Los hogares monoparentales, es decir, los que cuentan con solo uno de los padres, son los que más crecen en España. En total, ya alcanzan los dos millones de familias, según el INE, de las cuales 1,6 millones son encabezadas por mujeres que, por necesidad o por elección, se hacen cargo de todo solas.
Las familias monoparentales hoy son 1.964.900, un 3,6% más que el año pasado, lo que equivale a más de uno de cada diez hogares en nuestro país, de acuerdo al informe La importancia de la figura paterna, consecuencias en la educación de los hijos, un trabajo de la profesora de la Universidad Carlos III de Madrid María Calvo presentando este martes por The Family Watch.
Por otro lado, cada vez hay más familias monoparentales encabezadas por un padre que se hace cargo de todo. Este modelo crece un 5,1%
Aunque el grueso lo representan los hogares con madres solas, que han crecido un 3,2%, cada vez hay más familias monoparentales encabezadas por un padre que se hace cargo de todo, ya que este modelo ha crecido un 5,1% en el último año.
"Nos hemos hecho muy autónomas, tanto en el ámbito laboral y personal. Hay 1.600.000 hogares donde las madres educan a sus hijos en soledad absoluta, bien por elección o bien por abandono. Se trata de un nuevo modelo de familia que no está atendido por las administraciones, van por detrás", explica la autora del estudio.
Desculturización de la paternidad
El tsunami de los hijos que crecen sin sus padres ya arrasa en países como Francia, Suecia o Islandia, donde el 67% de los bebés islandeses nacen de padres que no están casados. "¿Pueden los hijos prescindir de un padre?", se pregunta la profesora.
Su informe apunta a que no. Relaciona la ausencia de figura paterna con casos de delincuencia juvenil y pobreza, el embarazo en adolescentes o violencia doméstica.
"El padre es una figura imprescindible, pero vivimos en un momento de desculturización de la paternidad. Hemos luchado contra la familia patriarcal, pero no se ha buscado un modelo alternativo y ha quedado un vacío", considera Calvo.
En muchos casos, continúa, hemos convertido a los hijos en los reyes del hogar y, a veces, en pequeños tiranos. "El padre tiene que ser consciente de su importancia en el hogar, donde no es prescindible y saber que en su puesto de trabajo sí lo es. En su empresa le puede sustituir cualquiera, en su familia no. Ni modelo patriarcal, ni matriarcal: los padres tienen que ser un tándem", opina.