Después de que un acuerdo con otros dos candidatos evitara las primarias, Omar Anguita será ya formalmente desde este domingo el nuevo secretario general de Juventudes Socialistas de España. Y hasta ese cargo asegura que llevará su perfil crítico que le hizo contagiarse algo de la ilusión del 15M y la irrupción de Podemos, aunque asegura que, al votar no a Pedro Sánchez, el partido morado ha demostrado que "no ha llegado para cambiar las cosas".
El joven madrileño se revuelve contra las críticas a Juventudes y niega que sea una plataforma de colocación, como sostenía el primer borrador del programa de Sánchez: asegura que mantendrá su trabajo fuera y no va a cobrar por este cargo, con la intención de estar cuatro años y dedicarse después a su profesión como piloto. Hasta entonces, estará a los mandos de la organización juvenil y promete estar en todos los debates. Ni siquiera da por cerrado el de la gestación subrogada.
Después de la guerra en el PSOE del último año y la campaña de las primarias, ¿no imponía presentarse a unas primarias en el partido?
Hay que saber diferenciar el partido de las Juventudes y, en este caso, las Juventudes, como siempre, hemos dado un ejemplo al partido y hemos llegado a un acuerdo con todas las federaciones, con las otras dos candidaturas, para una lista de consenso común, para llegar a este congreso más fuertes y unidos.
Usted es el primer 'susanista' que gana una batalla interna después del 21 de mayo...
El 'susanismo' se acaba el día 21. A partir del día 21, no hay nada más que el PSOE y un secretario general al que tenemos que ayudar y apoyar para que gane las próximas elecciones.
Las Juventudes Socialistas se posicionaron casi mayoritariamente con la presidenta de la Junta de Andalucía, pese a que su candidatura se identificó con lo que se llamó el 'viejo PSOE'.
Equiparar el proyecto de Susana o de Pedro con Juventudes es un error. Las Juventudes hemos decidido libremente a quién queríamos apoyar, sobre todo los que teníamos doble militancia como en mi caso y, de verdad, lo bueno de este partido es que tú puedes votar a quien quieras y a partir del día 21, en este caso, acaban las primarias, y empiezas a trabajar como una única familia.
En la primera etapa de Pedro Sánchez, las Juventudes y Ferraz tuvieron una relación tormentosa. ¿Comienza una nueva etapa?
Yo creo que sí. No me ha hecho llegar nadie nada de que vaya a haber algún tipo de problema con nosotros. Es más, tanto el partido como nosotros entendemos que tenemos que ir de la mano para volver a ganar elecciones porque tenemos un problema con el voto joven y lo tenemos que atraer a través de las Juventudes Socialistas.
No sólo hay que actualizar el mensaje, también el mensajero. No es nada creíble que una persona de 62 años hable de política juvenil cuando en otros partidos hay gente de 30 años"
¿Qué puede aportar la organización juvenil a la estrategia del partido?
Yo creo que actualizarnos. Una de las claves del partido es que se tiene que actualizar y tenemos que empezar a hablar como hablamos los jóvenes en la calle. No sólo que el mensaje sea actual, sino también el mensajero. No es nada creíble que una persona de 62 años hable de política juvenil cuando en otros partidos hay gente de 30 años que lo está defendiendo porque además lo sufrimos nosotros que estamos entre los 20 y los 30. Por lo tanto, es importante no sólo que le mensaje se actualice, sino también el mensajero.
Precisamente la Ejecutiva de Pedro Sánchez tiene una edad media de 52 años y los grandes fichajes han sido veteranos. ¿Os hubiera gustado que hubiera contado más con los jóvenes?
Bueno, más espacio tenemos los jóvenes ahora. Nosotros tenemos que cubrir el espacio joven, siempre lo hacemos y de verdad que siempre lo hacemos con lealtad al partido, pero también manteniendo nuestros principios intactos, que es la clave de las Juventudes, que pase lo que pase en el partido, y lo hemos demostrado, somos capaces de sentarnos juntos y tomar decisiones por nosotros solos y siendo leales al partido.
Hablaba antes del problema del PSOE con los jóvenes. Los grandes agujeros negros que tiene el partido son las grandes ciudades y los jóvenes. ¿Cómo puede el PSOE hacerse sexy ante ese sector de la sociedad?
Yo creo que hemos cometido un error como partido importante. Las personas que están en política creen que lo que tienen que hacer es hablar y en realidad, es diferente, hay que escuchar más. No consiste en que nosotros hablemos durante media hora y haya cinco minutos de conversación con la gente a la que estás hablando. Creo que tenemos que escuchar mucho más. Y es un error que ha cometido el partido, que no hemos escuchado lo suficiente a la gente y lo que quieren es hablar con nosotros porque somos sus representantes. La clave es escuchar, hablar poco, pero sobre todo escuchar.
¿Eso es también volver a la calle? Fue un mensaje de Pedro Sánchez en la campaña, recurriendo a la simbología del 15M y las movilizaciones ciudadanas.
Yo lo he dicho mucho en esta campaña, es bajarnos al barro. Nuestros compañeros militantes están siempre en el barro, peleando en los pequeños municipios, en las grandes urbes, en todos los sitios. Hay que bajar al barro porque es donde está la gente y hay que echarles una mano, y que esa dirección que salga de las Juventudes Socialistas esté día a día con ellos y que sientan el aliento y el respaldo de su secretario general y de la Comisión Ejecutiva Federal.
¿Los jóvenes socialistas son rara avis? ¿Podemos os ha comido la merienda en la primera juventud?
Podemos ha conseguido, siendo un partido sin unas juventudes propias, encarnar esa voz de la juventud, pero se está demostrando que no es válido. Es verdad que Podemos tenía un mensaje muy bueno al principio y tuvo la oportunidad de hacer un cambio en España pero votó no a Pedro Sánchez, con lo que se demostró que no venía a cambiar a España sino a ocupar un espacio que electoralmente le interesaba. Y creo que las Juventudes tienen mucho que decir en el partido para recuperar ese voto, esa ilusión que yo tuve en 2004 cuando me afilié a las Juventudes Socialistas.
A lo mejor incluso lo ve en su entorno, esa dificultad de acercarse a los jóvenes. ¿Sois mayoría los socialistas? ¿Tiene muchos amigos que votan a Podemos?
Mi grupo más cercano, el núcleo más cercano, no vota al PSOE. Han votado en las municipales y en algunas autonómicas, pero no suelen votar al PSOE. Es verdad que, por suerte, no hablamos mucho de política, pero es verdad que es muy difícil, por lo que decía antes del mensajero, tratar de convencer a alguien cuando lo que tú ves te lleva la contraria. Y ellos me decían que la gente joven tiene que hacerse cargo de las instituciones, tenemos que tener nuestro espacio, para representarnos mucho mejor. Y ahí, es verdad, les doy la razón, y hay que pelearlo para atraer a esa gente joven que necesita el PSOE para solucionar sus problemas.
Pero son Podemos y Ciudadanos quienes han metido más gente joven en el Congreso. ¿Han contado más con los jóvenes?
Cuando creas un partido nuevo tienes un espacio fácil de rellenar con las personas con las que quieres contar. El PSOE es un partido con muchísimos años, con muchísima trayectoria y tenemos que compaginar esos compañeros que llevan tanto años trabajando en el partido, que han sido nuestros referentes, con las caras más nuevas. Esa es la clave del éxito para el PSOE.
Critiqué que se nos etiquetara como plataforma de colocación: llevo 12 años en Juventudes, nunca he tenido un cargo de responsabilidad remunerado y seguiré sin cobrar de la política"
Las críticas a Juventudes son un clásico por parte de una parte de la vieja guardia del partido, pero en el primer proyecto político de Pedro Sánchez, el entonces candidato las identificó como una plataforma de colocación y generó bastante malestar.
Sí, de hecho, yo fui una de las personas que criticó eso, no a Pedro Sánchez, pero sí el etiquetarnos de esa manera. Yo llevo llevo 12 años en Juventudes Socialistas, jamás he cobrado por pertenecer a las Juventudes Socialistas, nunca he tenido un cargo de responsabilidad remunerado, y el día 17, el día después del Congreso, seguiré sin cobrar de la política y seguiré con mi trabajo fuera de esto, porque quiero compatibilizar ambas cosas. Y es importante que también tengamos a personas como en mi caso que, trabajando fuera de esto, tengan su espacio en la política y puedan colaborar de una manera tan activa como voy a hacer yo ahora, a partir del lunes que viene.
Pero eso será una concepción de la política como una dedicación parcial, durante un tiempo determinado de su vida, porque toda la vida no puedes estar simultaneándolo.
Por supuesto. Yo tengo tomada la decisión de que, cuando acabe esta legislatura, mi mandato, si son cuatro años, quiero dedicarme a mi trabajo y abandonar la política activa. Pero sí tengo la ilusión de, en estos cuatro años, poder dejar un legado. Que yo, que no he sido concejal, que no soy diputado, tenga la oportunidad de tener esta responsabilidad, demuestra que esta organización está viva y que todo el mundo tiene espacio y que nada más hay que echarle ganas e ilusión para poder tener este espacio.
"Zapatero para mí es un referente"
La nueva dirección cuenta con muchos veteranos pero, por otro lado, este nuevo PSOE está alejado de los referentes tradicionales clásicos: Alfonso Guerra, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Quiénes son sus referentes?
Zapatero para mí es un referente. Fue con la persona con la que yo entré a militar. Yo viví los encuentros de Vistalegre y para mí fueron una experiencia única y creo que tenemos que compatibilizar tanto los referentes anteriores como los actuales. Y esa es la clave: el PSOE tiene que actualizarse. No nos podemos centrar sólo en Alfonso Guerra, en Felipe González o en Zapatero, hay que tenerlos como referentes, pero también tenemos que ir evolucionando, porque eso la calle ya lo reconoció electoralmente en su momento y ahora lo que tenemos que hacer es seguir trabajando con el presente.
¿Pero cree que esos referentes ahora se van a poder reconciliar con esta nueva etapa?
Yo creo que no hace falta reconciliarse. Las primarias no son lo más fácil internamente porque siempre hay roces, pero creo que a partir del día 21 no he escuchado ningún roce más y espero no escucharlo, sobre todo en redes, fuera de los espacios que tenemos para hablar y dialogar nosotros. Es importante que demos normalidad a la situación.
Siempre se dice que las Juventudes están a la izquierda del partido, son más arriesgadas. ¿Cuál cree usted que debe ser la relación con Podemos?
Tenemos que tener una relación correcta. Básicamente porque en este nuevo espacio electoral que tenemos ya no es una guerra entre dos partidos. Ahora tenemos cuatro partidos principales que, a través del entendimiento, tienen que llegar a reformas, y ningún partido puede plantearse unilateralmente sacar el trabajo individualmente. Por lo tanto, tanto con Ciudadanos como con Podemos, pero sobre todo con Podemos, creo que debemos tener una relación buena y que tiene que ser por las dos partes.
Al hablar de la reforma de la Constitución, Pedro Sánchez siempre dice que él no la votó, como un aliciente para la reforma. ¿Cree que votar una reforma de la Carta Magna está entre las preocupaciones de los jóvenes?
Quizás entre los jóvenes no sea el plato principal entre los problemas que tenemos. Tenemos muchos problemas en educación, en el mundo laboral, y tenemos que priorizar. Ahora bien, sí es verdad que tenemos ciertos debates encima de la mesa que tenemos que plantearlos y entre ellos la reforma de la Constitución sería importante, para actualizarla.
En el debate territorial, ¿las Juventudes creen que la solución pasa por el reconocimiento de un Estado plurinacional?
Nosotros, en Cataluña, lo primero que tenemos que hacer es hablar con las Juventudes Socialistas de Cataluña, que es nuestro órgano allí y trabajamos como hermanos con un objetivo común. Creo que la España federal que defienden los socialistas podría dar espacio a todas las identidades y creo que tenemos que avanzar en ese camino. Pero es verdad que tenemos que dejarnos de teatro con Mariano Rajoy y con Puigdemont porque los dos están estirando un chicle que ninguno de los dos quiere romper, porque saben que no pueden romper, pero les viene muy bien electoralmente. Y creo que en este caso Pedro Sánchez y el PSOE tienen que dar una respuesta común y sobre todo pactada, que es la clave, consensuada. En Cataluña hace falta diálogo, pacto y cabeza, dejarse de electoralismos y empezar a trabajar por el objetivo común, que es vivir un poquito mejor, no si Cataluña se va o se queda.
Una de las primeras propuestas de Pedro Sánchez a los partidos era un plan de rescate a los jóvenes. Pero de momento ni hay nada concreto ni se ha vuelto a hablar del tema. ¿Cómo se puede rescatar a los jóvenes?
Lo primero que tenemos que hacer es cambiar la reforma laboral. Evidentemente en este país tiene que mejorar la productividad pero no puede hacerlo a costa de los trabajadores jóvenes. También debemos rescatar a las personas que tenemos fuera de España, donde se han tenido que ir a trabajar porque aquí no se les da la oportunidad. Hay que rescatar a ese talento que tenemos fuera, porque esa gente tiene que tener cabida en su tierra, donde quiere estar.
¿Os gustaría que el PSOE contara con vosotros a la hora de elaborar ese plan de rescate?
Por supuesto, creo que es vital que los jóvenes tengamos nuestro espacio y nuestra representación para que el mensaje sea más eficaz. Y sobre todo somos nosotros y nosotras quienes estamos sufriendo los problemas laborales y debemos estar nosotros al frente, junto con el partido y el sindicato, para trabajar y lograr nuestros objetivos, que es una vida más digna como jóvenes.
Imagino que será una de sus reclamaciones en la primera reunión con la Ejecutiva. ¿Llevará alguna otra petición más?
Tenemos una petición a nivel orgánico, que es el tema de las cuotas, intentar unificarlas, porque nosotros pagamos una cuota como Juventudes y otra como partido y mucha gente joven no tiene ese dinero para pagar a final de año. También creo que es importante que el partido nos deje un espacio para poder trabajar. Lo decía antes, para recuperar el voto joven, tenemos que tener jóvenes representando al PSOE y no hay nadie mejor que las Juventudes Socialistas para representarnos. Es vital para volver a ganar elecciones.
Nuestro electorado se desilusiona muy rápidamente si no consigues darle las expectativas que has creado"
Ese electorado que se perdió, ¿cree que se quedó en casa? ¿Se fue a Podemos? ¿A Ciudadanos?
Yo creo que es una mezcla. Por suerte tenemos un electorado muy crítico. Es decir, se ilusiona muy fácilmente cuando ven algo nuevo, pero luego se desilusionan muy rápidamente si no consigues darle las expectativas que has creado. Y creo que ese electorado se quedó mucho en casa. Otro, evidentemente, se fue a Podemos o a Ciudadanos, pero hay una mayoría que se quedó en casa porque dejó de confiar en el PSOE porque no cumplimos sus expectativas y hay que hacer autocrítica.
Antes del 39 Congreso, Juventudes se desmarcó claramente del partido con una propuesta a favor de la gestación subrogada. El partido ha dado el debate por cerrado, ¿ustedes?
En absoluto. Juventudes jamás va a dejar ningún debate cerrado. Básicamente porque en las Juventudes es verdad que hay una mayoría que está a favor de la gestación subrogada, pero es un debate que no está consensuado al 100%. En Juventudes puedes debatir de lo que quieras y prueba de ello está que aunque el partido muchas veces ha cerrado puertas, nosotros hemos seguido peleándolas. Nosotros hace 30 años hablábamos de laicidad y el partido cerraba puertas y sin embargo desde hace diez años es uno de sus pilares. O hablábamos de la República y por primera vez en muchos años, en un Congreso del PSOE se ha vuelto a hablar de la República y es un éxito de las Juventudes. Este es un primer paso que nos ayudará a seguir hablando sobre un problema de modelo de Estado que tenemos y en el que las Juventudes Socialistas apostamos claramente por la República.
Me niego a decir que la gestación subrogada es un problema entre las feministas y el colectivo gay"
Centrándonos primero en la gestación subrogada, uno de los sectores que más claramente lo apoya es el sector gay y Ciudadanos se posicionó muy claramente en la reciente manifestación del Orgullo. Ahí podéis tener una fuga de votos...
En el colectivo LGTBI muy pocos partidos pueden presumir de haber hecho tanto como el PSOE y yo me siento profundamente orgulloso de Pedro Zerolo, de José Luis Rodríguez Zapatero y de los cambios que hemos hecho con el colectivo porque es algo que llevamos en el ADN.
En el caso con la gestación subrogada el partido tiene una posición y Juventudes tiene otra, pero que no está cerrada, y yo me niego a pertenecer al grupo que dice que es un problema entre el feminismo, o las feministas, y el colectivo gay. Para nada. Estamos debatiendo sobre un hecho de actualidad con la mayor naturalidad del mundo y hay que intentar eliminar esa etiqueta que se ha puesto, de que es el colectivo gay quien está forzando a las feministas a hablar de algo, cuando feministas somos todos y todas dentro del PSOE y mucho más en Juventudes Socialistas.
¿Usted tiene una posición firme?
No, tengo muchas dudas. Hace dos años tenía una posición mucho más a favor y según van pasando los meses tengo muchas dudas, porque me da mucho miedo que el PSOE, que ha sido el partido de la igualdad, cometa un error a la hora de formar una ley y deje un vacío legal en el cual todo lo que hemos avanzado se vaya al traste. Pero yo, como secretario general de Juventudes, que seré a partir del lunes, nunca voy a tomar una decisión individualmente, nunca.
Hablaba también de laicidad y República. Son dos reclamaciones históricas del PSOE y de las Juventudes, siempre presentes en los Congresos, pero cuando está en el Gobierno no avanza en lo prometido. ¿Por qué lo van a creer ahora los votantes?
Hemos cometido errores. Cuando uno gobierna tiene que tomar decisiones y tiene que priorizar. Pero muchas veces el partido dice que la República no toca y no toca porque muchas veces no queremos que toque, porque no es un debate que esté en el día a día. A mí, como republicano, me frustra que la gente no hable todos los días de la República, pero es algo que es una realidad. Nosotros nunca vamos a dejar de defender la República y espero participar en todos los foros que podamos hacer con el partido para que en las próximas elecciones llevemos un sentimiento y una idea de la República como opción real de modelo de Estado.
Recientemente el secretario general de Podemos ha endurecido sus críticas al Rey. ¿No cree que sea una figura consolidada?
En mi caso no, soy bastante crítico porque la monarquía sí ha jugado un papel clave en este país en democracia, sobre todo después de la dictadura, pero estamos en el siglo XXI y tenemos que actualizarnos. El PSOE tiene que dar un paso al frente en defensa de la República porque es uno de los valores principales que tenemos como partido y como compañeros que defendemos la igualdad máxima.
Después de la Transición, otro momento político importante que será recordado en años es la ruptura del bipartidismo y la irrupción con fuerza de dos nuevos partidos. ¿Cómo cree que se recordará?
Como algo importante. Yo viví el 15M muy de cerca. En ese momento yo era muy crítico con el partido, con las Juventudes... Yo siempre he sido una persona muy crítica, porque así es como he vivido mi militancia, con lealtad siempre a la organización, pero siempre siendo crítico donde toca. Y recuerdo que me llegó a generar algo de ilusión la irrupción de Podemos, porque hablaba como yo hablaba, como hablamos muchos jóvenes. Sin embargo, nos hemos dado cuenta tras estos dos años en el Parlamento que Podemos no ha cambiado nada, y tuvo la oportunidad, y es vital que la gente se dé cuenta de que cuando uno llega a las instituciones, tiene una responsabilidad.
El PSOE se ha equivocado durante muchos años, porque hemos gobernado muchos años, pero Podemos lleva dos y a la primera de cambio lo que hizo fue votar no a un presidente socialista. Es vital que la gente se dé cuenta y vuelva a confiar en aquellos que durante tantos años hemos gobernado, siendo autocríticos porque nos hemos equivocado muchas veces, pero con una larga trayectoria en las instituciones.
¿Y va a mantener ese perfil crítico ahora desde la Secretaría General?
Si lo dejara de mantener seguramente duraría un año y medio. No tengo ningún interés en alargar mi mandato más allá de lo que quieran los compañeros, pero sobre todo quiero dejar un legado. Yo no quiero ser diputado, ser concejal, no quiero vivir de esto, yo tengo mi trabajo fuera y lo único que me queda es lo que dejo.
