El presidente del PP, Pablo Casado, ha anunciado que su formación intentará atraerse a los votantes de centro-izquierda "a los que el socialismo no solo ha abandonado, sino que también ha engañado", según indicó en su discurso ante la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos del PP y que no se reunía desde enero.
Casado ha adelantado que el próximo miércoles propondrá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la creación de una oficina nacional para atender todas las necesidades de las víctimas del coronavirus y que se fije una fecha en el calendario en la que se conmemore a los fallecidos y afectados por esta enfermedad.
Su objetivo es que esta oficina ofrezca ayuda psicológica, planifique el homenaje de Estado para las víctimas, la realización de un monumento en la capital o ayudas fiscales. Al hilo de ello, ha censurado que no sean claras las cifras de fallecidos por esta enfermedad en España ya que al menos hay 16.000 muertes "no reconocidas" por el Gobierno, por lo que elevó la cifra total de óbitos a 44.000 personas.
Sobre la estrategia política del PP de aquí en adelante, Casado ha hecho hincapié en que a su partido no le mueve "el odio hacia nada ni hacia nadie" y ha apelado al "reformismo de alta intensidad en tiempo de rupturas y polarizaciones".
"Hay muchos votantes de centro-izquierda a los que el socialismo no solo ha abandonado, sino que también ha engañado. Debemos cobijar a esos españoles social-demócratas que quizás no comparten todas nuestras propuestas, pero sí la más importante: la defensa de la libertad e igualdad de todos los ciudadanos, la prosperidad para los suyos", ha resumido.
Casado lamenta la "fractura" propiciada por PSOE y Podemos
En su opinión, el Ejecutivo de PSOE y Podemos pretende ahora poner en marcha "una nueva etapa de fractura social que caracteriza lamentablemente al socialismo español desde hace 15 años" y ha advertido que los efectos de la crisis económica proporcionan al Gobierno "la oportunidad de ocultar sus propias responsabilidades en una especie de mal de muchos que no puede ser consuelo para nadie responsable".
El líder del PP ha constatado que los españoles se enfrentan "al Gobierno más ultra de la democracia", mientras que él no va a liderar un partido "desestabilizador ni bronco ni que pierda de vista sus obligaciones institucionales y de Estado".
"Pero tampoco un PP ingenuo ni cauto porque las consecuencias de eso las pagarían todos los españoles. Voy a defender un PP firme y en su sitio, un PP centrado en las cuestiones esenciales de España, un PP positivo y realista", ha subrayado Casado antes de negar que haya un PP duro y otro blanco, "sino un único PP".
"No se puede gobernar contra media España, pero tampoco se puede ser oposición contra la otra media. Por eso debemos ofrecer un partido abierto de par en par a la sociedad, de guardia permanente al servicio de todos los españoles, los que nos votan y los que no, los que nos aplauden e incluso nos insultan. Debemos dar visibilidad a la España moderada y razonable porque el problema es la desunión de la inmensa mayoría que ama España", concluyó ante los miembros de la Junta Directiva Nacional.