Organizaciones del secesionismo más radical preparan acciones para reclamar la libertad de los nueve dirigentes del 'procés' una vez que sean trasladados a cárceles catalanas. El presidente del Gobierno y algunos de sus ministros, en especial Grande Marlaska, titular de Interior, han anunciado que este traslado podría llevarse a cabo una vez que el juez Pablo Llarena concluya el proceso de instrucción, que está ya en su tramo final. La designación de Ángel Ortiz como director general de Prisiones, allanaría la aceleración de estos trámites. Ortiz ha sido director del gabinete jurídico de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid, partidaria del acercamiento de los presos.
Una vez consumada la instrucción de la causa, dependerá de Instituciones Penitenciarias, es decir, del Ejecutivo de Pedro Sánchez, el disponer si se aprueba o no este traslado, una de las exigencias constantes del Govern de Quim Torra. Será este asunto una de las cuestiones que el presidente de la Generalitat plantificará en la mesa de la Moncloa durante el encuentro que ambos mantendrán el 9 de julio. Fuentes del soberanismo deslizan que este asunto se ha tratado en las conversaciones preparatorias de ese entrevista por parte de Elsa Artadi y Meritxell Batet, las encargadas por ambos gobiernos de centrar el escenario del encuentro.
Las defensas, muy confiadas
Una vez en celdas catalanas, cuestiones como la concesión de grados, su progresión para salir a la calle, los fines de semana o los permisos pasarán a ser administrados por el Ejecutivo independentista ya que las competencias penitenciarias están transferidas a aquella región. Las defensas de los golpistas presos, ente los que se encuentra el exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, confían en que este traslado se concrete en las próximas semanas. Podrán estar cerca de sus casas a la espera de que finalmente se abra la fase oral, todavía sin fecha.
En el momento en que los dirigentes del 'procés' estén alojados en celdas catalanas, las organizaciones secesionistas, en especial las más radicales como la CUP o los comités de la república, se preparan para llevar a cabo concentraciones y movilizaciones frente a las prisiones, al objeto de forzar la salida de estos reclusos. Una especie de 'operación Xirinacs', el sacerdote que se plantó ante la Modelo de Barcelona durante casi dos años hasta que el gobierno de la Transición declaró la amnistía de los políticos encarcelados.
En las redes se mueven ahora mensajes a favor de 'rodear' las prisiones y montar un 'asedio' en estos edificios a la espera de que los dirigentes independentistas sean finalmente excarcelados, o al menos se les autorice a abandonar la prisión en forma temporal a la espera de que arranque el juicio oral.
