó con el cierre de los centros de mayores y prosiguió con el de los centros escolares. En ambos casos, el Ejecutivo regional tuvo que enfrentarse al gobierno del PSOE y Podemos, que intentaron –todavía sin razón aclarada- frenar la puesta en marcha de dichas medidas. Ahora, con los hospitales en dificultad y el repunte de contagios en la región, la Comunidad vuelve al ataque.
Plan de choque
Esta tarde, el consejo de Sanidad anunciará un plan de choque sanitario contra el coronavirus. Entre las iniciativas previstas puede encontrarse esa nueva manera de diagnosticar la enfermedad, que podría llamarse exprés, y que entrará en vigor esta semana o la siguiente, dependiendo de los cálculos del gobierno de Ayuso.
Dicho plan prevé el siguiente protocolo: cuando un ciudadano advierte los síntomas del virus, tiene que ponerse en contactos con el número de asistencia y a partir de ese momento, si su situación cumple con los indicios de contagio, los servicios sanitarios le atenderán inmediatamente como enfermo de coronavirus. Se ahorrarán así las horas de la espera del análisis clínico.
Madrid es a día de hoy la Comunidad que más contagios de COVID-19 sufre. Las estadísticas hablan de unos 1.500 enfermos, y todos los expertos aseguran que el efecto dominó acaba de empezar. Las estimaciones del Gobierno regional prevén un pico de contagios a partir de la próxima semana. En ese momento, el Ejecutivo del PP quiere estar preparado.
Pico la semana que viene
Una incógnita atañe al posible cierre de la Comunidad. Ayuso manifestó su contrariedad, y acusó al Gobierno central de alentar los rumores sobre esa política. Cabe señalar que cuando en Italia se cerró la región de Lombardía, miles de italianos se desplazaron de una zona roja de contagio al sur, expendiendo el virus. Dos días después, el Gobierno italiano decretó la cuarentena nacional.
A lo largo de esta mañana, los hospitales públicos empezaron a abrir secciones para ampliar las camas de las UCI. Esos trabajos comenzaron en La Paz, pero se extenderán a otros centros. Ayuso anunciará además un pacto con la sanidad privada para liberar hasta 3.000 nuevas camas, que atenderán a los enfermos de un virus que en países como Italia ha dejado ya casi 700 muertos.
El personal sanitario, mientras, se prepara para luchar en la primera línea de fuego. De su esfuerzo dependerá la vida de miles de afectados, sobre todo personas mayores pero también jóvenes. Algunos médicos ya trabajan sin parar, doblando incluso sus turnos. La Comunidad incorporará a 1.000 nuevos enfermeros y se abre a nuevas contrataciones. Llegarán “días difíciles”, asumió la presidenta de Madrid, pero recordó que la Comunidad cuenta con 102 hospitales y aseguró: “Nuestro único objetivo en estos momentos es salvar vidas”.